(Minghui.org) Estoy muy agradecida por ser una practicante de Falun Dafa del período de la rectificación del Fa. Sin embargo, después del Fahui de Nueva York 2016, experimenté un punto bajo en mi cultivación. Tengo el apego a la búsqueda, que es una manifestación de que no tengo fe en Shifu y en Dafa.
Despertada por un "palo de advertencia"
He estado estudiando música desde que era joven. Shifu me dio esta habilidad para que la pueda usar para validar el Fa y salvar a la gente. Tal vez se relaciona con mi voto prehistórico.
En mayo de 2016, envié la grabación de vídeo de una canción mía que hice para Shen Yun y esperaba tener una respuesta antes del Fahui de Nueva York, pero no sucedió. Me volví un poco ansiosa. Me decía que tenía que ser paciente, pero mi corazón seguía esperando ansiosamente.
Shifu dijo:
“Es como Shen Yun Performing Arts cuando quiere a alguien que tiene conocimiento alto, pero él no hace el xiulian. Lo traen forzado hasta aquí, y también pondrá cualquier excusa para irse. Alguno no hace xiulian pero quiere estar aquí, los dioses tienen que sacarlo. Las viejas fuerzas tampoco lo dejan permanecer aquí, porque sienten que él no es digno de estar aquí”. (Fahui de Nueva York 2016)
Esto se sintió como un palo de advertencia, en donde Shifu me estaba diciendo que no me había cultivado hasta ese nivel.
Mi estado de ánimo estaba en su punto más bajo. Le dije en mi corazón: “Shifu, creo que hice mi mejor esfuerzo. He corrido lo más rápido que pude. ¿Por qué no alcancé el estándar que se requiere?".
Me di cuenta inmediatamente que estaba equivocada. "¿No es este un apego a la búsqueda? Hice mi mejor esfuerzo para que pudiera entrar en la compañía Shen Yun. ¿No significa eso buscar la fama? ¿De dónde vino esta noción?".
Casi al mismo tiempo, experimenté problemas con mi hija. Me la había llevado conmigo a los Estados Unidos dos años atrás, cuando tenía cuatro años.
Comencé a guiarla para que estudiara el Fa, pero ella se volvía soñolienta cada vez que nos sentábamos a leer el libro Zhuan Falun, y yo seguía perdiendo la paciencia con ella.
Le leía lenta y cuidadosamente, palabra por palabra, frase por frase. Habíamos llegado a la Lección Sexta cuando, de repente, mi hija ya no pudo reconocer ni siquiera las palabras sencillas.
¡Me sentí profundamente perturbada!
Casi en la misma época, recibí dos llamadas de su maestro, quien me comentó que mi hija no respetaba las reglas de la escuela y que tenía un comportamiento inapropiado.
Me di cuenta que el problema se originaba en mí. Necesitaba mirar hacia adentro para ver dónde lo había hecho mal. Sabía que la única manera que mi hija mejorara era que yo me rectificara.
Con mucha paciencia, comencé el libro desde el principio, otra vez. Ella aprendía bien una palabra por un minuto, y luego la olvidaba en el siguiente minuto.
Ya no se me ocurría ninguna otra idea para salir de esta situación, por lo cual le pedí ayuda a Shifu: "¿Qué debo hacer? Lo he intentado muy duro pero mi hija simplemente no logra aprender. ¿Cómo le tendría que enseñar? ¿Cómo me tendría que cultivar para mejorar mi xinxing?".
Shifu utilizó las palabras de mi hija para que me diera una pista. En una ocasión, mientras estábamos enviando pensamientos rectos, mi hija me dijo: "Mamá, las viejas fuerzas no me dejan aprender las palabras. Las cubren, para que no las pueda ver".
Envié fuertes pensamientos rectos para eliminar los elementos malvados que estaban tratando de evitar que mi hija estudiara el Fa. Pero lo hice con nociones humanas, por lo que no hubo mucha mejora.
Nos tomó una hora para leer tres líneas. Apuntaba a la palabra y levantaba mi otra mano, enviando pensamientos rectos. Si mi hija necesitaba 10 minutos para dominar una sola palabra, enviaba pensamientos rectos hasta que lo lograba.
