(Minghui.org) Un total de 720 practicantes de Falun Gong del distrito de Acheng de Harbin, provincia de Heilongjiang, presentaron querellas criminales contra el ex dictador chino, Jiang Zemin entre mayo de 2015 y el 5 de febrero de 2016, según informes compilados por el sitio web de Minghui.

Los practicantes acusan al ex dictador chino por iniciar la brutal represión a Falun Gong, y lo responsabilizan del tremendo sufrimiento que han padecido por esta campaña. Las denuncias fueron enviadas por correo a la corte suprema y la fiscalía popular.

Muchos de estos practicantes relataron cómo Falun Gong les regresó su salud y les dio una nueva perspectiva de vida. Su sueño de vivir una vida más sana y feliz, fue destrozado cuando Jiang Zemin lanzó una campaña nacional para erradicar la práctica en 1999.

Simplemente por negarse a abandonar su fe, fueron arrestados, detenidos, torturados; sus casas fueron saqueadas y sus bienes confiscados. Muchos vieron a sus familiares implicados por su creencia, y otros fueron forzados a pagar multas exorbitantes.

Torturado y forzado a trabajar con materiales tóxicos

El Sr. Huang Tiebo, (黄铁波) de 43 años, fue forzado a pasar por 100 días consecutivos de lavado de cerebro, lo forzaron a trabajar como esclavo dos veces, durante un año y medio y por tres años, respectivamente, y sentenciado a tres años y medio de prisión.

En el campo de trabajo forzado, Huang fue forzado a realizar trabajo esclavo por más de 10 horas por día. Sus manos quedaron púrpura y verde por el contacto con materiales químicos tóxicos pesados.

Tanto en el campo de trabajo forzado como en la prisión, los guardias lo golpearon, electrocutaron con picanas eléctricas, y lo alimentaron a la fuerza cuando realizó huelga de hambre para protestar por el maltrato.

Golpeado, alimentado a la fuerza en el centro de lavado de cerebro

El Sr. Sun Cheng (孙成) de 51 años, y su esposa fueron arrestados dos veces, y sometidos a lavado de cerebro por más de 30 días. El Sr. Sun recibió un año de trabajo forzado.

Durante su detención, instigaron a los reclusos a golpearlo salvajemente, hasta que perdió su racionalidad y casi se desmaya. Los guardias lo alimentaron a la fuerza con leche vencida con grandes cantidades de sal. Como resultado, su peso cayó de 80 kilos a 50.

En centro de lavado de cerebro, el Sr. Sun y su esposa sufrieron tanto física como mentalmente por negarse a renunciar a su práctica de Falun Gong, mientras que dos niños menores de edad y los padres del Sr. Sun fueron forzados ver a la distancia.

Para evitar la persecución, el Sr. Sun y su esposa fueron forzados a vivir lejos de su casa, dejando a sus hijos atrás. Su padre fue hospitalizado debido a la tremenda presión mental y nunca se recuperó completamente.