(Minghui.org) Soy una de las incontables discípulas del Maestro. Me he beneficiado tanto de la práctica de Dafa que deseo informar de mi progreso a Shifu y compartir mis experiencias con todos.
Mi enfermedad curada
Crecí en el campo. Después de comprometerme, mis padres me ayudaron a conseguir un trabajo en la ciudad. Mi prometido y yo éramos compañeros de clase en la escuela secundaria. Era una persona capaz y elocuente, a quien yo admiraba mucho. Más tarde, le ayudé a ser vendedor en la compañía donde yo trabajaba. Nos casamos.
Sin embargo, pocos años después, cuando nuestro estatus social mejoró, mi marido tuvo una aventura. Me sentí destrozada, como si me hubiera alcanzado un rayo, y no podía aceptarlo, especialmente porque nuestro hijo acababa de nacer. Fui a buscar a la otra mujer y enfrentarme a ella.
Debido a que después del parto no estaba completamente recuperada, el estrés me afectó debilitando mi estado y desarrollé un problema cardíaco. Me sentí tan agraviada, ¿por qué me trató así?, él no habría logrado nada si no le hubiera conseguido un trabajo. Mi vida era tan dolorosa, física y mentalmente.
Mi suegra comenzó a practicar Falun Dafa en 1996. Poco después, su sordera se curó y recuperó su audición. Animada por ella, comencé a practicar Dafa en 1998. Un mes después, mi problema cardíaco se curó.
Tratando a mi esposo amablemente
Al estudiar Zhuan Falun, mi actitud hacia mi esposo cambió. A pesar de que siguió teniendo aventuras, lo traté amablemente.
En 2001, descubrí otra aventura suya. Su hermano y hermana menores se enojaron tanto, que me pidieron que fuera a razonar con su amante. Me negué.
Luego fui con mi suegra a pedirle a esta señora que dejara de ver a mi esposo, pero fue en vano. También la invité a mi casa y amablemente la alenté a detener el asunto, pero no obtuve ningún resultado.
Mis otros familiares tan estaban enojados que querían darle una paliza. Les dije que quizás le había hecho algo malo en mi vida anterior y que tal vez estaba pagando una deuda.
Compramos una nueva casa en 2010. Cuando volví a mi antigua casa para recoger algunas cosas, encontré a mi esposo y su nueva amante allí. Les dije lo vergonzoso que era cometer adulterio y cómo los dioses no aprobaban este tipo de comportamiento.
Les dije que no haría nada para dañarlos porque soy una practicante de Dafa. Inesperadamente, la señora me dijo que quería aprender Dafa.
Vino a mi casa más tarde y aprendió los ejercicios. Se convirtió en una verdadera practicante y se arrepintió por su comportamiento en el pasado. Agradeció sinceramente a Shifu por haberla salvado y pudimos convertirnos en amigas y compañeras practicantes.
Mi suegra
Desde 2001, la mayor parte del tiempo, mi esposo no ha vivido con nosotros en nuestra casa pero decidí ocuparme de mi suegra después de que falleciera su marido. Le gustaba vivir conmigo ya que ambas somos practicantes. Pagué sus gastos de manutención y le daba el dinero que pudiera necesitar.
Siempre dice cosas buenas de mí y me llama “una buena nuera”. Tiene más de 90 años y aún goza de buena salud.
Mi cuñado y mi cuñada se mudaron al pueblo con mi ayuda y la de mi esposo. Ellos disfrutan de una buena vida. Todos me agradecieron por cuidar bien de su madre.
Solo hago lo que un practicante de Dafa debería hacer y agradezco sinceramente a Shifu por su compasiva salvación.
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Categoría: Mejorándose uno mismo