(Minghui.org) En septiembre de 1979, los cadetes de la escuela militar recibieron la instrucción de correr 10 kilómetros todas las mañanas. Me desgastaba cada día y apenas podía levantar las piernas. Sin embargo, siendo competitivo, corría por las mañanas a pesar del dolor.
Después de un mes, mi rodilla derecha se hinchó y el dolor empeoró. Me costaba trabajo subir a la litera superior, así que fui a ver a un médico. Primero me admitieron en el hospital de la escuela y luego en el Hospital Nro. 153.
Los médicos estaban confundidos. Al principio, sugirieron que era artritis, después artritis reumatoide o reumatismo palindrómico. Hacía terapia física todos los días y tomaba grandes dosis de medicamentos para el dolor. Nada parecía funcionar y mis estudios y capacitación se vieron afectados negativamente.
Finalmente me diagnosticaron con el síndrome de Beta Releptor Araphylactia. El diagnóstico, además del tratamiento a largo plazo y la depresión consiguiente, afectaron mi vida y mi trabajo. Había esperado ser ascendido después de graduarme de la escuela militar, y unirme al ejército. Sin embargo, mi mala salud puso fin a ese sueño. Tuve que retirarme del ejército y comenzar mi carrera civil.
Recuperación
El día más inolvidable de mi vida fue en octubre de 1996. Abrí un paquete y vi el libro Zhuan Falun. Los tres caracteres en la portada realmente me llamaron la atención.
En la primera página, vi la foto de Shifu y me invadió una sensación maravillosa. Leí Lunyu una y otra vez. Después del trabajo, fui con mi esposa para encontrar un sitio de práctica. Nos unimos al grupo del estudio del Fa de inmediato.
Leía Zhuan Falun cada noche y hacía los ejercicios con el grupo a las 6:00 a.m., antes de ir a trabajar. Unas tres semanas más tarde, me di cuenta que mi cuerpo se sentía ligero y ya no tenía ningún síntoma de enfermedad.
Shifu había purificado mi cuerpo y me había ofrecido una nueva vida. Había cambiado a una nueva persona: estaba libre de enfermedad.
Estudiando los libros de Dafa, he aprendido sobre el origen de la vida y a dónde debo ir, por qué vine y qué debo hacer aquí.
Una persecución sin precedentes
En 1999, Jiang Zemin inició la persecución en contra de mi creencia y se creó la oficina 610 para perseguir a Falun Gong por toda China.
Las reuniones celebradas por las oficinas 610 eran altamente secretas y los funcionarios involucrados tenían prohibido tomar notas o hacer videos. Las instrucciones sólo se transmitían verbalmente. Los documentos emitidos por la oficina 610 eran revisados sólo por los secretarios del PCCh de nivel superior al condado y debían ser devueltos y destruidos.
En junio, mi compañía ordenó a todos los jefes de división que asistieran a una reunión urgente.
"Les estoy informando verbalmente" dijo el Secretario del PCCh "de una reunión de alto nivel sobre Falun Gong. Tenemos que identificar a sus practicantes para la siguiente etapa de la represión. Deben ser supervisados estrictamente”.
"Sin embargo, teniendo en cuenta las posibles consecuencias a nivel nacional e internacional, la supervisión interna debe ser intensa pero deberá parecer relajada desde afuera. Los practicantes con cargos importantes en los departamentos de seguridad pública, organizacionales, políticos y oficinas generales deben ser transferidos. Cada departamento debe implementar esta política".
Después, un oficial a nivel de sección afirmó que había leído la biografía del fundador de Falun Gong, y atacó y calumnió a Shifu y a Dafa.
Defendiendo a Falun Gong
Me paré, lo señalé y dije: "¡Eso es totalmente absurdo! ¿Alguna vez has leído Zhuan Falun? ¿Qué es mejor: seguir los principios de Veradad-Benevolencia-Tolerancia o ser corrupto? Shifu difunde Falun Gong para salvar a la gente en estos tiempos difíciles, mejorar la moralidad humana y estabilizar la sociedad. 100 millones de personas practican Falun Gong, lo que los beneficia a ellos y al país. ¡Yo soy un practicante de Falun Gong!".
