(Minghui.org) Con mi esposo hemos estado casados por casi 40 años. Mi esposo no practica Falun Dafa, pero me ha cuidado y apoyado mientras soportaba una presión sin precedentes, durante los 18 años de persecución por el partido comunista chino (PCCh) a Falun Dafa, y durante mis repetidos arrestos por mi fe.
Comencé a practicar Falun Dafa.
Mi salud comenzó a deteriorarse después de dar a luz a nuestro hijo. Me volví muy irritable, y a menudo me quejaba de mi esposo por no ser considerado con mis necesidades. Sentí que mi matrimonio estaba por debajo de las expectativas y mi vida era miserable.
Empecé a practicar Falun Dafa en 1995, y en pocos días todas mis enfermedades desaparecieron. Mi carácter mejoró y ya no tenía quejas en mi corazón. Mi vida familiar también mejoró.
Mi esposo estaba muy contento de ver los cambios en mí. Me dijo: "Falun Dafa es realmente muy bueno". También, dijo a su familia y amigos que Dafa es bueno, y les habló sobre los cambios que había visto en mí.
El apoyo sólido de mi marido cuando me detuvieron
He sido arrestada ilegalmente, detenida y torturada casi hasta la muerte varias veces, desde que el PCCh comenzó la brutal persecución de Falun Dafa en 1999.
Mi esposo nunca creyó en las mentiras y en la propaganda del PCCh acerca de Falun Dafa, ni cambió su postura hacia la práctica. Nunca me traicionó, y me ayudó una y otra vez en los momentos difíciles.
Las dos hermanas menores de mi esposo y yo fuimos a Beijing para apelar por Falun Dafa a finales de 1999. Fuimos arrestadas y retenidas en un centro de detención local durante más de dos meses.
Mi esposo venía al centro de detención todos los domingos por las tardes y nos traía cosas para las tres.
Un guardia anciano de la prisión que estaba a cargo de recibir los artículos para los presos, dijo: "He estado trabajando por más de 20 años aquí y nunca he visto a nadie tan dedicado como su esposo. Otros se presentan de vez en cuando, y algunas familias nunca aparecen. Sé amable con él después de salir".
Nos llevaron a la comisaría después de ser liberadas del centro de detención y permanecimos allí durante varias semanas más. Mi marido me visitaba todas las noches. A través de las barras de hierro, me preguntaba: “¿Cómo te están tratando? ¿Te han golpeado?”. Sus palabras sencillas siempre me hicieron sentirme querida y no estar sola.
Mi esposo me dio coraje y fortaleza
Fui a Beijing para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa de nuevo, y me arrestaron. Me negué a decirle a la policía mi nombre y dirección, y me detuvieron durante más de cuarenta días. La policía difundió un rumor en mi pueblo, afirmando que me habían golpeado hasta la muerte en Beijing y que me habían enterrado.
Mi familia no tenía ninguna noticia sobre mí, y comenzó a creer que yo estaba muerta. Mi madre le dijo a mi esposo: "Hace mucho tiempo que no sabemos nada, así que podría estar muerta. Aún eres joven y deberías encontrar a alguien más con quien casarte".
Mi esposo se echó a llorar y dijo: "¡Todavía estoy esperando que vuelva a casa para vivir nuestras vidas juntos! Sé que sigue viva. Ella estará bien".
Pronto se enteró de que yo seguía viva.
Mi esposo siempre me ha dado mucha valentía y fuerza, y me ha ayudado a disminuir una gran cantidad de presión sobre mí. Los reclusos, los practicantes e incluso los agentes de policía hablaban muy bien de la dedicación de mi esposo hacia mí.
Protegiéndome a mí y a Dafa
Presenté una denuncia penal contra Jiang Zemin, exjefe del PCCh, ante el tribunal supremo popular y la procuraduría suprema popular hace unos años.
El personal del departamento de policía de la ciudad vino a mi casa para investigar sobre el asunto. Mi marido estaba en casa ese día. Les dijo: "¡Yo le dije que escribiera la denuncia! Ahora vuelve y dile a la policía que deben hablar conmigo y dejen de crear problemas a mi esposa".
Nadie del departamento de policía vino a molestarme después de eso.
A lo largo de los años, mi esposo no ha permitido que calumnien a Dafa.
Una vez cuando un hombre hablaba mal de Dafa frente a mucha gente, mi esposo le preguntó si alguna vez había practicado a Dafa. El hombre dijo que no lo había hecho y que nunca lo practicaría.
"¿Cómo puedes hablar mal de Falun Dafa si nunca lo has practicado?", respondió mi marido. Yo no practico Dafa, pero sé que Falun Dafa es bueno porque tengo familiares que lo practican. He aprendido que Dafa es bueno y los mantiene sanos, y mejora su temperamento y carácter. Los practicantes de Dafa solo hacen buenas acciones".
Una exvecina regresa a Dafa
Visitamos a una exvecina después de escuchar que había dejado de practicar Falun Dafa. Su marido creía en las mentiras del PCCh sobre Dafa y le prohibió practicar. Ella parecía fatigada y se había quedado sorda.
Mi esposo le dijo a su esposo: "Deberías dejar que practique Falun Dafa inmediatamente, entonces ella podrá oír de nuevo. Hay tantas historias sobre personas con enfermedades graves que los hospitales no pudieron curar, pero Dafa los ha ayudado a recuperarse".
Mi esposo le contó sobre la persecución y las muchas mentiras que el PCCh ha difundido. "Uno debe pensar por sí mismo en estos asuntos y no creer ciegamente todo lo que el PCCh dice".
Su esposo ya no le impidió practicar Dafa, y ella volvió a cultivarse.
Familiares sufren bajo la presión del PCCh
Muchos familiares de los practicantes de Falun Dafa han soportado una tremenda presión y han sufrido mucho durante los últimos 18 años de persecución. Algunas personas honestas y amables, como mi esposo, han seguido apoyando a sus familiares.
Hay de aquellos que saben que los practicantes no han hecho nada malo, mientras que otros se han vuelto en contra de sus familiares y han cortado las conexiones con los que practican Dafa. Algunos incluso han optado por perseguir a sus propios familiares.
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