El palo de advertencia de Shifu y la situación de mi hija me obligaron a mirar hacia adentro. Dejé ir mi ego para observar calladamente lo que estaba causando la tribulación de mi hija, y llegué a ser plenamente consciente de que la causa fundamental eran mis problemas.
La ayuda misericordiosa de Shifu
Puse a un lado mi trabajo en los medios para concentrarme en ayudar a mi hija. Sin embargo, al principio me sentí un poco abrumada.
Como nueva asociada en el equipo de ventas, mi registro de ventas se había clasificado constantemente en el primero o en los primeros tres lugares. De acuerdo a mi personalidad, me había esforzado ser la mejor, pero fui capaz de dejar de lado mi carácter ambicioso y el apego a la fama y al beneficio personal para cooperar con éxito con mis colegas de trabajo. Sin embargo, me resultó muy difícil hacer lo mismo cuando se trató de mi hija.
Pensé en cómo había venido a los Estados Unidos cuando ella tenía solamente cuatro años, y que básicamente la había descuidado. Había sentido la necesidad de enfocarme en mi trabajo de ventas en los medios de comunicación, hacerle suficiente comida para toda la semana y dejársela en el refrigerador para que se sirviera cuando tenía hambre. Cuando se quejaba de que los alimentos no eran sabrosos, utilizaba el Fa de Shifu para reprenderla.
“…Come pero no saborees—
La boca libre de apegos”.
(En el Dao, de Hong Yin)
Nunca le preguntaba cómo le iba en la escuela, ni me importaba lo suficiente como para averiguarlo. Así que resultó muy difícil poner mi ego a un lado para concentrarme en sus necesidades.
Quería salir para hacer cosas y no quería cuidar de una niña. Si me quedaba en la casa con mi hija, me sentía como una tigresa encerrada en una jaula. Hice lo mejor para reprimir este sentimiento, sabiendo que estaba mal. Lloré delante de la foto de Shifu y llegué a entender que todo había sido arreglado por Él y que debía pasar esta prueba.
Las viejas fuerzas me estaban arrastrando hacia abajo pero no lo iba a permitir. Debía trabajar en validar a Dafa y salvar a la gente con una joven practicante de Dafa a mi lado.
Comencé a estudiar el Fa con mi hija por las mañanas, la llevaba a un sitio turístico para hacer los ejercicios y, por la tarde, hablábamos con la gente acerca de Dafa y de la persecución. Luego estudiábamos nuevamente el Fa por la noche.
Cuando teníamos un momento libre, aprovechábamos para llevarla a relajarse y jugar un poco.
En una ocasión, mi hija estuvo experimentando nuevamente la dificultad de recordar palabras simples. Mi frustración empezó a asomar su fea cabeza. Hice lo mejor que pude para suprimirla, pero una voz sonó en mis oídos: "¡Pégale!”. Un fuerte impulso me provocaba recurrir a la violencia. Me dije: "Esa voz no es mía. Ese impulso no es mío".
De repente, sentí algo siniestro saliendo de mi cuerpo y, al irse, me sentí relajada y tranquila.
Cuando fui capaz de negar a las fuerzas viejas, Shifu pudo ayudarme a eliminar las malas sustancias.
Con el apoyo y el aliento de Shifu, mi hija está haciendo grandes progresos. En dos meses, ha estudiado 40 páginas del libro Zhuan Falun y puede leer una página entera sin necesidad de correcciones. También recita poemas de Hong Yin cada día.
Encontrando la causa fundamental de mis problemas
Pasar tiempo con mi hija me obligó a relajarme y calmarme. Como resultado, logré descubrir mi fuerte apego a ser impaciente y, con la ayuda de Shifu, pude eliminar muchos otros factores que me habían controlado todos estos años.
Cuando llegué a Estados Unidos hace dos años, se arreglaron para mí muchas pruebas y tribulaciones, para que las atravesara. Estaba sola en este nuevo país, con pocos recursos económicos para mantenernos mi niña y yo, pero estaba decidida a salir adelante y puse mi fe en Shifu.
