(Minghui.org) Solía tener una muy buena relación con mi marido, pero esto cambió después de que comenzara la persecución a Falun Gong. Hemos reñido entre nosotros hasta el punto del divorcio. Luego, utilicé los principios de Falun Gong como guía, me cultivé y eventualmente las cosas fueron cambiando.
Los conflictos empezaron después de comenzar a practicar Falun Gong
Mi esposo es trabajador, honesto y callado. Aunque no es bueno socializando, me quiere mucho y me cocina desde que estamos casados.
Su actitud cambió cuando comencé a practicar Falun Gong en 2001. No estaba contento porque temía que traería problemas a nuestra familia debido a la persecución.
A fin de contentarlo un poco y para que me apoyara en mis creencias, traté de ayudarlo con algunas tareas del hogar y con la cocina. Pero criticaba mi trabajo y no comía lo que cocinaba.
Estaba molesta y pensaba: “Esté contento o no con mis creencias, me cultivaré hasta el final”. Y dejé de ayudarlo en todas las tareas domésticas.
Cuando iba a la casa de otras practicantes, sin embargo, veía cómo ellas cuidaban a sus maridos, entonces decidí cambiar y empezar a compartir algunos quehaceres y cocinar para él nuevamente.
Fui detenida en la comisaría local durante dos días por practicar Falun Gong. Mi esposo estaba muy atemorizado. Traté de explicarle por qué el partido comunista chino perseguía a Falun Gong, pero no quiso escuchar en absoluto.
Después de un tiempo, la empresa para la que trabajaba entró en bancarrota y perdió su trabajo. Yo no ganaba mucho, y teníamos que pagar la hipoteca. Estábamos muy apretados con el dinero.
Durante un Año Nuevo tuvimos una discusión y él me pateó. No pude tolerarlo y le dije que me divorciaría. Me fui a la casa de mis padres.
Sabía que el Maestro Li, fundador de Falun Dafa, no nos alienta a divorciarnos, pero tampoco dice que no podemos hacerlo. En una reunión familiar, me quejé acerca de mi marido. Dije que no me dio una buena vida y que estaba en contra de mi práctica, así que era mejor si me divorciaba.
Nuestros familiares no querían que nos separáramos, y yo en realidad no había tomado una decisión al respecto.
El matrimonio revive luego de mirar para adentro
Los practicantes se enteraron del conflicto que tenía con mi esposo y me dijeron que estaba equivocada, que tenía que estudiar más el Fa.
El Maestro dijo:
“Siendo que nosotros refinamos gong genuinamente, debemos ver esta cuestión desde un nivel muy alto, no podemos verla utilizando la perspectiva de la gente común”. (Zhuan Falun)
Esto puede sonar simple, pero es muy difícil ponerlo en práctica. Me llevó casi un año soltar algunos de mis apegos.
Por ejemplo, no me gustaba que mi esposo sea poco sociable y sentía que pasaba vergüenza cuando salía con él. Esto significaba que estaba apegada a la reputación. También quería que me escuchara e hiciera lo que yo deseaba. Esto era el apego de querer tener el control. Ya que nada es absoluto, no importaba cómo se hicieran las cosas. Mi mayor apego era el deseo de una vida cómoda y adinerada.
Después de estudiar el Fa, me iluminé a que en esta vida estábamos predestinados a convertirnos en una pareja y que debía atesorar nuestra relación. Tuve que eliminar todos mis apegos.
Ahora, mi esposo y yo, somos amistosos y amables entre nosotros.
Mi suegra sentía vergüenza de que su hijo fuera mantenido por su esposa, y un día se disculpó conmigo. Le respondí: “Nosotros somos una familia. Lo que es mío es suyo, y lo que es suyo es mío”.
No nos preocupamos por quién tiene que hacer más tareas de hogar, y no nos importa quién gana más dinero. Siempre y cuando hagamos nuestro mejor esfuerzo y pensemos en el otro.
El matrimonio no solo se trata del amor, también incluye la lealtad. El crédito es de Falun Gong, por ayudarme a mantener un matrimonio feliz.
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Categoría: Mejorándose uno mismo