(Minghui.org) Mi hermano y yo estuvimos peleados por mucho tiempo. Cuando yo tenía 20 años de edad discutimos, y no volvimos a hablaros ni vernos en 40 años. No sabía, o no me importaba, dónde vivía él y su familia. Nuestra ira era como un iceberg gigante que nunca se derretía.

Luego de que empecé a practicar Falun Dafa, le conté sobre esta pacífica meditación que mejoraba el cuerpo y la mente. Pero poco después, comenzó la persecución. Esto no solo hizo que nuestros problemas quedaran sin resolver, sino que además le ocasionó malos entendidos adicionales sobre mí.

Falun Dafa me enseñó a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Me volví amable y compasivo, y ahora me llevo bien con los demás. Naturalmente quería resolver los problemas con mi hermano. Después de todo, el Maestro nos dijo en Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia:“Si no puedes amar a tus enemigos, entonces no puedes alcanzar la perfección”.

Pero era más fácil decirlo que de hacerlo. Tenía la esperanza de hacer un avance, pero luego de estar distanciados tantos años, no sabía por dónde empezar.

Pensando más allá, me di cuenta que como practicante, necesitaba hacerlo bien y seguir los principios de Falun Dafa sin importar la actitud de otras personas. El Maestro dice en Zhuan Falun:

“El método de gong de la cultivación-refinamiento, en sí mismo, no es difícil, y la elevación del nivel, en sí misma, no tiene ninguna dificultad; es simplemente por no poder abandonar el corazón humano, que él dice que es difícil”.

Decidí que necesitaba cambiar mis pensamientos y dejar ir mis apegos de perder la cara e interés personal.

Un día escuché que mi hermano estaba hospitalizado y que iban a operarlo, así que fui a visitarlo. Comencé pidiéndole perdón sinceramente y le pregunté sobre su vida y por las cosas que le pasaron en las décadas que estuvimos separados. Mi hermano se conmovió.

Conforme seguimos hablando, le expliqué cómo el partido comunista chino (PCCh) trataba de difamar a Falun Dafa motivando el odio con sus campañas de propaganda. Aunque mi hermano supera los 80 años y fue miembro del PCCh por más de 50, estuvo de acuerdo.

Antes de irme, le obsequié mil yuanes. Le dije: “Siento mucho lo que ocurrió. Por fortuna Falun Dafa me mostró el camino para seguir adelante y mejorar. Si no fuera un practicante, no hubiese venido, y tal vez nunca más nos hubiéramos visto”.

Mi hermano lloró y dijo: “Has cambiado mucho”. Y mi cuñada: “Recuerdo que antes tenías muy mal temperamento. Nunca pensé que tu enojo de tantos años pudiera deshacerse. ¡Te creemos y ahora sabemos que Falun Dafa debe ser grandioso!”.

Continuamos hablando por un tiempo más. Les señalé que el PCCh asesinó a millones de personas durante sus muchas campañas, incluyendo la persecución y asesinato a practicantes de Falun Dafa. Mi hermano dijo que iba a renunciar al PCCh: “No lo haré solo yo. ¡Toda mi familia también renunciará!”.

Le dejé una copia de 9 Comentarios sobre el Partido Comunista. Lo leyó y luego me pidió más información sobre Falun Dafa. Recientemente comenzó a leer el Zhuan Falun, el libro principal de la disciplina.

Estoy muy agradecido de que Dafa me haya ayudado y salvado a mi familia.