Todos, especialmente el oficial que había hablado, se quedaron estupefactos. Una persona dijo: "Él es un practicante de Falun Gong. ¡Es realmente extraordinario!". El Secretario del PCCh terminó la reunión.
Al día siguiente era domingo, y fui como de costumbre al sitio de práctica para hacer los ejercicios. Aparecieron casi cien policías armados y guardias de seguridad, pero terminamos los cinco ejercicios.
Agentes de la oficina 610 llegaron con fuerza. Personal del equipo penal y de la sección de seguridad política estaba tomándome fotos y videos. Pensé: "Soy un practicante genuino y no tengo miedo. ¡Estaría sentado aquí aún si mi cabeza sería cortada!".
Enfrentando la persecución con dignidad
En julio, el director del departamento de policía vino a mi oficina. Habló de mi familia, de los logros en mi carrera y, finalmente, mencionó a Falun Gong. Pasó más de una hora tratando de persuadirme a renunciar a Falun Gong.
"Sólo anuncias públicamente que estás renunciando a la práctica", me aconsejó. "Nosotros publicaremos esto en el periódico y en la televisión. Aún puedes practicar en casa. El impacto sería mínimo y todo estaría bien".
Le dije que no dejaría de practicar Falun Gong.
"Bien, sé que lo que quieres hacer es practicar Falun Gong", dijo. "Si Falun Gong no fuera bueno, ¿por qué lo practicaría tanta gente? Pero el PCCh es irrazonable, y así vivimos muchos de nosotros a lo largo de sus muchos movimientos políticos. Tú no sabes esto, porque eres todavía joven”.
"Eres una de las personas clave que queremos arrestar. Si sigues practicándolo, serás expulsado del PCCh, se te dará de baja del cargo público, serás detenido como un delincuente y condenado. Sé que los practicantes de Falun Gong son todos buena gente y me resisto a hacerte daño. Pero si me van a presionar, tendré que llevar a cabo las órdenes. Terminarás en una situación que es irreversible. Sin embargo, es tu elección".
Dada la propaganda en la televisión y en los periódicos, pude sentir que se estaba acercando una persecución terrible. El 22 de julio, visité la oficina del gobierno provincial a apelar por el derecho a practicar y fui detenido. El secretario del PCCh pidió que fuera a su oficina:
"¿Eres realmente un practicante de Falun Gong?", me preguntó. "¿Qué quieres? ¿Ser un practicante de Falun Gong o un miembro del PCCh? ¡Si renuncias a la práctica, todo estará bien y serás ascendido! ¡Si eliges practicar Falun Gong, te enfrentarás al despido, detención y trabajo forzado, y tu hijo será privado de educación”.
"En todo el país se están llevando a cabo detenciones a gran escala. Los asistentes de Falun Gong fueron detenidos desde el principio. Eres una de las personas claves que organizó una reunión ilegal. Esta es tu última oportunidad".
Me levanté y le dije que no renunciaría a Falun Gong y le entregué un artículo que había escrito, titulado "Mi elección". Él no se atrevió a tomarlo. Se lo tuve que dejar en su escritorio y le dije adiós.
Los funcionarios del PCCh me arrestaron el 24 de julio de 1999 y me detuvieron en mi oficina durante varios meses. Fui interrogado alternativamente por agentes de la policía o presionado por mi oficina para renunciar a la práctica. Seguí recitando el Fa y haciendo los ejercicios.
Fui arrestado dos veces, y después de más de dos años de detención, fui llevado a un campo de trabajo forzado por tres años. También me dieron de baja del cargo público.
A pesar de su comportamiento loco o cruel, me volví más determinado en mi creencia en Shifu y el Fa. Cuando salí, a dondequiera que fui, le dije a la gente la verdad sobre Falun Gong. Con mi firme creencia en Shifu y el Fa, tuve la protección de Shifu. Tanto en los tiempos buenos como en los momentos difíciles, me convertí en un verdadero discípulo de Dafa.
Reflexionando sobre el pasado, entre la vida y la muerte, lo humano y lo divino, tomé la decisión más afortunada: ¡elegí por practicar Falun Gong!
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