La historia de una joven practicante de Dafa

(Minghui.org)

Comenzando la cultivación

Soy una joven practicante de Dafa quien empezó a practicar hace seis meses.

Cuando era pequeña, mi madre, que es practicante, a menudo me insistía a leer los libros de Dafa y las nuevas conferencias del Maestro. También me enseñó los ejercicios. Sabía que Dafa era muy bueno, y eso es algo que uno debe saber.

Sin embargo, durante muchos años no me convertí en una verdadera cultivadora. Me encantaba divertirme en mi vida diaria, y le tenía miedo a la persecución. Varias veces, quise empezar a cultivarme, pero mis apegos me detenían.

A veces veia que mi madre no se comportaba como un practicante. Pensé: “¿Cómo puedes decirme que me cultive? ¡Mírate, después de tantos años de cultivación!”. Mis luchas y quejas me impidieron entrar en la cultivación.

Luego me gradué del colegio y comencé a trabajar, me esforcé como una persona común, buscando fama y ganancia. Afortunadamente, Verdad-Benevolencia-Tolerancia siempre han estado en mi corazón. Ocasionalmente escuchaba las lecciones de audio del Maestro. Cada vez, pensaba: “No eres digna de aprender Dafa. Tú quieres obtener algo de Dafa, y a menudo cometes errores”. (Después de que comencé a cultivarme, pude comprender que esto eran los arreglos de las viejas fuerzas).

El Maestro nunca me abandonó y a menudo me lo insinuaba en mis sueños.

En 2016 me mudé cerca de mi ciudad natal. Pensé que sería bueno tener contacto con algunos practicantes. Luego en septiembre ¡conocí a dos practicantes ancianos que estaban contándole a las personas sobre la persecución a Dafa! ¡Gracias al arreglo del Maestro!
Durante los últimos meses, no sólo pude obtener de los practicantes materiales de aclaración de la verdad para dar a mi madre, sino que también me contaron sobre el envío de pensamientos rectos y nuestro deber de salvar a la gente.

Me dijeron que cuando estudio el Fa, debería sentarme en loto y usar ambas manos para sostener el libro. A finales de año, finalmente entré en una rutina de una verdadera cultivadora de Dafa.

Tuve problemas al principio de levantarme para enviar pensamientos rectos a media noche, incluso cuando colocaba mi despertador, a veces no lo escuchaba. Más tarde, simplemente me quedaba despierta hasta después de medianoche.

Al principio, pude sentarme en meditación por sólo treinta minutos. Me dolían las piernas, incluso los huesos. Gradualmente fui rompiendo con esto, y ahora soy capaz de hacer la hora completa.

Solía pasar mucho tiempo viendo programas de TV y películas. Después de que comencé a cultivarme, me di cuenta de que esos programas sólo intensificaban los apegos humanos, tales como fama, ganancia, sentimentalismo y lujuria. Al darme cuenta, eliminé el reproductor de vídeos de mi celular e instalé el software para evitar el bloqueo de Internet de China. Todos los días leo los artículos de experiencias de los practicantes, y con frecuencia comienzo a llorar. Estoy muy agradecida con el sitio de web Minghui, que me ha dado la oportunidad de leer estos maravillosos artículos y ver mis propios defectos en comparación.

Pruebas de lujuria

Estoy en la edad en la que la gente se casa. Antes de comenzar a cultivarme, mi expectativa era encontrar a alguien que tuviera los mismos intereses que yo para poder tener una vida feliz juntos. Tuve citas por un tiempo, pero luego me detuve al ver que los pensamientos y actos de los jóvenes de hoy eran demasiado sucios.

No quería hundirme en ese modo de comportamiento, que parece como arena movediza. En vez de eso, quería eliminar el apego a la lujuria y cultivarme verdaderamente. He leído muchos artículos relacionados a esto en el sitio de web Minghui, y mis pensamientos se hicieron más brillantes.

Las pruebas pronto vinieron. Recibí una llamada de un hombre con quien había salido. Él quería que nos encontremos de nuevo y dijo que corregiría los comportamientos que no me gustaban. Lo rechacé. Encontré que tenía resentimiento hacia él. A través del estudio del Fa y mirar para adentro, encontré mi propia tendencia a pelear y quejarme, así como el apego a la lujuria. Sentí lástima por él y finalmente dejé ir mi resentimiento.

