Dueño de una tienda: “¡Ustedes, los practicantes de Falun Gong, son todos buenas personas!”

(Minghui.org) Trabajo para el señor Li, que es dueño de una empresa de renovación de viviendas. Recientemente ambos fuimos a una tienda de suministros para la construcción a comprar materiales por un total de 6.800 yuanes.

Al día siguiente, mientras estaba meditando, un pensamiento apareció en mi mente, que la cantidad que pagué por lo materiales no era la correcta.

Cuidadosamente chequeé la factura y me di cuenta que había abonado 500 yuanes menos de lo que debía pagar. Lo contacté al señor Li y le comenté el error. Le expliqué que como practicante de Falun Gong debo decir la verdad y pensar primero en los demás.

El señor Li dijo: “Has trabajado aquí durante muchos años. Sé que trabajas duro y que ustedes, los practicantes de Falun Gong, son buenas personas. Solo un practicante de Falun Gong sería tan honesto”.

Regresé a la tienda de suministros y le pedí al dueño que verifique la cantidad que pagamos. No estaba feliz, y no quería hacerlo.

Se lo pedí nuevamente, de mala gana chequeó su libro de registros y se encontró que me había cobrado de menos. Me miró sorprendido y dijo: “¿Viniste aquí a darme más dinero?”.

“Sí”, le respondí. “Practico Falun Gong. No quiero engañarlo. Debo pagar la cantidad correcta que le adeudamos”.

“¡Ustedes, los practicantes de Falun Gong, son todos buenas personas!”, exclamó.

Le conté que siguiendo los principios de Falun Gong, “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, nos esforzamos en ser buenas personas. Le dije que el partido comunista chino (PCCh) no quiere que seamos amables y honestos, por el contrario quiere que peleemos unos con otros. Le expliqué cómo los practicantes a menudo son arrestados, detenidos, torturados y asesinados.

Estuvo de acuerdo conmigo, y manifestó que sabía que el partido era malvado. Contó que su padre fue injustamente encarcelado durante ocho años y que murió poco después de haber sido liberado.

Le dije: “El PCCh es muy despiadado. Lo que han hecho es inhumano. No podemos confiar en ellos ni creer lo que dicen”.

Le sugerí que renuncie al partido y a sus organizaciones afiliadas, inmediatamente estuvo de acuerdo en hacerlo.