Cada día, me aseguraba de que leyera tres lecciones de Zhuan Falun y salía al sitio turístico para hablar con la gente sobre Dafa. Mientras estudiaba el Fa, tenía lágrimas en los ojos constantemente.
Le prometí a Shifu que me cultivaría bien y elevaría mi xinxing sin importar las dificultades que tendría que enfrentar y superar.
Eventualmente, me uní al equipo de ventas de los medios de comunicación y me convertí en una asociada de ventas de tiempo completo.
Cada día, me levantaba después de las 2:00 a.m. para arrojarme en todo tipo de proyectos de Dafa, invirtiendo en mi trabajo de ventas la mayor parte de mi tiempo y energía.
Hice lo mejor para no dejarme llevar por el trabajo, recordando siempre mi misión de salvar a los seres conscientes. Sabiendo que el sitio turístico necesitaba practicantes, iba allí para ayudar, usando mi tiempo de almuerzo.
En la escuela secundaria solía dirigir una banda así que, cuando me enteré que la Banda Marchante Tian Guo local necesitaba un segundo director, sentí la obligación de participar. Para ello, tuve que renunciar a mi único tiempo libre de los domingos por la tarde.
Después del Fahui de Nueva York 2015, asumí una tarea más en mi vida ya llena –estudiar canto.
Sólo entonces encontré mis profundos apegos fundamentales. Cuando recibí el reconocimiento para mi desempeño en ventas, surgieron todos mis apegos a la exultación, ostentación, competitividad, sentido del desafío y la necesidad de validarme.
Llegaron a ser tan fuertes que, a pesar de que seguía estudiando el Fa, no me estaba cultivando sólidamente. Apenas estaba cumpliendo con los requisitos, por lo tanto, el Fa no entraba verdaderamente en mi corazón.
Siempre me hicieron falta la calma y la paciencia. Las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas y se aseguraron que estas deficiencias se aumentaran, magnificándose.
De impaciente, me volví en ansiosa, inquieta e irritable, y todo se manifestaba en mi trabajo de salvar a la gente. Me costaba mucho trabajo hacer malabarismos con mi tiempo.
Aparte de mi trabajo, si pasaba tiempo ayudando a mi hija a estudiar el Fa, ya no tenía tiempo para estudiar canto. Si estudiaba canto, comprometía el estudio del Fa de mi hija. Si hacía las dos cosas, entonces ya no tenía tiempo para cocinar, comer y hacer las tareas del hogar. Si hacía todo lo anterior, ya no tenía suficiente tiempo para concentrarme en el estudio del Fa.
Poco a poco, empecé a culpar a mi hija de todo, pensando que ella era la causa de todos mis problemas. Si ella no hubiera estado allí, habría logrado gestionar todo mejor. Culpé a mi hija y estaba enojada con ella. Me sentía angustiada que estaba ocupando mi tiempo precioso.
Mi estado mental estaba empeorando los progresos de mi hija en su proceso de cultivación. ¿Por qué había permitido que las viejas fuerzas tomaran el control de mis pensamientos de ansiedad e impaciencia?
Seguí mirando hacia adentro y descubrí mi apego al miedo de enfrentar las dificultades. Creía que era simplemente imposible poder hacer todo bien.
Al sentir esto, estaba reconociendo los arreglos de las viejas fuerzas. Les di poder y, en efecto, permití que esa sensación se convirtiera en un apego.
Recuerdo que al comienzo, cuando obtuve el Fa, hacía todo en la casa, por mi cuenta. Mi esposo había sido enviado a otra ciudad, así que llevaba a mi hija a la guardería y la recogía por la tarde. Me encargaba de todas sus necesidades físicas mientras seguía trabajando. Hacía y distribuía materiales informativos de Dafa, salía a hablar con la gente acerca de Dafa, estudiaba el Fa y hacía los ejercicios. Manejaba todo con un corazón ligero.
Mis vecinos pensaban que yo era increíble, ya que para cuidar de un niño acostumbraban encargarse cuatro o cinco personas.
