(Minghui.org) ¡Saludos, Venerado Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Soy un practicante de Falun Dafa (Falun Gong) de 79 años. Todo el tiempo tengo en mi mente la gran responsabilidad de un practicante en el período de la rectificación del Fa.

Mi esposa y yo siempre nos levantamos temprano para hacer los cinco juegos de ejercicios, y casi todas las mañanas salimos a aclarar los hechos sobre Dafa a la gente. Generalmente almorzamos algo rápido, como frutas, y nos tomamos el tiempo para estudiar una lección del Fa. Por la tarde, vamos a la casa de un compañero practicante para el estudio grupal. Después de cenar y enviar fuertes pensamientos rectos a las 6.00 p. m., los dos leemos otras enseñanzas del Maestro.

Nuestra agenda esta ocupada, pero ordenada. Hemos seguido esta rutina por años sin relajarnos, y no hemos perdido una sola ocasión en enviar fuertes pensamientos rectos desde la primera publicación en el sitio web Minghui.

Nuestros compañeros piensan que somos diligentes en nuestra cultivación. También pensamos así. Aunque mi esposa y yo tenemos casi 80 años, ninguno de los dos nos tratamos como ancianos. Conducimos una motocicleta cuando salimos a aclarar la verdad. Así fue, hasta que un día tuvimos un grave accidente.

Siete costillas quebradas

El 25 de julio de este año partimos alrededor de las 7:00 a. m. Tan pronto como doblamos en la carretera principal, un automóvil que viajaba en sentido contrario nos golpeó de frente. Caí sobre el suelo y perdí la conciencia. Más tarde mi esposa me contó que ella solo tuvo un rasguño en su pierna y que me dijo con firmeza: “Estás bien. Di rápido: '¡Falun Dafa es bueno Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! ¡Pídele al Maestro que te salve!'”. Sin embargo, parecía estar muerto. Alguien llamó una ambulancia, y me llevó al hospital. Me admitieron en cuidados intensivos en condición crítica.

Recobré la conciencia alrededor de las 11:00 a. m., pero estaba confundido sobre dónde me encontraba. Una enfermera que limpiaba la sangre de mi boca dijo: “Está en terapia intensiva. Tiene lesiones graves, siete costillas rotas”, de repente recordé lo que había pasado y le pregunté cómo estaba mi esposa. Me dijo que bien, y que  había ido a casa a buscar dinero para mi tratamiento. Quise levantarme, pero mis brazos y piernas estaban atados. Había muchos aparatos y tubos conectados a mi cuerpo. Pensé: “Esto no es una enfermedad. Soy practicante de Falun Dafa. No debería quedarme aquí”. En mi mente le rogué al Maestro: “¡Maestro! ¡Por favor, sálvame!”.

Mi esposa hizo un depósito para los gastos médicos y trajo a un compañero practicante para ayudar. Enviaron fuertes pensamientos rectos fuera de la sala y le supliqué sinceramente que me ayudara a dejar el lugar. Un médico la dejó entrar alrededor de las 3:00 p. m. Le dijo repetidas veces qué tan seria era mi condición y que mi vida estaba en peligro si salía del hospital. Aceptó firmar una declaración para que me dieran el alta.

El médico estaba molesto después de escuchar mi decisión. Dejó a los compañeros practicantes y partió. El practicante A trató de aclararles los hechos sobre Dafa a dos jóvenes galenos internos en la sala. Uno de ellos no aceptó el volante, pero el otro sí; contó que algunos de sus familiares también practicaban Falun Dafa.

El hospital no proveyó una camilla para mi traslado. El médico a cargo del sector nos dio una silla de ruedas reclinable. Mi esposa y dos practicantes trataron pero no pudieron moverme. Por el terrible dolor y el intenso calor, estaba completamente empapado en sudor. Con la ayuda de un interno masculino y dos enfermeras, finalmente me trasladaron con un gran esfuerzo. Antes de partir, le médico le dijo al practicante A: “Tráigalo de regreso tan pronto note que su condición empeora”.

El Maestro muestra un impresionante poder

El practicante A continuó contándole al interno sobre el poder de Dafa mientras salíamos del hospital. Algunos compañeros estaban esperando por nosotros con un auto. El médico estaba feliz de ver tantos practicantes ayudándome. Comentó que quería aprender Falun Gong también, y nos dejó su número telefónico.

Aunque quise subir al auto, no pude moverme ni un centímetro por el intenso dolor. Salía sangre por los puntos de sutura de mi cara y manos. Era difícil hasta respirar porque las costillas dañaban los pulmones. Sugerí usar una ambulancia, pero ésta era para llevar pacientes al hospital, no para trasladarlos a sus casas. El practicante B dijo: “Aunque la ambulancia lo llevara al edificio, no podría hacerlo hasta el cuarto piso”. Y el practicante A manifestó con firmeza: “¡Tengamos fe en el Maestro! ¡Tenemos que ser capaces de llevarlo por las escaleras!”.

Después que todos tuvimos el mismo entendimiento, se las ingeniaron para introducirme en el auto sin demasiados problemas. Tampoco fue tan doloroso para mí.

