(Minghui.org) A pesar de enfrentarse con posibles arrestos y detención, los practicantes de Falun Dafa nunca dejaron de aclarar la verdad sobre Dafa. Por eso, cada vez más gente, incluyendo oficiales de policía y funcionarios de gobierno, han cambiado su parecer y actitud hacia Dafa, con algunos incluso activamente protegiendo a los practicantes.
Policía: los practicantes son buenas personas
Cuando estaba repartiendo material informativo de Dafa una noche, un borracho me arrastró hasta la comisaría local. Le dije que simplemente estaba compartiendo con la gente la verdad sobre Dafa, pero se negó a escucharme. En la comisaría, gritó que había atrapado a una mala persona.
Al darse cuenta que yo era practicante, el policía le dijo al borracho: “Estás equivocado. Los practicantes de Falun Dafa viven con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.
El borracho comenzó a gritar. Me empujó contra la puerta y quiso llevarme al departamento de seguridad pública. Molesto con el comportamiento del borracho, el policía comenzó a esposarlo, pero yo lo detuve.
“Mira cómo es él. Una persona diferente te hubiera peleado”, dijo el policía.
Cuando le dije al policía que necesitaba irme a casa, me dijo que dejaría ir al borracho primero para evitar conflictos.
Luego el policía me preguntó mi nombre y lo revisó en el sistema. Al darme cuenta que darle mi nombre real podría complicar la situación, le dije: “No pienses que puedes hacer algo en mi contra simplemente porque sabes quién soy”. Me contestó que no tenía pensado hacer nada.
Continué: “¿Sabes cómo todos esos oficiales de alto rango fueron arrestados por corrupción, pero todos ellos participaron activamente en la persecución de practicantes? Tienes que recordar que ‘Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’”.
Antes de irme, renunció al PCCh.
Jefe de aldea renuncia al PCCh
Fui al mercado de una aldea a entregar materiales informativos de Dafa. Caminé entre la multitud diciendo: “La información sobre Falun Dafa trae buena fortuna a los que la leen. Renuncien al PCCh”.
De repente una persona me dio dos bofetadas, y se negó a escucharme.
Nos enteramos que era el jefe de la aldea local. Publicamos información sobre lo que pasó en Minghui.org. y luego repartimos los materiales por todos lados en la aldea.
Los practicantes locales también fueron a su casa y le contaron sobre Dafa. Le dijeron que la gente tiene que hacerse responsable por sus palabras y acciones.
Durante la temporada de compras del Año Nuevo Chino, fui de nuevo al mercado de granjeros y repartí materiales de Dafa mientras le contaba a la gente sobre la práctica.
“Pueden repartir los materiales, pero por favor, no hablen en voz alta sobre Falun Dafa. La policía local me dijo que los vigilara y que los detuviera si repartían materiales, así que no tengo opción”, dijo el jefe de la aldea.
Sonaba serio, así que acepté ser más cuidadosa con mi método. Cuando alguien tiraba un volante al piso, él lo levantaba y me lo daba. Le pedí que me acompañara a un edificio en las cercanías, porque quería hablarle en privado.
Mientras cerraba la puerta, me dijo: “Estuve mal en pegarte. Sé que ustedes son buenas personas”.
Intenté darle información sobre Dafa. Me dijo que no era necesario porque había leído todos los materiales que confiscó en el pasado.
Sin mucho preámbulo, le pregunté si quería renunciar al PCCh, y aceptó.
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Categoría: Aclarando la verdad