(Minghui.org) Aprendí los ejercicios de Falun Dafa cuando comencé a leer Zhuan Falun. En ese tiempo no podía cruzar las piernas y solo podía sentarme con las piernas estiradas. Pero cuando juntaba las manos, sentía como si estuviera dentro de una cáscara de huevo. Me sentía muy cómoda. Esta sensación duró unos minutos, y que me quedé muy impresionada.
He leído muchos libros de diversos temas, economía, literatura, leyes, medicina china, e incluso literatura inglesa. Un día, un practicante de Dafa me dio Zhuan Falun. Lo acepté sin hacer preguntas y comencé a leerlo.
Era un domingo a la tarde. El libro me absorbió, y cuanto más lo leía, más respetaba al autor. Apenas llegué a casa, comencé a aprender el ejercicio quinto. Al día siguiente llevé el libro al trabajo y lo leía cuando tenía tiempo. Mis colegas se reían porque estaba leyendo un libro “supersticioso”. Sin embargo, los ignoré y continué leyendo.
Solía tener mucho dolor en mis brazos, especialmente los días lluviosos. Después de terminar de leer Zhuan Falun la primera vez, sentí una corriente de energía circulando desde los hombros hacia los brazos y algo saliendo disparado de mis dedos. Esa noche todavía podía sentir una corriente eléctrica en los brazos. La mañana siguiente mis brazos se sintieron livianos y el dolor desapareció, para nunca más volver.
Después de leer Zhuan Falun, me di cuenta que mis colección de libros ya no me interesaba más, porque no podían ni siquiera sumar una pequeña puntita de la profundidad de Zhuan Falun. La medicina moderna no puede curar muchas enfermedades y la ciencia moderna carece de profundidad.
Cultivando mi corazón
Estaba viviendo los comienzos de mis 30 cuando comencé a practicar Falun Dafa. Comparada con otras personas, no tenía un apego tan fuerte a la lujuria, pero estaba lejos de alcanzar el estándar de un practicante.
Una noche tuve un sueño en el cual yo era una niña pequeña y mi esposo era un niño pequeño no mucho mayor que yo. Estábamos haciendo burbujas con orina y tierra amarilla, y nos las tirábamos. Después de despertar, me di cuenta que Shifu me estaba alentando a dejar ir mi apego a la lujuria, así que intenté rectificarme usando los principios del Fa.
Un día estaba acostada en mi cama, y vi algo dejando mi cuerpo involuntariamente, y con lágrimas en sus ojos. Me di cuenta que era la lujuria dejando mi cuerpo. Cuando vi que no se quería ir, le dije: “Tienes que irte porque mi cuerpo ya no te alimentará más. Por favor, vete inmediatamente. Ya no te quiero porque practico Falun Dafa”. Entonces se fue pacíficamente, pero con un poco de indignación.
Desde entonces me he convertido en una persona nueva y no tengo más esos pensamientos.
Cáncer desaparece
Antes de comenzar a practicar Falun Dafa, me diagnosticaron con cáncer de nasofaringe. No podía respirar por la nariz, solo por la boca. Muchas veces me quedaba sin aire y siempre tenía la garganta seca. A veces me dolía el corazón y por momentos parecía que dejaba de latir.
Hice algunos tratamientos para aliviar estos síntomas, pero el alivio duraba solo unos 15 días. No podíamos pagar un tratamiento médico, así la mayor parte del tiempo tenía que simplemente sufrir.
Un día estaba leyendo Zhuan Falun cuando algo cayó de mi fosa nasal. Era amarillento y seco y del grosor de una moneda de 50 centavos. Era dura y del tamaño de la uña de un dedo. Luego me di cuenta que podía respirar por la nariz de nuevo. El problema de mi nariz desapareció.
Le pregunté a un practicante veterano y me dijo que Shifu debía haber limpiado la raíz de la enfermedad.