Pensé que había pasado la prueba, pero poco después, vino otra. Un hombre que conocí en el pasado, pero con quien no salí, me llamó y quería comenzar una nueva relación. Pero sabía que era otra prueba, entonces lo rechacé.

Mi pensamiento en el momento fue que lo había hecho bien. Tan pronto como mi apego a la exultación apareció, el hombre me llamó de nuevo y me pidió ser su amiga. Me di cuenta que era debido a mis apegos y le aclaré que no estaba interesada en una nueva relación.

Desde este incidente, encontré mis apegos de fama, ganancia, lujuria, resentimiento y exultación. Encontré que tenía todos los apegos humanos. Decidí estudiar más el Fa y dejé ir estas cosas malas.

Sé que mi futuro camino está arreglado por Shifu. Él siempre nos da lo mejor. Cada vez que cuestionaba si debería casarme, recuerdo las palabras de Shifu:

“...“logro natural, sin intención””. (Exponiendo el Fa en Sídney)

Otras personas son mi reflejo

Leí un artículo de un practicante que decía “Las otras personas son mi reflejo”. Estoy totalmente de acuerdo. En mi vida diaria, personas comunes o practicantes a mi alrededor son todos un reflejo de mí. Shifu dijo:

“Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica”. (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Washington DC 2009)

Las personas comunes incluso miran hacia fuera cuando encuentran problemas. Eso es egoísta, no es Shan.

Días atrás, mi gerenta me invitó a cenar con ella y sus amigos. Fui de mala gana, quejándome en mi corazón que era una pérdida de tiempo: “En lugar de estudiar el Fa y hacer los ejercicios en casa, estoy aquí teniendo que escuchar las tonterías de estas personas sobre fama, ganancia y sentimentalismo”. Los estaba subestimando. Pensé que la cena era muy aburrida y deseaba que terminara, así podría ir a casa.

Después de la cena la gerenta me pidió que llamara a un taxi para ella. Así que era tarde cuando llegué a casa. Estuve triste por los siguientes dos días. Mientras sabía que como practicante debo ser más tolerante y no debo quejarme sobre esto, igual seguí pensando que perdí tiempo de estudio por ella.

Después de leer el artículo del practicante mencionado anteriormente, me iluminé que estaba equivocada. No me he cultivado. En lugar estaba viendo hacia afuera y no lo traté como algo de mi cultivación. Sin tener en cuenta si estaba bien o mal.

Entonces miré hacia dentro y vi mi apego de ostentación, exultación, envidia, lucha y queja. Comparado a otros practicantes, ¡vi que estaba muy alejada! Entonces me di cuenta que mi nerviosismo era también un apego. Otros practicantes llegaron tan lejos paso a paso. No hay atajos en la cultivación. Necesito progresar continuamente.

Unas palabras para jóvenes practicantes

Tuve grandes oportunidades para mí, física y espiritualmente, durante algunos meses. He aprendido a mirar dentro de mi cuando enfrento conflictos y a considerar primero a los demás. Cuando algo sucede, aprendí a ver de dónde provienen mis apegos, para encontrarlos y eliminarlos.

Esto era fácil de decir, pero muy difícil de hacer. Y a veces muy doloroso.

Shifu dijo:

“...«Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer»”. (Zhuan Falun)

“...todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar”. (El cultivador naturalmente es parte de ello, Escrituras esenciales para mayor avance)

Como nueva practicante, tengo un largo camino por recorrer. Estoy tan agradecida porque Shifu nos dio tiempo y no se rindió cuando me dejé caer. Agradezco a Shifu, que me salvó del infierno.

Me gustaría también tomar esta oportunidad para decir algunas palabras a otros jóvenes practicantes. Por Dafa, elegimos venir a familias de practicantes. ¡Deberíamos atesorar esta oportunidad, por la que hemos esperado millones de años! No debemos olvidar nuestros votos y nuestro verdadero hogar. Debemos mantener pensamientos rectos y no ser temerosos. ¡No nos detengamos! ¡Mientras la rectificación del Fa no haya terminado, todavía tenemos una oportunidad!

Por favor apunten lo que no sea apropiado.

Heshi.