(Minghui.org) Soy parte de la Banda Tian Guo. Me uní en 2013 y empecé a tocar el trombón en 2014.
Un llamado de atención
Desde el desfile en Ottawa la última Navidad hasta el pasado marzo, no tuvimos ningún desfile. Durante ese tiempo no practiqué mucho mi instrumento.
Después del desfile de San Patricio en Ottawa (17 de marzo), casi todos ayudaron a promocionar Shen Yun. Primero participé en los grupos de práctica unas cuantas veces. En los meses siguientes, casi no toqué mi instrumento. Me avergonzaba porque solo fui unas cuantas veces en los fines de semana a repartir volantes de Shen Yun. La mayoría del tiempo me quedaba en casa, con la excusa de estudiar para la escuela.
No estaba ocupado realmente. Era perezoso. También, era una manifestación de egoísmo. Pensé que mientras todos estaban ocupados promoviendo Shen Yun, de todas maneras tendríamos un pequeño tiempo para practicar juntos. Necesitaba relajarme un poco. ¿Por qué tendría que agobiarme?
Por unos cuantos meses este pensamiento invadió mi mente. Cuanto más aflojaba, más difícil era para mí levantar el trombón y practicar.
Algunas veces me sentía avergonzado. Después pensaba, bueno, estuve aflojando por un tiempo, no importa si aflojo más.
En todas las conferencias en años recientes, el Maestro mencionó que el tiempo apremiaba. Su tono se ponía más y más serio. Sin embargo, seguía comportándome de la misma manera.
Estaba avergonzado por desperdiciar mi tiempo en perseguir tranquilidad debido a mi apego a la pereza. Sin embargo, me di cuenta que sentirse avergonzado no ayudaba. Algunas veces el sentimiento de vergüenza impedía que me pusiera estricto conmigo mismo.
Un buen estado en mi cultivación podría mejorar mi performance. La Banda Tian Guo es mi principal trabajo de Dafa y es también una valiosa oportunidad. Es mi misión.
El Maestro dijo en “Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York en 2016”:
“¿Pero lo has pensado? Cuando viniste a este mundo, firmaste un contrato conmigo, juraste que ibas a salvar a esos seres conscientes, sólo entonces pudiste ser Dafa dizi, para que pudieras hacer este asunto, pero no cumpliste. No has cumplido totalmente; esos incontables seres conscientes, esos enormes grupos de vidas que cargas sobre tu espalda, que te fueron distribuidos, ni los puedes salvar, ¡¿qué es eso?! ¿Acaso eso es simplemente una cuestión de no cultivarse diligentemente? ¡Eso es un pecado extremada, extremadamente grande! ¡Un pecado sin comparación!”.
La primera vez que leí este párrafo del Fa, estuve en shock. No podía imaginarme cuán serio era el asunto de la cultivación y de salvar a los seres conscientes. Cuando se acercaba otro desfile y la escuela había terminado, me decía: “Debo esforzarme. Tengo que practicar bien mi instrumento”.
Trabajando con otros practicantes
Vine a Toronto para tomar un curso de verano. A través de esta oportunidad, pude participar en la práctica de la banda cuatro veces para tres desfiles. Aprendí mucho mientras trabajaba con los practicantes en Toronto.
La primera vez que fui a una práctica en grupo, estaba tan nervioso como entusiasmado porque había muchas caras nuevas. Sentí que el nivel de performance de la Banda de Montreal era alto, y quería ostentar. Ese no era para nada un pensamiento recto.
También sentía que tocaba muy bien mi instrumento. A pesar de que no era uno de los mejores concertistas, sentía que era mejor que muchos de ellos. Cuando escuchaba los errores de los otros, mi mentalidad de ostentar se intensificaba.
En este nuevo entorno, no me sentía cómodo. Siempre que otros practicantes no podían llegar a la nota correctamente durante los ensayos, desarrollaba muy malos pensamientos.
En el primer ensayo el primer pensamiento fue: ¡Quiero volver a Montreal! No renuncié, pero un elemento iba y venía. No miré para adentro, pero en cambio me quejaba de los practicantes locales.
