(Minghui.org) Nací en la década de los 80 y comencé a practicar Falun Dafa con mi madre cuando tenía 10 años de edad. Eso fue hace 19 años.
El Maestro me dio sabiduría
En 2014 renuncié a mi trabajo en un instituto estatal de diseño y acepté un puesto en una empresa de propiedad japonesa. Me dieron un proyecto con fecha límite de dos semanas.
Todo era nuevo para mí, los programas de diseño, excel, etc., y para ponerlo peor, todo estaba en japonés; incluso a mis reportes tenía que escribirlos en ese idioma. Además de todo eso, me faltaba la experiencia necesaria. La presión se amontonó, y me encontraba en una situación difícil.
Mi primer pensamiento fue rendirme y volver a casa, pero traté de suprimirlo. Para calmarme, salí a dar un paseo y pude relajarme. De repente, supe cómo escribir ciertas partes del informe.
Regresé a la oficina y comencé a trabajar. Cuando de nuevo me estanqué, volví a salir y otra vez encontré una solución. Fue así por un tiempo. Cada vez que me rectificaba, encontraba una solución, o un colega que estaba de paso me decía cómo resolver el problema. Llegó la fecha límite y tuve listo el informe de 80 páginas en japonés.
Siempre que recuerdo este primer proyecto, siento la compasión del Maestro. Él me dio sabiduría y me guió a través de las pruebas. No hubiese sido capaz de completar la tarea sin su asistencia.
El supervisor del proyecto le dijo a mi jefe que yo lo había completado como si ya lo hubiera hecho muchas veces.
Recientemente, pedí a la central de Japón un informe de ejemplo, y para mi sorpresa, me enviaron el que había hecho en ese tiempo. A todos mis colegas les pareció divertido. Yo también estaba asombrada, y muy agradecida al Maestro.
Nada es coincidencia
En esta organización, los nuevos empleados reciben tareas sencillas. Solo después de ser entrenados en Japón por un año, se les dan trabajos de diseño avanzado. Sin embargo, mi área recibió un montón de trabajos, muchos de los cuales requerían conocimientos avanzados. Debido a que las personas en nuestra sucursal carecen de las habilidades necesarias, me asignaron uno de estos trabajos.
El Maestro dijo:
“Les puedo decir que ningún fenómeno que aparece en la sociedad humana es accidental”. (Primera enseñanza del Fa en los Estados Unidos)
Pensé que a lo mejor se trataba de un camino arreglado por el Maestro para mí
Usualmente completaba mis tareas mucho más rápido que mis colegas, y podía resolver los problemas fácilmente cuando pasaban por mi escritorio. Por eso, mis diseños generalmente eran los primeros en ser presentados para revisión. Aún así, la calidad de mi trabajo era considerada como excelente.
Al final, cuando se nos asignaba un nuevo diseño, la sede central me pedía que creara un informe de ejemplo, para que los otros empleados puedan utilizarlo como modelo.
Apego de competitividad
Mi supervisora, la Sra. Lau, dijo que encontró un error en uno de mis diseños en 2014. Después de evaluar lo que dijo, estuve en desacuerdo. Sin embargo, insistió en que yo estaba equivocada y se agitaba porque no lo admitía. Se trataba de mi competitividad, y tenía que deshacerme de ella.
El Maestro dijo:
Si te encuentras con fuertes discusiones, no contiendas con palabras de pelea
Buscar la causa hacia adentro es xiulian
Mientras más se piensa en explicar, más pesa el corazón
Magnánimamente, sin apegos, aparece la visión clara
(“No contender” de Hong Yin III)
Cuando volví a mirar mi diseño, tampoco pude encontrar el error. Sin embargo, mi supervisora siguió señalando el mismo problema. Pero esta vez no discutí con ella, porque el Fa del Maestro estaba en mi mente. De todas formas, no pude cambiar el diseño, porque de hacerlo podría causar problemas.
Pensé que también debería armonizar con mi ambiente de trabajo, porque cualquier dificultad era buena para mi cultivación. Todas las personas comunes me miraban, porque todas mis acciones y pensamientos representaban a Falun Dafa.
Cuando la Sra. Lau encontró el mismo problema en la versión final, estalló. No me alteré y le expliqué calmadamente por qué era lo correcto, y de hecho, ella estuvo de acuerdo.
Cuidando de los pequeños detalles
A medida que más y más colegas míos se enteraban de que practicaba Falun Dafa, me di cuenta que mi ambiente de trabajo también era un ambiente para la cultivación. Si no lo hacía bien, podía causar daño a Dafa.
Solía llegar tarde e irme temprano cuando trabajaba en la compañía estatal. Traté de abandonar mis malos hábitos y trabajar horas extras si era necesario.
Un día hablé con un colega sobre una película conocida. Ella me preguntó por qué seguía mirando películas si me cultivaba. Me sentí incómoda y avergonzada. Sí, ¿Cómo podía tener el apego de ver películas?
Todo es arreglado para mi cultivación
En una ocasión, me contactaron un lunes para que terminara cuatro proyectos de diseño para el viernes. Llegar con éxito era poco probable, a menos que trabajara horas extras todas las noches. También se me pidió que revisara otro proyecto grande y presentara una versión final para el jueves. Todo ese trabajo parecía imposible de completar, la situación era difícil.
La cabeza me dolía, y me preguntaba cómo proceder. Puse todo a un lado y aclaré mi mente. Entonces, limpié todas las sustancias que me causaban miedo y deseos de quejarme. Miré hacia mi interior. Cuando solté el miedo y las quejas, repentinamente entendí lo que tenía que hacer para completar la revisión del proyecto a tiempo.
Cuando evalué el diseño, encontré muchos errores de los diseñadores originales, y me llevaría tiempo corregirlos. El enojo y la rabia aparecieron. Otra vez tuve que poner mi trabajo a un lado y calmarme. Recité poemas de Hong Yin y recordé las palabras dichas por el Maestro:
“Así es como los dioses piensan. Además, si algo parece faltar, ellos sin poner condiciones y de forma silenciosa lo complementarían para hacer así las cosas más completas y perfectas”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002”)
Sentí mi corazón más ligero, y las sustancias que estaban molestándome desaparecieron. El trabajo salió rápido. Cada vez que una queja o resentimiento aparecía, lo negaba. En tres días, había revisado cuatro informes de proyectos, ¡un total de 6.500 páginas!
Sin embargo, no tenía tiempo de completar los cuatro proyectos de diseño para la fecha límite del viernes: era realmente imposible. ¿Qué debía hacer? Mi corazón no se alteró. Decidí seguir los arreglos del Maestro. El viernes a la mañana, debido a unos cambios, me informaron que tenía una semana más para completar los trabajos. El problema se había resuelto.
El Maestro dijo:
“Dafa dizi, no importa lo que haces, arriba hasta un presidente o abajo hasta un ciudadano común, puedes cultivarte. Puedes ser una buena persona en cualquier negocio o profesión, hoy en día todos crean un ambiente de cultivación para los Dafa dizi”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015”)
Podemos cultivarnos en cualquier lugar y en cualquier momento, ya sea en el trabajo, en la sociedad o en nuestro hogar. En todo momento estamos validando el Fa con nuestro comportamiento. Al mismo tiempo, Dafa puede darnos sabiduría.
Fui estricta conmigo en esta compañía extranjera, porque quería demostrar a mis colegas cómo es un practicante de Falun Dafa.
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Categoría: Mejorándose uno mismo