(Minghui.org) El año pasado dos hombres mayores tomaron por la fuerza a una practicante de Falun Gong que estaba contándole a la gente sobre Falun Dafa en un mercado en China. La llevaron a la comisaría, esperando conseguir alguna clase de recompensa.

Un policía colocó una pila de volantes de Falun Dafa que estaban en su bolso sobre la mesa. La practicante le dijo: “Dale una mirada a estos folletos. El exdirector de esta comisaría y su esposa recibieron retribución por perseguirnos siguiendo las políticas de Jiang Zemin”.

Continuó aclarándole los hechos sobre Falun Dafa y explicó a los oficiales y a otros que estaban presentes por qué la disciplina era perseguida. Ninguno trató de detenerla. Los dos hombres mayores que querían la gratificación fueron ignorados hasta que un oficial los sacó  del lugar.

Otro sonreía mientras leía el volante. Y le susurró a la practicante: “¡Hiciste un gran trabajo con estos impresos!”.

Dos horas después, fue liberada.

El cartel del Día Mundial de Falun Dafa `robado´

Un compañero practicante y yo estuvimos distribuyendo carteles en la ciudad de Nueva York durante la celebración del Día Mundial de Falun Dafa. A mucha gente le gustaron y los llevaron a sus hogares.

Tenían imágenes coloridas e información sobre cómo Falun Dafa es practicado en más de cien  países en el mundo. Muchos practicantes de diferentes etnias vistieron trajes tradicionales de sus regiones durante esa celebración.

Nuestro desfile en Nueva York llamó verdaderamente la atención de las personas. Cuando les hablamos sobre la disciplina, aceptaron la información fácilmente. Los chinos que habían emigrado estaban dispuestos a renunciar a sus membresías del partido y de las organizaciones juveniles.

Todos querían un póster. Uno dijo: “Trae buena fortuna”. Otros manifestaron que los colgarían tan pronto como llegasen a sus hogares. Y otros, que querían mostrarlo a sus amigos y familiares.

Un día solo tenía tres carteles. Alguien me pidió dos, pero solamente le entregué uno. Mientras que yo no miraba, tomó el otro. Luego gritó al tiempo que se alejaba: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Falun Dafa es bueno!”.