(Minghui.org) Mi marido me dijo de repente: “Tu has practicado Falun Dafa durante muchos años. Sé que el Maestro Li (el fundador) es bueno, benevolente y compasivo. Tú y tus compañeros practicantes son buenas personas”.

“Pero cuando vi que los practicantes eran arrestados y perseguidos, tuve miedo y me preocupé por ti. Algunas veces impedí que hicieras cosas relacionadas con Dafa. Otras veces no fui correcto con tus compañeros practicantes cuando vinieron a casa, y les hablé mal. Olvidé que el Maestro me salvó la vida. Quiero pedir perdón a Dafa y al Maestro Li, y también a los practicantes. Les pediré perdón cuando vengan la próxima vez".

Mientras hablaba, mi marido lloró. Dije: “Vamos. Todo el mundo comete errores. Tan pronto corrijas tu error, estará bien. Mis compañeros practicantes están cultivando Dafa y Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Lo comprenderán”.

Cuando su vida fue salvada

Mi marido fue diagnosticado con un tumor cerca del corazón en octubre de 2003. Era necesaria una cirugía para eliminarlo. Debido a la dificultad de la operación, el hospital local no tenía medios para realizarla. Mi marido fue citado para la intervención en otro hospital de Beijing una semana después.

Después de cinco dias, parte del tumor se trasladó a la parte trasera del muslo a lo largo de la arteria. El médico dijo que podría ser potencialmente mortal y sugirió hacerse la cirugía en Beijing de inmediato. Dos horas después, fuimos al hospital de Beijing.

Después del examen, el médico nos dijo que la cirugía tenía dos posibles consecuencias: una era la muerte; la otra era amputar su pierna.

Ante esta situación repentina, pensé que debía calmarme. Le dije a mi esposo y otros parientes que recitaran: "Falun Dafa es bueno" y "Creer en Dafa puede proteger a una persona del desastre".

Durante los cinco días siguientes, mi esposo fue sometido a dos cirugías: una fue para extirpar el tumor y la otra para hacer un by-pass en el corazón. Las cirugías fueron todo un éxito. El médico nos dijo de inmediato: "La cirugía fue un éxito. No hay necesidad de amputar la pierna. Este hombre está bendecido y tiene una fuerte naturaleza".

Sabíamos muy bien que Dafa nos daba confianza y fuerza. El Maestro salvó a mi marido y le dio una segunda oportunidad. ¡No hay palabras que puedan expresar nuestra gratitud a la benevolente compasión y salvación del Maestro! ¡Gracias Maestro!

Desde el fondo de su corazón

Mi marido cree en Dafa y en el Maestro, y lleva un amuleto de Dafa consigo. A menudo lee materiales informativos de Dafa. Después de leer los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, dijo: “El libro cuenta la verdad absoluta, y es un gran libro”. Abandonó el partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas de inmediato.

Mi marido estuvo hospitalizado en octubre de 2016 debido a la tos y al asma. Fue diagnosticado con un tipo II de diabetes.

En la mañana del cuarto día en el hospital, después de estar allí, me sentí mareada. Vomité y tuve diarrea. Los síntomas eran exactamente los mismos que tenía hace 30 años antes de empezar a practicar Falun Dafa.

Ahora que soy practicante, y aunque los síntomas eran los mismos, las causas eran diferentes.

El Maestro dijo: “Los cultivadores verdaderos no tienen enfermedades” (Exponiendo el Fa para los asistentes de Falun Dafa en Changchun, Explicando el Contenido de Falun Dafa).

Esta situación era para elevar mi xinxing. Así que le pedí a mi esposo que llamara a mi hija mayor y le pidiera que viniera al hospital para relevarme. Dejé que mi yerno me llevara a casa. Le dije a mi marido que no se preocupara, que estaría bien.

Sorprendentemente, a las 16:00 horas mi hija trajo a mi esposo a casa. Mi esposo dijo: "Estás exhausta porque me atendiste en el hospital. Así que vine a casa para cuidarte. Me recuperaré gradualmente en casa".

Después de oír lo que dijo, me conmovió. “Cuando una persona común piensa primero en los demás”, pensé, ¡es el poder de Dafa! Le dije: "Pero no me agradezcas por cuidarte. Dafa y el Maestro me pidieron que lo hiciera. ¡Todos deberíamos agradecerle al Maestro!".

No me dejé engañar por los síntomas falsos que tenía, y seguí haciendo lo que se suponía que debía hacer. Cuatro días después volví a estar como nueva.