(Minghui.org) Regresé al camino de la práctica de Falun Gong el 26 de septiembre de 2012. Era como una niña perdida quien finalmente encontró a sus padres y su hogar. Yo sé en mi corazón que el fundador de Falun Gong, el Maestro Li, nunca me dejó, y me ayudó a regresar al sendero.
Escribí este artículo para ayudar a otros, que pudieran estar luchando para regresar. Mi esperanza es que aquellos que dejaron de practicar por la persecución, no estén engañados por la propaganda del partido comunista chino (PCCh) y pronto puedan volver a practicar Falun Gong.
El PCCh persiguió a mi familia
Mi familia ha sido perseguida por décadas, por el PCCh. Mi abuelo se fue a vivir a Taiwán, así que mi familia fue etiquetada como “terratenientes burgueses”. Mi padre fue etiquetado como “de derecha” y fue considerado anti-partido. Con estas etiquetas pegadas sobre mi familia, se nos prohibió poseer tierras y tuvimos que vivir en las propiedades de otras personas. Mientras crecía, pasamos hambre con frecuencia, y sufrimos un trato cruel en las manos del PCCh.
Mi tío le dijo a mi madre que la situación de mi padre nunca cambiaría y la forzó a divorciarse. Mi madre partió con mi hermana menor, dejándonos a mi padre, a mis tres hermanos y a mi, vivir sin ella.
Debido al adoctrinamiento del PCCh, me convertí en una persona aborrecible. Al haber crecido en el sufrimiento y dolor constantes, llegué a ser una mujer amargada y resentida que se atrevía a luchar con cualquiera. Me hice de mala fama en mi pueblo y nadie se atrevía a ofenderme.
Practicando Falun Gong dos veces
Tuve la gran fortuna de empezar a practicar Falun Gong en 1997. Siguiendo los principios de Falun Gong, Verdad-Benevolencia-Tolerancia, llegué a ser una persona tolerante y de buenos modales. Trataba a otros amablemente y hacía lo mejor para pensar en los demás primero. Si era golpeada no devolvía el golpe, y si era insultada no respondía.
Pero cuando la persecución a Falun Gong fue lanzada el 20 de julio de 1999, renuncié a mi práctica, por temor de ser elegida como blanco del PCCh. Me preocupó mi vida matrimonial y no volví a la práctica de Falun Gong en 13 años.
Olvidé los principios del Fa que una vez me guiaron y luché por fama e intereses personales. Cuando cumplí 40 años mi cuerpo estaba enfermo y sufría todo tipo de padecimientos. Perdí la confianza en la vida misma y tenía peor genio que nunca.
Volviendo al camino de cultivación
Mi marido y yo teníamos una tienda en la capital provincial y vendíamos suministros para computadoras. Había una amable mujer que con frecuencia compraba suministros ahí. Eventualmente me di cuenta de que era una practicante de Falun Gong. El contacto con ella me hizo pensar en practicar otra vez algún día.
Normalmente ella venía en la mañana, solo que yo trabajaba en la tarde. Tenía la idea de que si podía hablar con ella sobre Falun Gong, podría ayudarme a comenzar la práctica de nuevo. Al día siguiente ella llegó en la mañana y tuve la oportunidad de hablar con ella. Comencé a practicar otra vez al día siguiente.
El Maestro declaró:
“…una vez que la naturaleza fo emerge, sacude los mundos en las diez direcciones” (Zhuan Falun)
Supe enseguida que el Maestro no me había abandonado, y lo arregló para que regresara al camino de la práctica de cultivación. Tras solo tres días de estudiar el Fa y practicar los ejercicios, todas mis enfermedades desaparecieron y mi salud regresó. Aun mi menstruación reinició después de haberse detenido por seis meses.
Les dije a mis parientes y amigos que Falun Gong es bueno, y que al practicarlo de nuevo todas mis enfermedades desaparecieron. Les dije que los programas de televisión que calumnian a Falun Gong están llenos de mentiras.
