(Minghui.org) Durante junio del año 2016 en el Festival del Bote del Dragón, una fiesta tradicional en China, otro practicante y yo estábamos aclarando la verdad frente a una tienda. Dos estudiantes de escuela secundaria, que habían sido engañados por las mentiras del PCCh sobre Falun Dafa, nos reportaron y fuimos arrestados.
Cuando llegamos a la comisaría, vi varios oficiales y dije: “¿Cómo están? Como saben, somos buena gente”.
Un agente nos trajo un vaso de agua para cada uno. Sentí en mi corazón que no nos haría daño.
Después de un tiempo, otro nos llevó a una sala de reuniones. Alentamos a este joven a tratar a los practicantes de Falun Dafa con bondad y que recuerde que Falun Dafa es bueno.
Entonces dijo: “¡Sí! ¡Sí! Sé que son buenas personas. Por favor tomen asiento y esperen a mi supervisor. ¡Les encenderé el aire acondicionado!”.
Media hora más tarde, el jefe de la comisaría entró en la habitación con varios agentes y nos preguntó airadamente: “¿Qué hicieron? Cuéntennos”.
Sonreí y respondí: “¡No sea tan malo! Somos inocentes. Solo alentamos a la gente a ser buena. Estamos haciendo buenas acciones. ¡Nuestro Maestro quiere ayudar a salvar a todo el mundo, incluyendo a los policías! Por favor recuerden que Falun Dafa es bueno”.
El ambiente de tensión se relajó un poco. Varios salieron de la oficina. Solo el jefe y otro oficial de la oficina 610 se quedaron. Pronto el principal nos miró y también dejó la habitación.
Le aclaramos aún más la verdad a este agente y lo animamos a reconocer la situación actual y a no seguir al régimen comunista en perseguir a Falun Dafa.
Finalmente, le pedimos que nos libere. Pensó un poco y nos dijo que necesitaba hablar con su supervisor.
Dijo por teléfono: "Sólo dos ancianas hablaron de Falun Dafa. Nada grave”.
Luego nos manifestó: “Es posible que necesitemos más información de ustedes. Después pueden pedir a sus familias que vengan y los lleven a casa”.
Nos trasladaron a una sala de computadoras. El jefe pidió los nombres y direcciones, pero nos negamos a responder. Entonces nos preguntó si habíamos presentado demandas contra Jiang Zemin, el ex jefe del partido comunista chino.
Le respondí: “Demandar a Jiang Zemin nos hará bien a todos”.
Después quiso saber si habíamos hablado sobre la persecución de Falun Dafa a los estudiantes de la escuela secundaria.
Le expresé: “Estamos contándoles a todos los chinos que Falun Dafa es bueno y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
Para nuestra sorpresa, de repente gritó: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.
Nos reímos y dijimos: “¡Muy bien! Será bendecido por eso”.
Sonrió y partió. Luego nos permitieron regresar a casa sin ningún problema.
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