(Minghui.org) Entre noviembre de 2015 y abril de 2016, 1095 personas en Shengli Oil Field, Dongying, Shandong; firmaron denuncias criminales contra Jiang Zemin, el ex líder del partido comunista chino (PCCh) que inició la brutal persecución de Falun Gong en 1999.

Desde mayo de 2015 más de 200.000 practicantes y sus familiares presentaron denuncias criminales contra Jiang ante la corte suprema y la fiscalía. Más de un millón de personas en distintos países han firmado peticiones para mostrar su apoyo.

Las firmas se subieron online a la procuraduría suprema y a la corte suprema en dos lotes: uno con 303 firmas y otro con 792. La declaración pide que se investiguen los crímenes de Jiang Zemin y él sea llevado a la justicia.

Firmas de personas en Dongying, Shandong, China.

Personas de todos los ámbitos están firmando las peticiones, desde estudiantes adolescentes hasta mayores de 80 años.

Cuando el vecino de un practicante escuchó de las denuncias criminales contra Jiang, dijo: “Las apoyo. Jiang ha perseguido brutalmente a los practicantes de Falun Gong”.

La propietaria de un comercio manifestó: “Apoyo los esfuerzos de los practicantes, lo que sea que hagan”, e inmediatamente firmó la petición.

El empleado de un supermercado comentó: “Jiang es repugnante. Gritó con lenguaje abusivo frente a varios periodistas en una conferencia de prensa en Hong Kong. Nos avergonzó y dañó la reputación de China. ¡Apoyo las demandas en su contra!”. Una mujer que estaba escuchando, expresó: “También las apoyo”.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano ilegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.