(Minghui.org) Han pasado más de 18 años desde abril de 1998, cuando me presentaron Falun Dafa. Ahora, a los 82 años, todavía recuerdo vívidamente haber visto una belleza celestial pocos días antes de comenzar a practicar Dafa.
A medida que estudiaba el Fa, llegué a comprender que Shifu me mostró esta visión para que pudiera aceptar la cultivación de Dafa en mi corazón.
Aprendiendo Dafa
Varios días después de que vi la belleza celestial, me di cuenta que mi vecina anciana leía un libro. Por curiosidad, le pregunté qué estaba leyendo. Ella me dijo que era Zhuan Falun, el libro principal de la práctica de cultivación Falun Dafa. Luego procedió a hablarme más acerca de esta práctica.
Pedí prestado el libro y me sentí muy conmovida cuando lo abrí y vi la foto del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Dafa. Por lo tanto, me senté y leí el libro hasta que ya era hora de acostarme.
Me desperté durante la noche y vi que una luz emanaba del libro. Esto me hizo darme cuenta que Dafa es poderoso y que el libro era un tesoro. No tenía ninguna duda en mi mente que iba a practicar Dafa.
La práctica de cultivación
Antes de empezar a practicar Falun Dafa, sufría de enfermedad cardíaca, hiperplasia y otras enfermedades. Había probado seis diferentes escuelas de qigong, pero no noté mejora alguna en mi salud. Sin embargo, me sentí energética después de practicar Dafa por sólo un par de meses.
Mis familiares apoyaban mi práctica de Dafa y creían que esto era algo que vale la pena.
Estudio los libros de Dafa y practico los ejercicios casi todos los días. Cuando estoy demasiado ocupada para hacer los ejercicios, los repongo otro día.
Me tomaba un par de horas leer una lección de Zhuan Falun, pero nunca pensé en renunciar. Además de enviar pensamientos rectos cuatro veces al día con los practicantes de todo el mundo, he añadido otros tres horarios cada día.
Aclarando la verdad sobre Dafa
Empecé a distribuir materiales en 2002, para hablarles a otras personas acerca de Dafa y de la persecución. Antes de salir para distribuir materiales, siempre estudio el Fa y envío pensamientos rectos.
Regalo la revista Minghui Semanal y DVD sobre Dafa a la gente, en persona. Pongo volantes y otros materiales informativos en las cestas de bicicletas de la gente.
Cada vez que iba a mi ciudad natal, llevaba materiales conmigo, incluyendo los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista. En 2006, logré que 136 personas de allá renunciaran al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas, usando sus nombres reales.
Cultivación genuina
En julio de 2011, cuando estaba a punto de volver a casa después de haber distribuido materiales, dos policías sosteniendo tres copias de material informativo me detuvieron y me preguntaron si yo había distribuido estos materiales. Les dije que sí.
Los policías comenzaron a interrogarme, exigiendo que les diera mi nombre, dirección, y la persona que me había dado los materiales. Luego llegó una furgoneta policial y me ordenaron subir. En ese momento, pensé en las palabras de Shifu: “… les dije que sólo permaneciendo inamovibles podrían manejar todas las situaciones”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá, 2005)
Con la enseñanza de Shifu en mi corazón, no tuve miedo y estuve muy tranquila. Me negué a ir con ellos a la estación de policía, porque era el lugar en donde detienen a las personas malas. Luego me alejé y envié pensamientos rectos para congelarlos. Ellos sólo se quedaron allí parados, mientras yo caminé y di la vuelta en la esquina.
Este incidente me hizo darme cuenta que, en los momentos críticos, debemos pensar en Shifu y en el Fa y mantener pensamientos rectos. Esta es una acción recta. Esto es negar los arreglos de las viejas fuerzas. Esta es cultivación genuina.
Superando tribulaciones
Visité mi ciudad natal en mayo y a principios de septiembre de 2014, para ver a mi hermano menor, que estaba gravemente enfermo. Poco después de mi última visita, él falleció. Después de eso, estuve deprimida y así encontré cuatro tribulaciones.
Una noche, caí de mi cama. Fue doloroso y no podía ponerme en cuclillas o enderezar mi espalda. Sin embargo, tuve el pensamiento de que era una practicante de Dafa y estaría bien. Seguí estudiando el Fa y practicando los ejercicios. Pensé: "Mientras más las viejas fuerzas me impiden hacer los ejercicios, más debo perseverar". Me recuperé en medio mes.
Después, estaba utilizando tijeras y perforé mi párpado accidentalmente. Apliqué presión sobre la herida inmediatamente y dije que iba a estar bien. Sin embargo, todavía tuve un poco de miedo al ver sangre. Me arrodillé delante de la foto de Shifu y dije: "Shifu, por favor, ayude a su discípula". Al día siguiente, ya estaba bien.
Mis tribulaciones continuaron en forma de una tapa de pozo que cayó sobre mi pierna. Ésta se había vuelto de color negro y azul, al día siguiente. Sin embargo, me recuperé de esta herida.
Más adelante, decidí acostarme después de terminar la meditación sentada, olvidando que estaba sentada en el borde de la cama. Cuando me moví, caí de cabeza al piso. Me asusté, pero recordé que iba a estar bien porque era una practicante. Estuve bien.
Después de experimentar todas estas tribulaciones, miré hacia adentro. Luego me arrodillé frente a la foto de Shifu y le pedí que me perdonara. Dije: "Shifu, sé que me equivoqué. Me he quedado en mi ciudad natal por tres meses, apenas distribuí algunos materiales, y no le conté a la gente los hechos acerca de Dafa".
Al estar con la familia, reviví el sentimentalismo y el apego al afecto. Fue algo bueno que fuera despertada después de experimentar las tribulaciones.
Mi cultivación me hizo darme cuenta que nada es imposible cuando realmente creemos en Shifu y en Dafa y alineamos cada uno de nuestros pensamientos con el Fa.
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Categoría: Cultivación