(Minghui.org) ¡Saludos Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!
Primera parte: Obteniendo el Fa y comenzando a asistir
Me gustaría compartir algunas experiencias de mis 19 años de cultivación como un practicante occidental de Falun Dafa y el proceso que atravesé al seguir el rol de coordinador.
En la primavera de 1997 conocí Falun Dafa través de un compañero de trabajo en una compañía de informática de avanzada en el Silicon Valley. Después de explicarle que estaba en un camino espiritual y que no buscaba una carrera como la mayoría de la gente de mi edad, me contó sobre la práctica y regresó unos días más tarde con la versión en inglés del libro Zhuan Falun. Era un libro con tapa celeste llena de Falun de diferentes tamaños, al abrirlo vi la imagen del Maestro con un atuendo anaranjado, y sentí que era algo especial, pero no sabía lo que estaba a punto de descubrir: ¡El Dafa del universo!
Después de leer el libro varias veces, y darme cuenta de que este era el camino que estaba esperando, expresé interés en aprender los ejercicios también. Mi compañera organizó una reunión con un tercer colega que también era practicante, y me enseñaron los cinco ejercicios. En ese momento nunca me hubiera imaginado que nosotros tres seríamos, muchos años más tarde, coordinadores para nuestra región del norte de California. El plan de Shifu para cada uno de nosotros estaba realmente muy bien arreglado.
Mi compañera me invitó a algunas actividades grupales que tendrían lugar la semana siguiente. Un gran grupo de práctica se organizó en el Ortega Park para celebrar un año del aniversario de la primera enseñanza del Fa del Maestro en los Estados Unidos, en Sunnyvale, California. Como el parque era el sitio en que Shifu habló, mucha gente sentía que era un lugar especial. Conocí a muchos practicantes que me dieron la bienvenida al camino de la cultivación. Más tarde, ese mismo día, fuimos a la Universidad de Stanford donde se realizaba un Fahui pequeño. Todos los discursos eran pronunciados en chino, y no se ofrecía traducción, así que sólo me senté y observé el ambiente. Tenía una buena impresión de los practicantes, y el campo de energía parecía muy recto, así que decidí continuar con mi camino de cultivación en Falun Dafa, deshaciéndome de todos los otros libros espirituales que tenía en mi departamento.
Unos días después, Shifu comenzó a purificar mi cuerpo con una energía limpia y poderosa. Hablé con emoción a mi colega sobre mis experiencias y me sugirió que comenzara a estudiar el Fa en grupo para tener un ambiente de cultivación y compartir con mis compañeros practicantes. Un estudiante egresado de Stanford nos consiguió una sala en el campus universitario y comenzamos a estudiar el Fa en inglés cada viernes por la noche. La mayoría de las veces era yo quien asistía junto a otros practicantes chinos. Después de 2 o 3 meses, uno de los practicantes veteranos sugirió que ya que era un grupo de estudio en idioma inglés, tendría más sentido que un practicante angloparlante fuera el anfitrión en lugar de un practicante chino. Acepté, y de esa forma me convertí en asistente de los practicantes de habla inglesa. Era un poco extraño tener el rol de asistente cuando al mismo tiempo me sentía como un nuevo practicante. Pero era algo arreglado para mi cultivación así que tenía que dar un paso al frente y cumplir con mi responsabilidad.
La práctica de cultivación en esos días era muy simple. Practicábamos los ejercicios por las mañanas, trabajábamos en el día y leíamos Zhuan Falun al regresar del trabajo, y Escrituras esenciales para mayor avance cada noche antes de acostarnos. Los cortos artículos del Maestro ayudaron a guiar mi entendimiento sobre el rol y las responsabilidades de ser asistente.
