(Minghui.org) La Sra. Xiaomei Mu, una practicante de Falun Gong del condado de Qian’an, fue arrestada el 6 de enero de 2017, y conducida al centro detención número 4 de la ciudad de Changchun.
La fiscalía le ordenó que firmara algunos documentos, a lo cual se negó, porque no había hecho nada malo. La fiscalía anunció el 7 de abril que el caso había sido desestimado,y fue puesta en libertad.
En otras regiones de China han ocurrido casos similares en los cuales los practicantes de Falun Gong fueron liberados por las autoridades. Después de conocer la verdad sobre Falun Gong y la persecución, muchos funcionarios han tomado la decisión de dar los pasos necesarios para detener la política de persecución del partido comunista chino (PCCh).
Rechazada por el centro de detención de Weizigou
La Sra. Mu fue arrestada por funcionarios de la comisaría de Jincheng, junto a otras dos practicantes, la Sra. Yanhua Dong y la Sra. Yuzhi Yang, las cuales fueron conducidas al centro de detención de Weizigou, donde permanecieron recluidas durante dos semanas.
La familia de la Sra. Mu no sabía donde se hallaba, ni recibieron ninguna notificación de la policía por más de una semana. Después escucharon que había sido trasladada al centro de detención de Weizigou pero que los funcionarios denegaron su admisión, por lo que la llevaron de vuelta a la comisaría.
Hui Liu, ayudante del director de la comisaría, solicitó un examen físico de la Sra. Mu al día siguiente y volvió a trasladarla al centro de detención ese mismo día. Fue transferida al centro de detención número 4 de Changchun el 20 de enero.
La familia de la señora Mu contrató un abogado para su defensa. La fiscalía desestimó el caso, el 7 de abril, y ella regresó a su casa.
Múltiples detenciones
La Sra. Mu, de 53 años, empezó a practicar Falun Gong en 1996. Los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia cambiaron su vida sustancialmente, convirtiéndola en una persona más abierta y dispuesta a ayudar a los demás.
No obstante ha sido detenida en múltiples ocasiones por su creencia. Fue conducida a una campo de trabajos forzados en 2003. Allí los guardias la electrocutaron repetidamente con sus bastones eléctricos, para forzarla a que abandonara su creencia. También la obligaban a dormir pegada a una reclusa con sarna. Después la trasladaron a una unidad de refuerzo donde no la dejaban que durmiera.
La volvieron a arrestar en septiembre de 2007 y permaneció en el campo de trabajos forzados de Heizuizi durante dos años.
Según los informes del sitio web Minghui, al menos 840 practicantes de la provincia de Jilin fueron maltratados en 2016 por practicar Falun Gong. De los cuales, seis perdieron la vida bajo custodia policial, 66 fueron condenados a prisión, y saquearon las casas de 140.
En informes recientes, también se mencionan casos frecuentes de retirada de todos los cargos, acusaciones desestimadas y practicantes detenidos ilegalmente que son liberados.
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