Fui a casa y me calmé. Con la ayuda de otros practicantes, vi que tenía una mentalidad de ostentar, me gustaba sobresalir y quejarme.
En realidad esto era un gran ambiente de cultivación para mí. En la Banda de Montreal, nadie nunca me criticó y en las prácticas no había problemas. ¿Cómo podía incrementar mi nivel de gong cuando era todo tan cómodo? Por eso el Maestro arregló tal ambiente para que elimine esos malos pensamientos.
De repente todo se volvió más claro para mí. Debía enfocarme en solo una cosa en la banda: la coordinación. No era para mí ostentar ni juzgar quien era mejor o peor. ¿Cómo podía compararme con los otros? De eso es lo que se trata la mentalidad de ostentar.
Entendí en realidad que tenía muchas posibilidades de mejorar. Solo podía tocar unas cuantas piezas bien. En las últimas prácticas, me di cuenta gradualmente de que mis habilidades no eran tan sólidas. Realmente estaba avergonzado de mí por querer ostentar, aun con tan limitadas habilidades.
Estaba yendo por un camino peligroso. Podía ver que si mejoraba mis habilidades, iba a querer ostentar tanto que manifestaría interferencias demoniacas.
También me di cuenta que los practicantes son iguales en todos lados. No importa si son de Montreal o Toronto. Todos somos elementos del Fa cooperando uno con el otro, formando un cuerpo para tener el mejor impacto.
Uno nunca debería ser crítico con otros practicantes. Este pensamiento negativo me estaba bloqueando. Esto también ha causado un impacto negativo hacia otros practicantes. De hecho, fue como cometer crímenes hacia practicantes e incontables seres conscientes. Estaba conmocionado por mi mala actitud hacia otros practicantes. Decidí eliminarlos.
En el siguiente desfile, eliminé la materia mala en mí. Antes de que el desfile empiece la banda ensayó. Mi sección cometió algunos errores y atraje la atención del líder de la sección. Aunque los errores no fueron corregidos durante el desfile, no me lo tomé en serio. Rápidamente envié fuertes pensamientos rectos para eliminar mis malos pensamientos.
Mientras tocábamos, cuando encontré que los otros en mi parte estaban fuera de sincronización, dejaba de soplar o me atrasaba. De esta manera, creí que dejarse llevar era la mejor manera, en vez de tratar de descifrar qué estaba bien y qué estaba mal.
El Maestro dijo en Hong Yin III:
“Quién tiene razón, quién no
Cultivador practicante
Busca tú mismo los errores
Elimina todo tipo de corazones humanos
No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer
El que tiene la razón es él
El que está equivocado soy yo
¿Por qué contienden?”
Si la forma en que toqué la canción era diferente a los demás, significaba que lo hice mal.
Cuando el desfile terminó, el practicante que iba caminando frente a mí me felicitó. La verdad era que el trombón que toqué no era mío, y todavía trataba de acostumbrarme a éste.
Cuando el desfile comenzó, no estaba cooperando. Continué enviando fuertes pensamientos rectos hasta que la situación cambió para mejor. También evitaba tocar algunas partes importantes, entonces no estaba satisfecho con mi propia actuación.
Creo que el cumplido fue el ánimo del Maestro ya que pude soltar mi ego. A pesar de que sentí que estaba bien, tenía que seguir eliminando apegos y cooperando con el grupo incondicionalmente. Esta era la única manera de llevar un gran efecto a nuestra audiencia. Si solo hubiera insistido en hacer mis cosas y no prestar atención a todo el efecto, hubiera causado un gran daño.
Cuando conseguí eliminar la materia mala en mí y convertirme en parte del equipo, me di cuenta que también los otros cambiaron. Los practicantes de la misma sección me preguntaron qué tipo de ritmo tendría que ser. El instructor de eufonio, quien era también el director de la orquesta, me enseñó cómo mejorar la calidad de mi pieza, la forma correcta de la boca, y cómo respirar adecuadamente.
