(Minghui.org) Soy un jubilado de una mina de carbón. Me volví paralítico durante un accidente en una mina de carbón en los años 80. Viví una vida miserable y me sentí desanimado hasta que comencé a practicar Falun Gong en 1997. Después de comenzar a practicar, mi parálisis desapareció maravillosamente. Me levanté de nuevo y desde entonces he estado viviendo una vida saludable.
Recuerdo que un grupo de más de 60 mineros fueron a un túnel de excavación de carbón, trabajando en pares. Había pilares de metal soportando la parte superior del túnel. Movimos los pilares de metal hacia adelante por seguridad después que la excavación de carbón quedó fuera. Intenté mover un pilar pero estaba atascado, incluso cuando lo golpeé con un martillo. Mi compañero de trabajo no lo creía. Agarró mi martillo y golpeó el pilar.En ese momento, el túnel colapsó. Un gran bloque de rocas, de más de 30 metros de largo, 20 metros de ancho y 14 metros de alto, cayó sobre nosotros. La mitad derecha de mi cuerpo quedó clavado por las rocas. Quedé desmayado.
Escuché a alguien gritando cuando recuperé la consciencia. Otros mineros estaban rescatándonos. Desenterraron mi cuerpo del carbón y me sacaron cuidadosamente. La roca grande era muy pesada para ser levantada, aún con grúas hidraúlicas. Mi compañero de trabajo fue aplastado bajo la roca y murió en el accidente. El incidente causó una muerte y ocho heridos.
Fui llevado rápidamente al hospital y me diagnosticaron fracturas de compresión en mis primera, segunda y tercera vértebra lumbar. Realizaron una cirugía por más de ocho horas para reparar mi columna con una placa de metal. Permanecí en cama por más de seis meses y sólo pude caminar con muletas después de esto.
Mi esposa estaba débil y mi hijo era joven. Era el único sustento de mi familia antes de quedar discapacitado. Su desamparo me hizo sentir más desanimado y pensé en morir muchas veces. Mi vida era extremadamente miserable. Visité mucho grandes hospitales en Beijing y Tianjin. Todos los especialistas tenían la misma respuesta acerca de mi estado: no había ningún tratamiento mejor. Estaba desesperado. Tomaba diariamente la medicación y tenía infusiones intravenosas mensualmente. Viví en agonía por años.
Participé en un grupo local de práctica de Falun Gong en la primavera de 1997. Practiqué los ejercicios estando sentado en mi silla de ruedas. Gradualmente sentí un fluido cálido en mis piernas y el dolor en mi espalda disminuyó, así que me volví más determinado en practicar Falun Gong.
Día tras día, mi salud mejoró. Falun Gong me dió la esperanza para una vida nueva. Incluso comencé a controlar mi fuerte temperamento y me volví una mejor persona siguiendo los principios de Falun Gong. Eventualmente fui capaz de levantarme sin necesitar las muletas y ser capaz de vivir una vida normal en el 2000. Agradezco al Maestro Li y a Falun Gong por salvarme.
Foto de la espalda del practicante Qing Yan, mostrando la cicatriz de seis pulgadas.
Después que el partido comunista inició la persecución a Falun Gong, fui a la plaza Tiananmen a crear consciencia acerca de la persecución. Volví a la casa de mis padres en un pueblo remoto cuando la persecución estaba en su pico. El secretario del partido de mi unidad de trabajo envió una docena de oficiales de policía al pueblo a buscarme. Querían llevarme a un centro de lavado de cerebro.
Les conté mi historia y la considerable mejora en mi salud después de practicar Falun Gong. Escucharon en silencio. El secretario del partido dijo antes de irse: “Puedes practicar en tu casa si es bueno para ti”.
Monté una bicicleta y fui por las calles a contarle a la gente acerca de Falun Gong y crear consciencia acerca de la persecución. Vivo una vida saludable y feliz.
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Categoría: El poder divino de Falun Dafa