(Minghui.org) Viví con una hernia de disco lumbar por décadas. Desde los 16 años, tuve dolores de espalda recurrentes que me incapacitaban para hacer trabajos intensos.
A mediados de la década de los noventa, después de casarme, mi esposo comenzó a sufrir severas migrañas. Perdió su trabajo de taxista y no podía realizar tareas de campo. Me vi forzada a trabajar por muchas horas empaquetando fideos en una planta de alimentos.
Un día, durante mis labores, la espalda me dolía tanto que tuve que inclinarme, no podía mantenerme derecha. Por años después de una cirugía de espalda, estuve en cama por el dolor y no iba al cuarto de baño por mis medios.
En 1997 escuché por primera vez sobre Falun Dafa, no lo aprendí en serio hasta que mi hermana mayor me lo recomendó nuevamente en 2005. Desde su niñez sufría de tos crónica. Fui testigo que desapareció completamente luego de practicar Falun Dafa. En esta ocasión, de verdad, tomé su consejo.
Cuando por primera vez traté de hacer los ejercicios, el dolor de la espalda empeoró más que nunca, como si me pincharan con agujas. Recordé entonces lo que el Maestro mencionó en una Lección:
“Cuando te sientes más indispuesto, significa que las cosas han llegado al extremo y seguramente van a revertirse; todo tu cuerpo será purificado, tiene que ser purificado completamente. La raíz de tu enfermedad es arrancada, y el resto es tan sólo este poco de qi negro que sale por sí mismo y hace que padezcas un poco de tribulación y soportes algún sufrimiento; no va que no soportes ni un poco”. (Zhuan Falun)
Mi hija me alentó a no darme por vencida. Cada día tuve menos y menos dolor.
Un día, la hermana menor de mi esposo vino de visita y comentó: “Tu hermana dijo que Falun Dafa tiene beneficios asombrosos para la salud. ¿Puedes caminar hacia la puerta con la espalda derecha y sin molestias?”.
Le respondí que podía. Me paré y caminé hacia la puerta con la espalda derecha. Quedó totalmente convencida y desde entonces fue una sólida simpatizante de Falun Dafa.
Me recuperé completamente de la hernia. Ahora puedo caminar y correr como el viento.
Elevando mi mente
Falun Dafa también me enseñó a ser una buena persona. Solía ser muy irritable. Cuando peleaba con mi esposo, rompía utensilios. Las enseñanzas de Falun Dafa me guiaron para ser más compasiva y tolerante cuando él tenía mal temperamento.
Estaba muy apegada al dinero y tomaba ventaja de su familia. Falun Dafa me enseñó a considerar primero a los demás. Nunca más peleé por ganancias. Por el contrario envié regalos o efectivo a sus hermanos o familiares en ocasiones especiales. Nuestra relación mejoró gradualmente.
Mi marido fue criado por la tía, porque la madre murió cuando era pequeño. Le enviamos dinero para el Año Nuevo Chino, aún teniendo menos ingresos de lo usual.
Ella no siempre lo aceptó, pero estuvo muy conmovida que la tratáramos como si fuera mi suegra. Aunque no practica Falun Dafa, cree en sus enseñanzas y en su poder.
Mi gratitud hacia Dafa está más allá de cualquier expresión. Paralizada por años, ahora soy una mujer saludable y con mucha energía. Todos mis familiares y parientes apoyan la práctica. Soy la persona más afortunada en este mundo.
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Categoría: Beneficios para la salud