(Minghui.org) El 1 de diciembre de 2014, hubo una gran feria en el mercado de nuestro condado. La señora Wei y yo somos practicantes de Falun Dafa, y decidimos ir para hablarle a la gente sobre Falun Dafa y la persecución.
Durante el camino, un camión nos pasó. Pareció haber golpeado algo por lo que dos cajones se cayeron de su parte trasera. Se abrieron y quedaron dátiles esparcidos por todas partes. Eran grandes y del tipo más caro que se vendía en el supermercado.
Tratamos de alertar al conductor, pero había demasiado ruido como para que nos escuchara. Le dije a mi compañera que tratara de recolectar los frutos y ponerlos en los recipientes. Corrí hacia el frente del camión y le hice señas que pare.
“Dos de sus cajones de dátiles cayeron del camión”, le dije en voz alta. “Mi amiga los está cuidando. Si no detiene el camión, me temo que la gente los tomará”.
El chofer retrocedió y vio a la señora Wei tomando los frutos y colocándolos en los cajones. Se conmovió y tuvo lágrimas en los ojos. Y comentó: “Tías, ustedes son personas amables. ¿Cómo puedo agradecerles por ayudarme con esto?”.
La bondad de Falun Dafa
Le dije que no se preocupara y que el fundador de Dafa, Li Hongzhi, nos enseñó a ser buenas personas.
“Entonces, debo agradecer al Maestro de Dafa”, agregó, “¡Falun Dafa es bueno. Agradezco al Maestro de Dafa!”.
Lo ayudamos a juntar los dátiles e insistió con que aceptáramos algunos como recompensa.
“Practicamos Falun Dafa, por lo que hacemos buenas acciones pero no pedimos recompensas”, le dije. Y comentó que actualmente hay muy poca gente como nosotros.
Funcionarios del PCCh roban dos cajones de dátiles
Nos contó que el año anterior, manejó un camión cargado de cajones de dátiles. Cuando conducía en un pueblo, dos personas lo pararon y le pidieron que descendiera.
“¿Sabes quién pagó para que esta carretera se haga?”, dijeron. “¡Nosotros reparamos el camino con nuestro dinero, por lo que debes aportar si quieres usarlo!”.
Les preguntó cuánto debía pagar y respondieron 100 yuanes. Les dijo que no había vendido su mercancía todavía y que no tenía dinero. Y le pidieron dos cajones de dátiles. Luego, sin decir palabra, se llevaron dos cajas de frutas y partieron. Los quiso agarrar, pero un hombre mayor lo persuadió para que no lo hiciera.
“Jovencito, olvídate. ¡Son todos mafiosos que trabajan para el secretario del PCCh del pueblo. Son un grupo de bandidos!”.
Cuando él escuchó esas tres palabras “secretario del partido del pueblo”, supo que la gente normalmente llama a alguien tirano si tiene apoyo del partido. Nadie se atreve a pelear con ellos. Tuvo que admitir que no tuvo suerte ese día.
Renunciar al PCCh con su nombre real
El conductor dijo: “Cuando comparamos a Falun Dafa con el PCCh, se puede ver quién es bueno y quién es malo”.
“¿Escuchó alguna vez hablar de renunciar al partido y a sus organizaciones afiliadas?”, le pregunté. “Se beneficiará si renuncia al PCCh, a la liga juvenil y a los jóvenes pioneros, a cualquiera que se haya afiliado”.
Indudablemente estaba afiliado a los jóvenes pioneros, por lo que le sugerí darle un seudónimo para ayudarlo a renunciar.
Dijo: “Usaré mi nombre real. Y qué más, de ahora en adelante seguiré los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.
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Categoría: Virtud y yeli