(Minghui.org) Bajo el mandato de “erradicar a Falun Gong” del dictador Jiang Zemin, individuos en fuerza policial, los medios, educación y otras profesiones se han enfrentado con la presión de participar en la persecución, quieran o no.
Sin embargo, cada vez más se han dado cuenta de la verdad de Falun Gong y han tenido el valor de hablar. Abajo unos ejemplos de estos casos, en los cuales dos profesores y un guardia de buen corazón se atrevieron a mostrar su apoyo a Falun Gong.
Profesores chinos defienden a Falun Gong
Sun es un profesor en una reconocida universidad en China central. Tiene altos honores con el departamento de estado, y sus publicaciones son influyentes en los círculos educativos. Yo fui uno de sus graduados y sabía que él no solo era un erudito sino también un hombre de consciencia. Estaba decepcionado del sistema educativo de China por estar tan fuertemente influenciado por la política. Muchas veces hablaba de cómo el régimen comunista chino destruyó la cultura tradicional china. En ese tiempo yo no estaba seguro de su actitud hacia Falun Gong y la persecución.
Vi al profesor Sun de nuevo cuando lo invitaron a dar una charla en la compañía donde yo trabajaba. Él se quejó nuevamente: “Una vez que hablé de cómo la política es el problema de nuestro sistema educativo, una persona al lado mío se río de mí, diciendo por qué no dejaba ese tema. ¿Y qué? Es algo que hay que decirlo, así que seguiré diciéndolo”.
Continuó y dijo algo que hizo que todos quedaran en silencio: “Como docente, uno tiene que tener principios y carácter. Un año estuve a cargo de corregir los exámenes de ingreso a la universidad. Una asistente vino aterrorizada con una composición en la mano. El título de la composición decía: ¿Qué hizo Falun Gong [para merecer la persecución]? Nos juntamos a discutir y decidimos poner la política de lado y corregir la composición como estaba. Al final, lo aprobamos”.
El profesor paró aquí y miró a la audiencia. La mayoría de nosotros habíamos nacido en 1980 y estábamos un poco sorprendidos que se hubiera atrevido a defender a Falun Gong a pesar de la intensa propaganda. Mientras el profesor dejaba de lado su sonrisa y ponía una mirada solemne, todos comenzamos a pensar lo que dijo seriamente y parecíamos haber entendido algo. En ese momento, estaba todo tan silencioso que fue como cada uno hubiera entendido “Oh, es verdad [la persecución es incorrecta]”.
Seis meses más tarde me crucé con el profesor Wen que enseñaba en una academia de ciencia social. Después de leer Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, el cual había traído de Taiwán, hizo un giro de 180º en su actitud hacia la masacre de los estudiantes por la democracia que sucedió en Tiananmen en 1989. Decidió renunciar al PCCh. También habló de cuán perverso es el PCCh y elogió a Falun Gong.
Guardia protege y alienta a los practicantes de Falun Gong detenidos
Escuché sobre un guardia Wang cuando estaba encerrado en un centro de detención por practicar Falun Gong. El jefe de la celda donde estaba me dijo que el guardia Wang frecuentemente les decía a los otros guardias que tenían que ser buenos con los practicantes porque ellos eran buenas personas.
No conocí a Wang hasta un año después cuando un practicante y yo fuimos sentenciados a prisión y unos guardias nos transfirieron a la prisión. Un guardia alto, delgado se sentó frente a nosotros y nos escuchó hablar sobre Falun Gong con una sonrisa en su cara. El subdirector del centro de detención entró al auto y comenzó a ridiculizarnos por ser tan “testarudos” por nuestra fe. Estaba por discutir con él y el guardia frente a mí me hizo gesto de no hacerlo. Sabíamos que nos estaba protegiendo y nos quedamos en silencio. Él era Wang.
Mientras estábamos en una estación esperando por nuestro papeleo y nos examinaban, Wang estuvo con nosotros todo el tiempo. Después de la examinación física, el practicante y yo nos quedamos en el pasillo mirando por la ventana.
Alguien dijo: “No estén ansiosos. El amanecer está ahí nomás”. La voz era tranquila, pero sonaba como un trueno para mí. Me di vuelta y era Wang. Se paró al lado nuestro con una sonrisa. Ahora podía ver sus ojos y no tenía nada más que sinceridad.
Miramos a Wang y asentimos. Para no meterlo en problemas, no le hablamos.
El practicante se dio vuelta y me dijo: “¿Sabías que Li Dongsheng fue arrestado?” Yo no sabía quién era Li. “Él es el jefe de la oficina 610 y el vice ministro de seguridad pública. Fue arrestado este año”. La oficina 610 es una agencia fuera del sistema legal del PCCh que supervisa la persecución a Falun Gong.
Después de escuchar lo que dijo el practicante, Wang repitió: “No estén ansiosos, el amanecer está ahí nomás”.
Cuando terminaron el papeleo, Wang nos saludó antes de irse.
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