La aclaración de la verdad en mi vida diaria
Pasé mucho tiempo leyendo los libros de Dafa para compensar el tiempo perdido. Mientras estudio el Fa, siempre derramo lágrimas. Dejé de practicar por tanto tiempo, sabía que necesitaba hacer las tres cosas bien para llegar al nivel. Practicaba los ejercicios todos los días, estudiaba los libros y enviaba pensamientos rectos. Hablaba con las personas sobre Falun Gong en cualquier oportunidad posible.
Mi suegra tenía 70 años, padecía tensión arterial alta y enfermedad del corazón, así como otras enfermedades. Se sentía como si fuera a morir pronto. La ayudé a renunciar a los jóvenes pioneros y al partido comunista chino (PCCh) y le pedí recitar sinceramente las palabras: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Pronto su salud mejoró y ahora se siente con energía. Ella levanta una docena de ovejas y es ágil.
Mi marido era un fumador, intentó dejarlo muchas veces, pero no tuvo éxito. También apoyó mi práctica y permitió que otros practicantes vinieran a nuestra casa para el estudio del Fa. Cree que Falun Gong es bueno y trata bien a nuestros clientes. Alguna veces el fijaba el precio de la impresora de un cliente, gratis. Se benefició de mi práctica y pudo dejar de fumar. Su hipertiroidismo y otras enfermedades desaparecieron todas.
Cada Día que iba a trabajar tenía una sonrisa en mi cara. Nuestro negocio había obtenido poco beneficio, pero con mi buena disposición, más y más clientes llegaron a nuestra tienda y nuestro negocio creció.
Algunos clientes vienen a mi tienda con frecuencia, y les hablé de Falun Gong y la persecución. Les di folletos de Falun Gong y el software que les permite atravesar el bloqueo de Internet del régimen. Algunos me permitieron ayudarles a renunciar al PCCh.
Con frecuencia salgo para difundir la verdad sobre Falun Gong después de terminar mi día de trabajo. Un día conocí a un hombre joven y le di el software que le permitía atravesar el bloqueo a Internet. Cuando le pregunté si había escuchado acerca de Falun Gong, me pidió que quitara la pila de mi teléfono celular antes de hablar sobre ello. Él había sido militar y se había especializado en monitorear teléfonos celulares.
Me dijo que sabía que Falun Gong es bueno porque había echado un ojo a los libros que el ejército había confiscado. Dijo que no había nada malo en Falun Gong. Se unió al PCCh mientras estuvo en el ejército y le ofrecí renunciar al partido para evitar su mala suerte. Estuvo contento de renunciar.
Una noche conocí a un hombre de Beijing, que solía ser un oficial de alto rango en el ejército. Dijo que Jiang Zemin hizo dos de las cosas más estúpidas: una fue regalar la tierra china y la otra fue lanzar la persecución contra Falun Gong.
Me ofrecí para ayudarlo a renunciar al PCCh y sus organismos afiliados, para tener un futuro seguro. Respondió diciéndome que en su vida había faltado el elemento fuego y me pidió que le diera un alias que sugiriera las cualidades del fuego. Le di el nombre “Lei Gong”, que significa luminoso o brillante. Entonces renunció al PCCh. Estaba muy feliz y me agradeció muchas veces. Le dije que debería agradecerle al Maestro Li.
Siento profundamente que toda esta gente común ha estado esperando a Dafa para ser salvados. A través de mi verdadera clarificación en los últimos años, he hecho lo mejor que he podido para tener una expresión pacífica en mi rostro, respetar la individualidad de las personas y expresarme claramente para en verdad salvarlos.
Para mí ya era tarde para regresar a la cultivación de Dafa y todavía tengo que alcanzar los requerimientos del Maestro para los discípulos de Falun Gong. Voy a hacer todo lo posible para cultivarme bien y salvar a más personas. Verdaderamente aprecio lo que el Maestro Li ha hecho por mí.
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Categoría: Caminos de cultivación