(Minghui.org) Un maestro de una escuela secundaria técnica presentó una querella contra el ex líder del partido comunista chino, Jiang Zemin por iniciar la persecución a Falun Dafa, la cual causó que lo torturaran severamente.

En su querella presentada el 20 de septiembre de 2015, el Sr. Zeng Liuming del condado de Zijin, provincia de Guangdong, enumeró las injusticias que soportó, incluyendo torturas y humillación, casi cuatro años en un campo de trabajo forzado, cinco arrestos y tres detenciones, su casa fue saqueada cinco veces, hostigamiento continuo, vigilancia y acoso, despido laboral y pérdida de su salario.

Lo siguiente es el relato de lo que el Sr. Zeng soportó después de su quinto arresto y consecuente encarcelación en campo de trabajo forzado.

Arresto

El 20 de noviembre de 2000, mi esposa y yo fuimos arrestados en la casa de un practicante. Estábamos visitando un pariente en el condado de Huidong, provincia de Guangdong, en ese momento.

Mi esposa estuvo detenida por 53 días. Yo fui detenido por mucho más tiempo.

Alimentación forzada

El 6 de diciembre de 2000, me transfirieron al centro de detención del condado de Zijin. Cuando hacía los ejercicios de Falun Dafa, los guardias me golpeaban y me ponían cadenas pesadas.

Hice una huelga de hambre para protestar. Me pellizcaron la boca y nariz para alimentarme a la fuerza y no pararon hasta que mi estado era grave. Luego me llevaron a la sala de emergencias del hospital del condado.

Representación de la tortura “Alimentación forzada”.

Humillado públicamente

El 11 de enero de 2001, me dijeron que tendría que servir tres años de trabajo forzado. El departamento de policía del condado de Zijin realizó una marcha pública para humillarme el 16 de enero.

Me ataron las manos detrás de la espalda, me pusieron en un camión, y me llevaron a dar vueltas por el pueblo. Luego me llevaron al escenario para que me denunciaran públicamente.

Táctica del partido comunista chino para humillar: mostrando “criminales” por las calles.

Sentado en una banqueta

Desde 2001 hasta 2004, estuve detenido en el campo de trabajo forzado de Sanshui, provincia de Guangdong.

Los guardias me hicieron sentar en una pequeña banqueta de 6 a.m. a 10 p.m. Hicieron esto cinco veces, la primera vez por tres días, la segunda por casi 90 días, la tercera por 30 días, y la cuarta por 180. La última vez que me senté estuve 300 días. A veces no me podía parar después de estar sentado por tanto tiempo. Cuando me sentía realmente mal, tenía que apoyarme contra la baranda de la escalera para poder bajar un piso.

Descarga eléctrica

Los guardias también me colocaron en confinamiento solitario dos veces. La primera vez fue en abril de 2002. Me desvistieron, dejándome solo la ropa interior. Me esposaron y ataron mis pies juntos. Después de echarme agua fría por todos lados, comenzaron a aplicarme descargas eléctricas con picanas.

Un guardia también se paró sobre mis costillas, espalda, y cuatro extremidades mientras estaba en el piso. Vomité sangre todo el tiempo. Esto pasó durante siete días. No me podía parar derecho. Al final, me tuvieron que llevar a un hospital.

Representación de la tortura “descargas con picanas eléctricas”.

La segunda vez fue en junio de 2003. Los guardias me electrocutaban dos veces todos los días, dos horas cada vez. Esposaban mis manos y ataban mis pies, y luego me sacaban a un charco afuera si estaba soleado o me mantenían en una habitación y me echaban agua si estaba lloviendo. Usaban ocho picanas eléctricas juntas e incluso tenían que cambiar las pilas a la mitad. Sufrí pesadillas por 17 días.

Privación del sueño

La segunda vez que estuve en confinamiento solitario, los guardias ordenaron a seis reclusos a mi alrededor, que me vigilaran de cerca las 24 horas para que no me durmiera. Cuando empezaba a dormirme, hacían toda clase de cosas para despertarme: me golpeaban, tiraban de las muñecas, pinchaban mi nariz y oídos, hacían ruidos al lado de mis oídos, se paraban sobre los dedos de los pies y manos, y me pellizcaban.

También me hacían caminar y me empujaban si no podía. No dormí por diez días. Finalmente me desmayé. Los guardias ordenaron a los reclusos que me despertaran, pero nada funcionaba ya. Luego me arrastraron para atrás y delante en el piso por dos horas hasta que desperté.

Alimentando a los mosquitos

Después de privarme de dormir, los guardias me encerraron en una habitación para descargas eléctricas con solo mi ropa interior. La habitación estaba llena de mosquitos.

Intenté ahuyentarlos, pero me cansé y no pude hacerlo más. Había más de una decena de mosquitos en una pierna.

Irreconocible

En 2002, mi esposa trajo a nuestra hija de dos años y su madre para verme. El campo de trabajo no les permitió visitarme. Cediendo ante mi demanda, el guardia me dejó verlas desde 50 metros. Ellas no me podían ver por la ventana.

Vi a mi suegra. Miró hacia donde estaba y no parecía reconocerme, probablemente porque estaba desfigurado.

Los guardias luego arrastraron a mi familia lejos, a pesar de que mi esposa e hija no me habían podido ver por la ventana.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.