(Minghui.org) El indicador de encendido de mi impresora se apagó de repente. No le presté mucha atención, asumiendo que, al día siguiente, la impresora iba a funcionar nuevamente.

Pero como no pasó así, busqué en mi interior. Seguí lo que habían hecho otros compañeros practicantes en situaciones parecidas, como enviar pensamientos rectos hacia la impresora y hablar con ella, pero nada sirvió.

Un practicante verificó mi impresora y vio que la placa y el cabezal de impresión se habían quemado, y no era fácil repararlos. Me sentí culpable y avergonzada, porque el problema que tenía con la impresora reflejaba mi pobre estado de cultivación, aunque todavía no estaba plenamente consciente de las deficiencias que tenía.

Falta de rectitud en mis pensamientos

En nuestro grupo de estudio del Fa, había una practicante, Zanna, que deseaba establecer un sitio de impresión de materiales de Dafa en su casa. Ella me pidió ayudarla, por lo que le prometí darle apoyo técnico para configurar su impresora.

Después de que le entregaron la impresora, Zanna vino a verme a mi casa. Sin embargo, ella necesitaba mucha capacitación, porque no tenía conocimientos de computación. Cuando estábamos a punto de comenzar, llegó mi esposo que no es practicante de Falun Gong. Después de que Zanna se fue, ya era la hora del almuerzo, y mi esposo gritó: “¿Quién es Zanna? ¿De dónde viene? ¿Por qué vino a nuestra casa? ¿Estás tratando de volverte una persona clave de Falun Gong?".

Pensé que estaba siendo irracional, y me quise vengar de él. Entonces, le contesté y él se molestó, agarró la impresora y la tiró al patio.

Shifu dijo:

“Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse”. (Zhuan Falun)

Mis pensamientos no eran rectos. Me sentía resentida y enojada y me enfocaba en las deficiencias de mi esposo, como la de jugar majiang siempre que tenía ganas, dejándome en casa para cuidar a nuestros dos hijos. Mientras más pensaba en este incidente, más resentimiento sentía. Lo que más me enojaba era que, a pesar de todo, él se veía más bien tranquilo e incluso sonreía.

Me di cuenta de que había sido engañada por el mal. Mi marido ciertamente había creado yeli (karma), pero su comportamiento había movido mi corazón. No pude enfrentar la situación, por lo que me fui a estudiar el Fa con otros practicantes.

Por suerte, con la ayuda de Shifu y gracias a otros practicantes, pude entender cuál era mi problema: todavía estaba influenciada por los años de adoctrinamiento del partido comunista chino (PCCh).

Siempre había pensado que mi marido, que era ateo, había sido afectado más profundamente que yo por el adoctrinamiento del PCCh y que, por esta razón, él no creía en el poder de Dafa. Ahora me había dado cuenta de que yo también usaba la lógica del partido para analizar las cosas, como responder a la violencia con violencia, y exigir que otras personas cambien.

Más importante aún, me di cuenta que hablaba muy autoritariamente y hacía preguntas retóricas, despreciativas. Incluso peleaba sarcásticamente con mi marido, aunque nunca he usado palabras sucias.

Dejando ir el resentimiento

Mi esposo es extrovertido y le gusta estar siempre en movimiento. Yo deseaba que pasara su tiempo conmigo y nuestros hijos pero, como él nunca lo hacía, le guardaba mucho resentimiento. Pensándolo bien, estaba celosa. Estaba envidiosa de que tenía muchos amigos a quienes quería más que a mí.

Peleábamos a menudo y cada vez me quedaba con el corazón destrozado. Cuando me trataba bien, él era realmente agradable. Sin embargo, se enojaba muy fácilmente, hiriendo mi autoestima y orgullo, y afectando mi "egoísmo" profundamente oculto.

Me di cuenta de que este egoísmo es una característica del viejo universo. Después de todo, Shifu nos enseña a pensar primero en los demás y lograr finalmente el altruismo. Si seguía las viejas maneras de pensar, ¿cómo podría alcanzar el estándar establecido por el nuevo universo?

Al día siguiente, envié pensamientos rectos con Zanna por 15 minutos, en la hora del almuerzo. Durante este tiempo tenía lágrimas en los ojos y, de repente, me di cuenta de que no había seguido las enseñanzas de Shifu de "Verdad-Benevolencia-Tolerancia". No había sido amable con mi familia y no había practicado la Tolerancia.

Después de enviar pensamientos rectos, fui junto con Zanna a la casa de otra practicante y estudiamos el Fa.

Shifu dijo:

“Cuando ustedes piensan que otra persona no lo ha hecho bien, cuando están molestos por eso en su corazón, deberían pensar sobre eso: “¿Por qué se perturba mi corazón con esto? ¿Tiene realmente un problema? ¿O será que habrá algo incorrecto en lo profundo de mi ser?”. Deberían pensar cuidadosamente sobre esto. Si efectivamente ustedes no tienen ningún problema y lo que él hizo es realmente problemático, deberían decírselo con benevolencia, y esto no creará un conflicto; está garantizado”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 1999)

“Por tanto, presten atención a esto: bajo cualquier circunstancia, particularmente cuando practican la cultivación entre la gente común, es inevitable que sólo a través de conflictos e interferencias de xinxing podrán mejorar su xinxing. Cada vez que doy una lección hablo sobre este asunto. En el momento en que estaban sentados ahí escuchando el Fa, entendían bastante bien esto. Pero una vez que pusieron un pie fuera de la puerta, no fueron tan buenos y se olvidaron”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 1999)

Cada palabra de las enseñanzas de Shifu resonó en mi corazón. No me había comportado bien y me había olvidado que era una practicante. Me calmé y me pregunté por qué me molesté tanto. ¿Fue porque me sentía triste que mi marido estaba creando yeli (karma)? ¿O porque mis familiares que son seres conscientes no estaban siendo salvados? ¿O fue porque me sentía triste de ser ofendida?

De repente, me di cuenta que estaba molesta porque sentía que estaba siendo tratada injustamente. Me quedé conmocionada y avergonzada.

A través del estudio del Fa, recobré la claridad y sentí menos resentimiento. Fue como si hubiera soltado una carga pesada. Cuando llegué a casa esa noche, fui capaz de pedirle disculpas a mi familia por primera vez. Admití que no había considerado los sentimientos de los demás al hacer las cosas.

En el pasado, habría sido imposible que me disculpara. Mi marido también compartió sus preocupaciones, como que le asustaba la persecución y la posibilidad de perder a su esposa, y que sus hijos podrían perder a su madre.

Sofocándome en el sentimentalismo

A pesar de que la situación se había aligerado, mi esposo no me permitió tener una impresora. Me sentí muy molesta porque se oponía a que participara en el proyecto de Dafa. Es cierto que ahora era capaz de controlar mucho mejor mi temperamento, pero todavía no le podía aclarar la verdad sobre Dafa tranquilamente.

Cuando me sumergí en el Fa, me di cuenta repentinamente que estaba perdida en el sentimentalismo. Me sentía culpable por mis padres, infeliz por mis suegros, impotente acerca de mis hijos y le tenía resentimiento a mi esposo. ¡Tenía mucho sentimentalismo! Sentía que casi estaba ahogada en emociones.

¿Por qué estaba siendo asfixiada por todo este sentimentalismo? Era porque no había logrado superarlo. Cuando me miré nuevamente, desde la perspectiva de otra gente, me di cuenta que el sentimentalismo ya no podría afectarme.