Cuando me asistieron para salir del auto y llegar a las escaleras, apenas podía mover una pierna. Les dio tremendo trabajo ayudarme a subir dos escalones. Los practicantes C y D dijeron: “Así no funcionará. Hay que subir cuatro pisos. Llevará una eternidad llegar hasta allí. Tenemos que lograr que camine solo”.

Escuchando estas palabras, de repente me di cuenta: “¡Tenemos al Maestro!”. Esta idea me hizo sentir aliviado de inmediato, física y mentalmente. ¡Fui capaz de levantar la pierna y subir dos escalones a la vez! ¡De hecho, en el pasado, nunca había podido subir dos escalones a la vez! Sentí como si me empujaran de atrás. ¡Supe que debía ser el Maestro! No me tomó mucho tiempo llegar al cuarto piso y a mi hogar. ¡Estaba colmado de gratitud hacia el Maestro!

Recostado en mi cama, sentía dolor en todo el cuerpo, y era difícil respirar. No podía moverme para nada hacia el lado izquierdo. Le rogué sinceramente al Maestro que me ayudara a levantar, a hacer los ejercicios, a estudiar el Fa y a enviar fuertes pensamientos rectos. ¡Indudablemente Él estaba conmigo! ¡Aunque fue mucho sufrimiento, fui capaz de hacer los ejercicios, estudiar el Fa y enviar fuertes pensamientos rectos todos los días! Mantuve fuertes pensamientos rectos y me negué a tratarme como una persona seriamente herida. El Maestro y Dafa manifestaron su divino poder a través de mí. En el pasado media hora era demasiado tiempo cuando hacía el segundo ejercicio. Si embargo durante los días de mi recuperación, media hora era como un instante. El Maestro debía haber acelerado el tiempo para que pudiera soportarlo.

Al tercer día, el lado izquierdo de mi cuerpo estaba completamente negro debido a los grandes moretones desde la axila hasta la pierna. La piel negra era gruesa y dura. La pierna izquierda estaba terriblemente hinchada, con los dedos del pie también negros. Con la fuerte fe en el Maestro, ningún síntoma me distrajo. Tenía la certeza que estaría bien.

Escuché que los médicos y las enfermeras, que habían sido influenciados por la propaganda del partido comunista, dijeron cosas negativas sobre Dafa después que dejé el hospital. Expresaron que los practicantes de Falun Gong eran tontos y que no se quedaban para recibir tratamiento médico aunque alguien pagara por ellos. Una directora y un encargado estaban inspeccionando el hospital cuando escucharon estas conversaciones. La directora entonces manifestó con firmeza: “¿Por qué tanto alboroto? ¡Nuestra sociedad sería mejor si todos se comportaran como los practicantes de Falun Dafa!”, y el encargado expresó: “Los desafío a escribir un libro y que sea estudiado por las personas de todo el mundo”. Todos hicieron silencio.

Me recuperé muy rápidamente y continué estudiando el Fa, haciendo los ejercicios y enviando fuertes pensamientos rectos. En mi mente le pedí al Maestro: “Maestro, quiero mostrar el poder de Dafa a la gente del hospital. ¡Por favor, ayúdame!”. Me repuse completamente. Si alguien no hubiera sabido del accidente, no sería capaz de contar que yo había estado severamente lastimado.

La gente quedó convencida del poder de Falun Dafa

Siete días después del accidente, fui al hospital para que me sacaran lo puntos. Los médicos y las enfermeras me reconocieron tan pronto me vieron. Me preguntaron con sorpresa: “¿Cómo se recuperó tan rápido?”. Y les conté: “Porque practiqué Falun Dafa  en mi casa estos días. ¿No fue más rápida la recuperación que si me hubiera quedado en el hospital?”.

No necesité decir mucho más porque vieron con sus propios ojos el poder sobrenatural de Dafa. Como resultado, felizmente estuvieron de acuerdo en renunciar a las organizaciones del partido comunista cuando les aconsejé hacerlo. Dos pacientes escucharon nuestra conversación. Vieron en mis tomografías computadas los huesos quebrados y se sorprendieron de mi rápida recuperación. También renunciaron a las organizaciones el partido a las que estaban afiliados.

Luego fui a visitar a la unidad de terapia intensiva. Antes de llegar a la puerta la enfermera me vio. Me miró estupefacta por un momento y me saludó con emoción. Aproveché la oportunidad para contarle los hechos sobre Falun Dafa. Estaba completamente convencida y conmovida. Y dijo: “¡Falun Dafa es indudablemente sobrenatural!”. Estuvo de acuerdo en renunciar a las organizaciones comunistas tan pronto se lo pedí.

Un compañero practicante que me acompañó al nosocomio le preguntó: “¿Piensa que él hubiera podido recuperarse tan bien si se hubiera quedado aquí?”. Respondió sin dudarlo: “¡Hubiera sido absolutamente imposible!”. Corrió como una niña a contarle a sus colegas lo que vio, y llorando dijo: “El hombre anciano está de regreso. ¡Se recuperó!”.