Les dije que todo era posible porque mi Maestro de Falun Dafa me había dado esta habilidad. Por eso, lo que la mayoría de la gente encontraba difícil de hacer, siendo una practicante de Falun Dafa, yo lo encontraba fácil.
Entonces, ¿por qué ahora me costaba trabajo administrar las cosas?
Miré hacia adentro y me di cuenta de que, detrás de mi apego a considerar imposible manejar bien todas las cosas, estaba el apego a la búsqueda.
Cuando las cosas iban bien, surgió el apego a la exultación, especialmente al pensar que había dominado la habilidad necesaria de cantar en Shen Yun.
Las viejas fuerzas se aprovecharon de mi apego a la búsqueda, e hicieron que todo lo que enfrentaba fuera cada vez más difícil de manejar. También encontré el apego fundamental al miedo de no hacerlo bien.
Tenía miedo que no iba a poder balancear todo bien, o alcanzar los requisitos de Dafa y que, con mi actual entorno relativamente tranquilo, no sería capaz de hacerlo tan bien como cuando obtuve el Fa.
Las viejas fuerzas intentaron atraerme a buscar el objetivo que deseaba alcanzar desesperadamente –ingresar a Shen Yun. Como resultado, cada vez era más difícil de lidiar con todo.
Vacilé en mi fe en Shifu y en Dafa, así que, al darse cuenta, Shifu trató de animarme a través de mi hija, mientras estábamos enviando pensamientos rectos.
Mi hija me dijo feliz: "Mamá, vi a Shifu. ¡Te estaba sonriendo!".
Me calmé, pero las lágrimas fluían libremente por mi rostro.
Shifu dijo:
“No importa lo que sea, sin importar cuán duro sea, definitivamente serán capaces de atravesar el sendero dado por Shifu. (Aplausos) Mientras mejoren su xinxing serán capaces de superarlo”. (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York)
Shifu dijo también:
“… siempre y cuando puedas cultivarte y continúes haciéndolo firme y concretamente, te llevaremos como a un discípulo”. (Zhuan Falun)
Cuando deposité mi fe total en Shifu y en Dafa, ¿qué dificultades podrían surgir que no pudiera superar? Todo ha sido arreglado por Shifu.
Durante el mes en que me quedé en casa con mi hija logré además un récord de ventas. Esto era otro estímulo que me dio Shifu.
Hacer ventas, cuidar de mi hija, estudiar canto, clarificar los hechos, practicar con la Banda Marchante Tian Guo y hacer las tareas domésticas, todas forman parte de mi cultivación. Mientras permanezca firme, Shifu se encargará de todo.
Me volví totalmente relajada, y las situaciones preocupantes ya no me afectan. Trabajo duro en mi trabajo de ventas con renovada dedicación, estudio canto, pero sin búsqueda, le ayudo a mi hija a estudiar el Fa y hacer los ejercicios, hablo con ella acerca de su vida escolar con verdadera atención e interés, voy al sitio para practicar los ejercicios siempre que pueda en el transcurso de la semana, pero nunca falto los fines de semana; ensayo con la Banda Marchante Tian Guo y atiendo todas las tareas domésticas mundanas, sin quejarme.
Estoy decidida a empezar por ser una buena madre. Si no puedo ser una buena madre, ¿cómo podría ser una buena persona? Si no puedo ser una buena persona, ¿cómo podría asimilarme a los principios del Fa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia? Entonces, ¿cómo podría hablar acerca de cumplir con mi voto prehistórico y salvar a la gente?
Me doy cuenta de que todo lo que hago o me encuentro es para salvar a la gente.
Shifu dijo:
“Aclarar la verdad, salvar a las multitudes de seres, eso es lo que quieres hacer. Aparte de eso, no hay nada que quieras hacer; sobre esta Tierra no hay nada que quieras hacer”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015)
Le doy las gracias a Shifu por todo lo que me ha dado y haré todo lo que pueda para cumplir con mi voto y salvar a los seres conscientes.
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Categoría: Cultivación