Unos meses después, varios occidentales iban y venían, estudiando el Fa con nosotros cada viernes, o aprendiendo los ejercicios en el parque. Pero pocos quedaban en el largo plazo por razones varias. Finalmente, apareció un practicante occidental que parecía bastante serio con Falun Dafa, así que lo ayudé para que obtenga el Fa. Por su horario laboral y su vida, el único momento en que podíamos reunirnos era por las noches. Así comenzamos un grupo de práctica de 20 a 22 hs. una o dos veces por semana. Los practicantes occidentales tienen su propio entorno cultural y varios conceptos y nociones que deben superar, así que era importante mantener un grupo de estudio del Fa estable donde se sintieran bienvenidos y pudieran hablar en su idioma nativo para compartir sus entendimientos.
Segunda parte: Dando el paso al frente para defender el Fa y aclarar la verdad
El 20 de julio de 1999, el partido comunista chino (PCCh) comenzó a arrestar y perseguir a los practicantes de Falun Dafa en China a gran escala. Era algo inesperado para mí, ya que al no crecer en esa sociedad no podía imaginarme cómo podían los practicantes ser percibidos como una amenaza por el gobierno. Pero sin importar las razones de la persecución, no teníamos más opción que responder y usar nuestra posición en el mundo libre para generar conciencia y juntar el apoyo de la gente de buen corazón del mundo. Muchos practicantes viajaron a Washington DC para aclarar la verdad al gobierno de los Estados Unidos.
Justo para ese momento, habíamos programado una conferencia de intercambio de experiencias a gran escala en San Jose el 24 de julio. Nos dijeron que siguiéramos adelante y continuemos con nuestros planes de la conferencia y que luego los practicantes de nuestra región podrían viajar a Washington DC. No estaba seguro sobre lo que debía hacer, ya que mi madre estaba recién llegada de visita del Área de la Bahía. Era la primera vez que venía a visitarme después de que me mudé de mi casa en Chicago, cinco años atrás. Era una prueba para ver si podía dejar el apego al qing con la familia. Me reuní a estudiar el Fa junto a unos pocos practicantes en mi departamento y discutíamos qué hacer. Decidí que daría el paso al frente para defender el Fa y reservaría un pasaje para Washington DC en un viaje que salía unas pocas horas después.
Cuando llegamos a Washington DC nos reunimos con otros coordinadores que se estaban alojando en el mismo hotel. Pedí ayudar a coordinar la región oeste de los Estados Unidos, asegurándome que hubiera practicantes asignados para visitar a cada uno de los diputados y senadores que representaban a nuestra región. Fue una buena oportunidad para tomar confianza como coordinador ya que naturalmente no tengo el tipo de personalidad de un líder. Esta era probablemente la primera vez que veía a los practicantes cooperar incondicionalmente aunque muchos de nosotros no sabíamos qué hacer antes de llegar a Washington DC. Era simplemente nuestro instinto de alzar la voz en nombre de Falun Dafa luego de beneficiarnos con la práctica y entender en profundidad los principios del Fa.
De regreso a casa, organizamos conferencias de prensa, protestas frente al consulado chino en San Francisco, y le contamos a nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo sobre la persecución. Un practicante sugirió que organicemos talleres introductorios a Falun Dafa para que más gente conozca la práctica, y para explicar cuán irracional era la persecución en China ya que sólo cultivamos Verdad-Benevolencia-Tolerancia y no tenemos interés en el poder político. Este compañero practicante ayudó a organizar los talleres en diferentes ciudades del norte de California y puso avisos en periódicos locales para que la gente supiera que llegábamos. Mi tarea era dar la presentación y enseñar los ejercicios luego. También respondíamos las preguntas de la gente ya que era un golpe duro para los estadounidenses entender cómo el PCCh podía perseguir a un grupo pacífico de la sociedad. Muchos estadounidenses de buen corazón expresaron su sincera preocupación por los practicantes de Falun Gong y nos desearon suerte.