Vi cuán dedicados eran estos practicantes y cuán atrás quedé. Una vez noté, en un día caluroso, a un practicante mayor con un eufonio, cuidadosamente tratando de llegar bien a cada nota. El realmente me inspiró. Gradualmente, los miembros de la Banda de Toronto ya no eran extraños. Sentí que era parte de la banda. Antes de eso, fue solo mi noción lo que causó el aislamiento.
El tiempo voló. Mi tiempo en Toronto terminaba. Con desfiles los sábados y prácticas los domingos, nunca me sentí tan satisfecho, tan diferente del tiempo en que holgazaneaba en casa.
Antes de volver a Montreal, hubo otro desfile. Mientras llevábamos a cabo la pieza, “El Retorno Triunfante,” sentí una corriente caliente penetrando mi cuerpo. Fue muy difícil de explicar, como si todos los instrumentos se tocaran juntos y trabajaban como uno –el sólido golpe de los tambores, el bello sonido de los instrumentos de viento, la alegría expresada por las trompetas, el poder del eufonio.
Mis sentimientos iban más allá de las palabras. Era algo traído de mi cultivación. Esto me animó a querer esta oportunidad y hacerlo mejor. También me sentí purificado. En los tres años que toqué en la banda, fue la primera vez que me sentí de esa manera.
En mi primer desfile, era como una hoja en blanco y ahora siento que he crecido. Me siento verdaderamente agradecido con el Maestro. Estaba yendo cuesta abajo, y Él me dio una oportunidad de recuperarme y elevarme. La experiencia de Toronto fue verdaderamente un viaje triunfante para mí.
Desfile en Montreal
Después de volver a Montreal, participamos en el Desfile del Día de San Juan Bautista con practicantes de Toronto. Al ver nuestra banda aclamada por los seres conscientes, ¡me sentí muy orgulloso! También sentí que solo haciéndolo mejor y mejor podría estar a la altura del título de miembro de la Banda Tian Guo.
Recordando la primera vez cuando me uní a la banda, la elevación de la banda ha sido realmente increíble. Mi tarea en coordinar con la banda de Toronto fue también lo mejor en estos tres años.
Tocar con miembros de la Banda Tian Guo de Nueva York en el Desfile del Día de Canadá fue inspirador para mí. La banda de Montreal tiene mucho potencial y pensé que podríamos tocar tan bien como la banda de Nueva York en el futuro, o aún mejor.
En el Día de Canadá escuché más de una vez a gente de China apuntándonos y diciendo “Eso es Falun Gong”. Me di cuenta por qué se nos requería vestir uniformes. Cuando nos poníamos ese uniforme, no nos representábamos tan solo a nosotros. Estamos siendo vistos por seres conscientes y deberíamos vernos lo mejor posible todo el tiempo.
Me di cuenta que cada palabra o acción nuestra es observada por una multitud de dioses y seres conscientes. Deberíamos recordarnos todo el tiempo que debemos comportarnos como practicantes, entonces mereceremos este título.
Durante los últimos años de práctica en la banda, he visto a la banda mejorar. Me siento afortunado de compartir lo que observé. Me quedé en Toronto unas cinco cortas semanas, pero cuando volví a Montreal, pude ver la diferencia que logré en mí.
Estoy en deuda con los miembros de la banda de Toronto por mi mejora. Atesoro lo que conseguimos a través de nuestros esfuerzos colectivos, y valoro esta oportunidad y misión.
Me di cuenta de que, si ensayábamos o marchábamos en un desfile, teníamos la oportunidad de eliminar nuestros apegos. En una tormenta, bajo el sol ardiente, o en el frío invierno, nos estábamos templando.
Verdaderamente aprecio la gracia salvadora del Maestro y las valiosas relaciones predestinadas que tenemos con cada uno. Creo que lo haremos bien en traerle la belleza de la Banda Tian Guo a más gente y darles una canción sagrada después de que usemos nuestros instrumentos del Fa.
Lo mencionado arriba son mis entendimientos cultivándome en la Banda Tian Guo. Amablemente señala algo inapropiado.
¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!
(Presentada en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Falun Dafa en Canadá 2016)
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