También fui a visitar a la directora. El practicante le dijo: “Venimos a agradecerle por su compasión. Como ve mi hermano estaba inconsciente y severamente herido cuando lo trajeron al hospital. Puede ver su actual condición. Debe ser la primera vez que presencia una recuperación en tan pocos días. De hecho esto les ha sucedido a muchos practicantes. Algunos incluso se recuperaron rápidamente de fracturas dilaceradas practicando Falun Gong. Debido a la mala condición de mi hermano de hace siete días, probablemente estaría muy orgullosa si con su tratamiento hubiera podido recuperarse así en un mes. Como puede ver, ni siquiera la medicina avanzada es comparable al poder de Dafa. La directora asintió con la cabeza y dijo: “Tiene razón”. También renunció a las organizaciones del partido comunista a las que estaba afiliada. Una empleada del hospital que había dicho cosas malas sobre el Maestro cambió su opinión. Tenía una gran sonrisa cuando nos despidió.

En mi camino a casa, me encontré con algunos vecinos. Todos saben que practico Falun Dafa. Eran incrédulos cuando yo aclaraba los hechos. Luego de ver cómo Falun Dafa restableció mi salud después de tan grave accidente, quedaron completamente convencidos. Solo me tomó una corta conversación antes que estuvieran de acuerdo en dejar las organizaciones comunistas. Aquellos que solían oponerse a la disciplina cambiaron de opinión. En dos horas un total de doce personas renunciaron.

Obtuve un mejor entendimiento de esta experiencia sobre lo que el Maestro nos dijo:

“Sea lo que sea que experimenten durante la cultivación -sea bueno o malo- es bueno, ya que esto sólo ocurre porque ustedes se están cultivando” (Al Fahui de Chicago, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).

Poco después me quitaron los puntos, y las costras se cayeron. Es difícil contar que había estado herido. Aunque aun es un poco doloroso cuando sufro un golpe leve durante un viaje en auto, puedo hacer las cosas normalmente como antes. Todo el que conoce mi experiencia está asombrado del poder de Dafa.

Mirando hacia adentro

El Compasivo Maestro soportó mucho más sufrimiento por mí para que pudiera sobrevivir a este terrible accidente. Aprendí que debo cultivarme sólidamente para jugar mi rol en la validación del Fa. Me di cuenta que debo tener una gran fisura en mi cultivación, que creó una brecha de la que las viejas fuerzas tomaron ventaja. Tenía que corregirme de inmediato.

Mirando hacia adentro, me di cuenta que presté demasiada atención al número de personas a las que les había ofrecido salvación. Antes de esto, descubrí que había desarrollado un apego a los resultados y que me inquietaba con facilidad cuando la gente decidía no abandonar las organizaciones comunistas. También me quejaba de aquellos que decían cosas negativas sobre Dafa. Cuando ascendía el número de personas que renunciaban a las organizaciones comunistas, desarrollaba exultación. Cuando la cantidad no era lo suficientemente grande, me enojaba. Me olvidé el propósito de nuestra aclaración de la verdad y en su lugar hice hincapié en el número de personas. No estaba en línea con los requisitos de Dafa.

Envié fuertes pensamientos rectos más intensivamente para corregirme. Me determiné en transitar el camino recto de la cultivación y seguir las enseñanzas del Maestro.

Cuando los empleados de una compañía aseguradora me visitaron para recabar información, les aclaré los hechos. Elogiaron a Dafa y decidieron renunciar a las organizaciones comunistas.

Descubrí a través del departamento de policía que el conductor involucrado en el accidente no estaba dispuesto a admitir la culpa. Se negó a pagar los gastos médicos y no habló con nosotros. Alguien me dijo que debía requerirle compensación y solicitar al gobierno una pensión por discapacidad. Sin embargo, no lo hice, porque soy un practicante de Falun Dafa. El Maestro nos enseñó a poner a otros primero. Sabía que el conductor no lo hizo intencionalmente. Debía sentirse mal por eso. Para mí, haber podido recuperar mi condición normal y salir nuevamente a aclarar los hechos sobre Falun Dafa está muy lejos de cualquier compensación.

Compré una nueva motocicleta por 4.000 yuanes [aproximadamente U$S 600] ya que la antigua estaba destruida. También pagué 5.000 yuanes [aproximadamente U$S 750] por las seis horas de hospital. Si me hubiera quedado allí por un par de meses los gastos médicos hubieran sido mucho mayores. Como dijo la directora del nosocomio: “¡Nuestra sociedad sería mejor si todos nos comportáramos como los practicantes de Falun Dafa!”.

Después del accidente el joven interno médico se contactó con los practicantes y comenzó a cultivarse. ¡Qué arreglos meticulosos ha hecho el Maestro!

Espero que la gente que tenga la oportunidad de leer mi experiencia recuerde que Falun Dafa es bueno y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Sus vidas serán salvadas por Dafa cuando enfrenten desastres.

Me gustaría tomar la oportunidad para expresar mi profunda gratitud a la protección del Maestro. ¡Nunca decepcionaré su compasiva salvación! Estoy determinado en seguir sus instrucciones en hacer las tres cosas bien y regresar con Él a mi verdadero hogar.

¡Gracias, Maestro!

¡Gracias, compañeros practicantes!