(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1995. Recientemente resolví un problema en cuanto miré hacia dentro.

El pasado abril, encontré un sitio para estudiar en grupo el Fa, y aboné el alquiler de todo un año. Me alegré de que tuviéramos un lugar para estudiar el Fa durante el siguiente año. La propietaria me visitó dos días después y dijo: “Aún me debe una parte del alquiler. No me lo pagó todo”. Recordé que habíamos contado el dinero antes, así que no entendía por qué me decía aquello.

Shifu dijo:

Quién tiene razón, quién no

Cultivador practicante

Busca tú mismo los errores

Elimina todo tipo de corazones humanos

No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer

El que tiene la razón es él

El que está equivocado soy yo

¿Por qué contienden?

(Quién tiene razón, quién no,  Hong Yin III)


“Hagamos memoria del momento en que le pagué”, le expuse. “Conté delante suyo los 650 yuanes del año de alquiler, ¿no lo recuerda?”.

En aquel momento, recordé que todo sucede por alguna razón.

Shifu nos enseñó:

“Entonces nosotros, los cultivadores, aún menos debemos comportarnos de este modo; nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches. Por supuesto, esto tampoco es absoluto. Si todo fuera tan absoluto, tampoco existiría el problema de que el hombre cometa maldades, es decir que pueden existir algunos factores inestables. Sin embargo, nosotros, siendo personas que refinan gong, en principio los Fashen del Maestro se hacen cargo, y por más que otros deseen tomar tus pertenencias, no pueden. Por eso hablamos de seguir el curso natural; a veces piensas que esa cosa es tuya e incluso los demás te dicen que esta cosa es tuya, pero en realidad no es tuya. Probablemente consideres que es tuya, pero en última instancia no es tuya y, en medio de esto, se te pone a prueba para ver si puedes dejarlo o no; si no puedes dejarlo, entonces es un corazón de apego y se tiene que emplear este medio para quitarte este corazón de búsqueda de beneficios, es precisamente esta cuestión” (Zhuan Falun).

Entonces me sonrió, dijo que acababa de recordar que le había pagado la cantidad correcta y se marchó a casa.

Pero algunos días después, vino a verme otra vez. Insistió en que no le había pagado suficiente dinero del alquiler. Parecía muy contrariada y continuó insistiendo. Cuando intenté razonar con ella, mi corazón se movió. Aunque se lo expliqué en detalle, sencillamente, no quería dar su brazo a torcer. ¿Por qué me ocurría la misma situación una y otra vez? ¿La estaba causando alguno de mis apegos? Pensé que no había duda de que debía ser así.

Shifu dijo:

“Cuando enfrentas cualquier asunto, el primer pensamiento es pensar en uno mismo, esto justamente se llama “buscar hacia el interior” (Qué es un Dafa dizi).

En cuanto recordé el Fa de Shifu, empecé a sentirme mejor.

“Shifu, son mis apegos los que han causado este problema. Los apegos de búsqueda de fama y beneficios, las preocupaciones, las quejas y mi mentalidad competitiva, sentirme ofendido o temeroso ante las dificultades y mi falta de bondad. Shifu, no quiero tener estos apegos. Quiero eliminarlos completamente”, dije.

En cuanto identifiqué mis apegos, la propietaria dijo: “Lo siento, no sé por qué le estoy ocasionando tantos problemas con este asunto. Ahora recuerdo que me abonó la cantidad correcta. No era mi intención querer cobrarle de más, es que últimamente no sé qué me ocurre, me siento algo nerviosa”.

Entonces le dije: “Sé que usted es una mujer honesta. Siento no haber sido paciente con usted. Mi Shifu nos enseña a ser buenas personas y a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, pero creo que hoy fallé. Por favor, perdóneme”.

Cuando la propietaria se marchó, reflexioné: “Dafa todo lo puede en cuanto mantenemos pensamientos y acciones rectas. Shifu, sin su protección, no podría haber dado ni un solo paso en mi camino de cultivación. Todo cuanto puedo decir lo resumiré en pocas palabras: “Creo en Shifu y en el Fa”.