Lo sagrado de la cultivación
Un día después del trabajo vi un montón de círculos dando vueltas alrededor de la rueda de mi bicicleta. Me di cuenta que eran Falun. Con un montón de Falun dando vueltas frente a mí, fui hasta una librería. Entonces todos los Falun desaparecieron cuando entré a la librería. Allí había un montón de libros de Dafa y compré dos juegos de las lecciones de Shifu en Jinan. Uno era para mi madre y el otro para mí.
Intenté aprender la meditación sentada mirando las fotos cuando comencé a practicar. Un día escuché un sonido muy lindo de campanas de plata en el patio y dentro de mi casa. Les pregunté a mis familiares si lo habían escuchado también. Dijeron que no y pensaron que yo tenía un zumbido en mis oídos. Me di cuenta que no tenía que hablar de cultivación con la gente común. Varios días después entendí que necesitaba pedir ayuda para aprender los ejercicios.
Una vez escuché que dos personas comentaban que irían a ver los videos de Shifu en una escuela a las seis de la tarde ese día. No los conocía y no estaba segura si podía ir. Después de la cena fui en bicicleta y escuché la música de Dafa y la voz de Shifu. Dudé un poco, pero finalmente entré. Todos estaban sentados en loto completo o medio loto. Yo no podía hacer ninguno de las posiciones, así que decidí seguirles el ritmo.
Shifu me alentó a cultivarme diligentemente dejándome ver muchas escenas. Me dejó experimentar la apertura de la gran circulación celestial. Cuando caminaba sentía como si flotara. También me dejó experimentar la unión de las tres flores encima de la cabeza como también la colocación del paso prodigioso.
Mis padres y mi hijo
Les presenté Dafa a mis padres. Ellos estudiaban el Fa con otros practicantes por la tarde. Una mañana cuando los visité, vi sangre en el piso. Mi padre dijo que había vomitado sangre, pero que no tenía miedo.
“Creo que Dafa y en Shifu. Me siento cómodo después que la sangre salió. Sé que es sangre sucia, para que pueda recuperarme de mis enfermedades cuando salga toda”, dijo.
Un día mi hijo estaba luchando con su tarea y apoyó su cabeza contra la mesa. Le descubrí fiebre. En ese momento, una voz me dijo: “Tiene meningitis viral”.
Su cara estaba hinchada y roja. Lo llevé a la cama y durmió profundamente mientras yo le reproduje las lecciones de Shifu. Tuve la fe de que todo estaría bien después de escuchar a Shifu y el Fa.
Pronto empezó a vomitar hasta que no le quedó nada en el estómago. A pesar de que su fiebre se calmó un poco, su respiración era pesada. A la medianoche escuché la alarma y me recordó que enviara pensamientos rectos. Los pensamientos rectos en ese momento tal vez ayudaron. Después que terminé de enviar pensamientos rectos, su fiebre desapareció.
Tres días después estaba casi completamente recuperado. Su padre no estaba en la casa esos días, y cuando regresó, forzó a nuestro hijo a tomar aspirinas. Mi hijo me dijo que no eran realmente medicinas, sino caramelos dulces.
Me contó que en sus sueños Shifu se llevó varios pequeños discípulos a escuchar el Fa y hacer los ejercicios en un lugar hermoso donde las plantas, los animales, y los edificios eran todos transparentes.
Lamentablemente, él ya no practica Falun Dafa, porque su padre le pegaba. El haber dejado la práctica también fue resultado del lavado de cerebro en la escuela y en el ejército donde ahora sirve. Espero que algún día retome la cultivación.
Cuerpo purificado de nuevo
En 2010, encontré un bulto en cada uno de mis pechos. Tenía fiebre constante y mis pechos se hincharon y me dolían mucho. La gente común dijo que era cáncer de mamas.
Estudié el Fa, lo memoricé, practiqué los ejercicios diligentemente, y envié pensamientos rectos. Después de 16 días, sentí que mi cuerpo se alivianó y los tumores se redujeron. Le dije a mi esposo que me había recuperado, y se quedó asombrado.
¡Gracias Shifu por salvarme! ¡Gracias por protegerme una y otra vez!
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Categoría: Beneficios para la salud