Varios meses pasaron y viajamos por el estado de California de norte a sur para dar los talleres. Fue una gran oportunidad para salvar gente y para mí personalmente, como cultivador, para eliminar el miedo a hablar en público y desarrollar un corazón de compasión por los seres conscientes. En noviembre de 1999 algunos de los coordinadores principales de la Asociación de Falun Dafa vinieron a la Costa Oeste durante las protestas en Seattle por la OMC. Me pidieron que me uniera a la Asociación de Falun Dafa del Oeste de los Estados Unidos para ayudar a coordinar las actividades de Falun Dafa en nuestra región. Aunque no estaba seguro qué era lo que me requería hacer en ese rol, de nuevo era algo arreglado para mi cultivación, así que acepté la responsabilidad.
Tercera parte: Superando tribulaciones y formando parte del equipo de medios
En el año 2000 nos esforzamos por organizarnos y comunicarnos con los asistentes en el Oeste de los Estados Unidos. Llegamos a algunos asistentes uno por uno, para conocerlos, y realizábamos llamados grupales para poder estar al día sobre cómo iban progresando las cosas en cada lugar. Era importante que los practicantes avanzaran junto a la rectificación del Fa y ayudaran a salvar seres conscientes con los que tenían relaciones predestinadas, sin importar donde vivieran. Los estados en las regiones del oeste están muy esparcidos y algunos tienen muy pocos practicantes viviendo allí. Esto hace que tener un ambiente de cultivación y el apoyo necesario que viene de formar parte de un grupo grande como el que tenemos en el norte de California sea un desafío mayor.
Justo cuando estaba comenzando a tener un rol más completo como coordinador, me encontré con una gran tribulación en mi camino de cultivación. Algunos practicantes que viajaron a Beijing para validar el Fa fueron encarcelados y luego liberados. Cuando regresaron a los Estados Unidos trajeron con ellos yeli físico en la forma que las viejas fuerzas usaban para perseguir a los practicantes en las cárceles en China. Por alguna razón, debí haber dejado alguna brecha en mi cultivación y comencé a desarrollar síntomas físicos como los que los practicantes en China enfrentaban cuando estaban encarcelados. La tribulación física se volvió más grave con el correr de los meses hasta que ya no podía ni siquiera trabajar por el mal estado en que se encontraba mi cuerpo. Lamentablemente, en ese momento, Shifu no había enseñado explícitamente cómo enviar pensamientos rectos, y no me iluminé sobre cómo debía manejarme durante esta prueba tan difícil. Así que arrastré las tribulaciones por muchos meses y me tomé una licencia sin goce de sueldo en mi trabajo. Me retiré de la comunidad de cultivadores y sólo soportaba la tribulación, pensando que eventualmente el yeli sería eliminado y las cosas mejorarían. Esta era una forma pasiva de enfrentar la tribulación e hizo que durara mucho más de lo que debía. Aunque no tenía la herramienta de enviar pensamientos rectos, debí haber usado el poder del estudio del Fa y los ejercicios para eliminar esa cosa maligna de mi cuerpo. Pero no fui diligente y por eso las cosas no mejoraban. La soledad y el sufrimiento que experimenté en esos meses era demasiado. Perdí la confianza en mí como practicante. Lo único que hacía que siguiera adelante era que leía cada uno de los artículos de cultivación que el sitio web Minghui publicaba cada día. Me sentía más cerca de los practicantes en China que estaban sufriendo durante la persecución.
En la primavera de 2001, Shifu enseñó el Fa en el Fahui de Canadá y nos enseñó a enviar pensamientos rectos. Me uní a los compañeros practicantes en el consulado chino para enviar pensamientos rectos globalmente en los horarios señalados. Gradualmente, empecé a cambiar, desde soportar pasivamente la tribulación a eliminar la maldad en mi cuerpo proactivamente. Me reuní con la comunidad de cultivadores y recuperé mi estado normal de salud. Pero ya no volví a ser la misma persona. Tenía un vacío dentro de mí, como si me hubieran sacado una parte de mí. Me di cuenta de la seriedad de la cultivación y de que tenemos que seguir al Fa de Shifu de cerca cuando encontremos conflictos en nuestro camino.
En los años siguientes, pasé por grandes cambios en mi vida. Me casé, fui a la universidad para hacer un posgrado, y me enfoqué más en mi carrera de persona común. En ese momento se estaba creando una versión en inglés de La Gran Época. Cuando los practicantes locales decidieron crear una edición en inglés de La Gran Época en San Francisco, el coordinador del proyecto me pidió que lo ayudara. Acepté el trabajo y asumí la dirección general para la versión en inglés de San Francisco de La Gran Época. Antes, eran siempre los practicantes chinos los que asumían el liderazgo en varios proyectos. Ahora los angloparlantes teníamos una oportunidad para liderar un proyecto propio, y en este proceso, madurar como cultivadores y salvar seres conscientes al mismo tiempo. Atesoré esta oportunidad, y pasé los siguientes siete años y medio trabajando constantemente como editor para La Gran Época en inglés.
A veces, como practicante occidental me siento un extraño, porque más del 90% de los practicantes en nuestra región son chinos. Era difícil estar enfocado y seguir el proceso de la rectificación del Fa. Pero ahora, con mi trabajo para La Gran Época, logré alcanzar el ritmo de la rectificación del Fa paso a paso. Y como nuestro periódico tiene una publicación semanal, no teníamos tiempo para relajarnos o caer en la vida de persona común, ya que teníamos trabajo qué hacer y lectores que nos estaban esperando.
Cuarta parte: Redireccionando mi rol como asistente
En el año 2011 el coordinador principal de nuestra área reformó nuestra Asociación de Falun Dafa local. Con el crecimiento de Falun Dafa en la sociedad y la gira de Shen Yun Performing Arts llegando a más y más ciudades, muchas Asociaciones de Dafa se estaban creando en diferentes lugares, así que no era necesario tener una Asociación de Falun Dafa para el Oeste de los Estados Unidos. Nuestro nuevo grupo de coordinación tenía su base en San Francisco y enfocaba sus esfuerzos en mejorar el ambiente de cultivación para el norte de California. Me pidieron que sea parte de esta nueva asociación y así tuve un nuevo enfoque de mis esfuerzos por mi rol como asistente.
Shifu dio una guía a los practicantes locales, así que sabíamos que San Francisco sería el foco principal de la aclaración de la verdad en nuestra área. Establecimos un nuevo grupo de estudio del Fa en inglés en San Francisco, y varios practicantes se mudaron a la ciudad desde la costa este para apoyar la versión en inglés de La Gran Época. Ese verano, organizamos un pequeño Fahui que fue mayormente en inglés. Como coordinador del Fahui, alenté a todos los practicantes angloparlantes a escribir su experiencia de cultivación, y revisé cada artículo y organicé la traducción en chino. Fue un día especial para todos nosotros y mucha gente se acercó luego para mencionar cómo se habían conmovido por la generosidad y honestidad de los practicantes angloparlantes.
Después de pensarlo por varios meses, decidí renunciar a La Gran Época y enfocarme más en ser asistente. Fue una decisión muy difícil ya que realmente atesoraba ser parte de ese equipo y sabía que teníamos escasez de editores angloparlantes. Pero sentía que estaba pisando en dos botes al mismo tiempo, y que no podía hacer un buen trabajo en ninguna posición, ni como editor, ni como asistente. Presenté mi renuncia y seguí trabajando en mejorar el ambiente de cultivación para los practicantes angloparlantes.
Otro momento importante de mi trabajo como asistente en los últimos años fue cuando decidimos tener un Fahui para pequeños dizi en San Francisco. Nos contactamos con los estudiantes de la Academia Fei Tian en California y con otros jóvenes dizi locales. Una vez más, como coordinador de un pequeño Fahui tuve la oportunidad de estar involucrado en la revisión de los artículos y asegurarme de que todo esté bien organizado. Un tema que surgía en muchos de los artículos era que los jóvenes dizi estaban demasiado influenciados por el apego a los videojuegos. Para algunos niños el apego era tan fuerte que se había convertido en una adicción y no dejaban de pensar en eso. Esta fue una advertencia para todos los padres para tomar este asunto seriamente.
En los últimos dos años he puesto mucho esfuerzo en la organización de un gran grupo de estudio del Fa los sábados por la noche. Dimos a diferentes asistentes y líderes de proyectos la oportunidad de tomar turnos para ser anfitriones del intercambio después de estudiar el Fa. Una noche del año pasado, se suponía que nuestro coordinador principal debía liderar el intercambio, pero tuvo que irse a último momento para atender un asunto urgente. Me dejó el micrófono y me dejó a cargo. Aunque ya había coordinado un grupo grande de intercambio alguna vez, esta era la primera vez que debía hacerlo sin aviso previo. Así que no había preparado temas de discusión ni disertantes. Me paré ante más de 200 personas y pregunté si alguien tenía algo para compartir. La sala estaba en silencio y nadie se ofrecía como voluntario. Como tenía el micrófono, decidí romper el hielo y compartir uno de mis mayores problemas. Compartí directamente desde mi corazón sobre el apego a la lujuria, un problema que había sido incapaz de eliminar completamente. Había intentado hablarlo antes, pero estaba preocupado por dañar la reputación de la Asociación de Dafa, y perder la confianza de los practicantes locales. Pero en ese momento derribé todas mis barreras y solo hablé desde el corazón. Estoy agradecido por tener un ambiente tan puro para poder ayudarnos a romper con dificultades como esta.
Un año atrás, decidí iniciar otro gran grupo de estudio del Fa en San Jose para complementar el grupo principal de San Francisco. Las dos ciudades estaban a unas 60 millas de distancia, y descubrimos que algunos practicantes no podían ir a San Francisco regularmente. El nuevo grupo de San Jose sería una oportunidad para que estos practicantes pudieran participar en un ambiente grupal para estar al día con el proceso de la rectificación del Fa. Me pidieron que me hiciera cargo de este nuevo grupo. Esta nueva responsabilidad me ha dado otra oportunidad para mejorar y ganar más experiencia como coordinador. Tuve que buscar y encontrar una ubicación para el estudio grupal, asegurarme de que la renta se paga todos los meses, e intentar mantener una buena relación con la gente común que maneja el lugar. También debo asignar a una persona para coordinar el intercambio grupal cada semana. Algunos practicantes intentan evadir esta responsabilidad, y tengo que darles un pequeño empujón hasta que deciden aceptar la tarea. No es realmente mi personalidad hacer esto. En especial siento que es un poco gracioso tener que darles un rol a los practicantes chinos que dudan en aceptarlo. En el pasado era siempre al revés, los chinos decían a los occidentales qué debían hacer. Pero me estoy acostumbrando a mi nuevo rol y, en general, creo que el gran grupo de estudio del Fa en San Francisco ha tenido un impacto positivo en nuestra región.
Como asistente, siempre trato de recordar una de las enseñanzas de Shifu que me sirve para guiar mi actitud y comportamiento como persona responsable.
Shifu dijo en “Apéndice III, Requisitos para los Asistentes de Falun Dafa” de la Vía de la Gran Perfección:
“En los sitios de práctica, los asistentes deben ser estrictos consigo mismos y generosos hacia los demás. Deben preservar su xinxing y ayudarse mutua y amistosamente”.
Ayudemos a los practicantes en nuestras regiones a completar sus misiones e intentar salvar a todas las personas predestinadas.
¡Gracias, Shifu! ¡Gracias compañeros practicantes!
(Presentado en Fahui de Nueva York 2016)
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