(Minghui.org) No tenía idea de cuán terrible era la diabetes hasta que mi suegra comenzó a sufrirla. Cuidándola conocí el miserable dolor y el miserable destino de esta enfermedad incurable. Deseaba poder haber hecho más por ella, pero estoy agradecido que gracias a Dafa, mi joven hermana fue liberada del mismo destino.
Después de batallar con la diabetes por más de diez años, mi suegra comenzó a necesitar dosis de insulina para sostener su vida. No tenía energía para recoger un pequeño recipiente para comer a menos que tuviera su inyección de insulina. Sin embargo, la insulina sólo fue efectiva por un corto período de tiempo.
Bebía mucha agua cada día. Se ponía muy hambrienta, tenía que hacer frecuentes viajes al baño durante y después de las comidas. Su lucha con la enfermedad terminó con su dolorosa muerte. Fui testigo del proceso entero de su enfermedad del principio al fin. Fue realmente terrible.
El horror de la diabetes me visitó de nuevo cuando tuve un extraño sueño una noche, en el cual le estaba dando una dosis de insulina a mi hermana de cinco años. Estaba impactado después de despertar y pregunté si ella también tenía diabetes. Recientemente mi hija se había quejado que estaba especialmente sedienta después que volvía de la escuela. También comía vorazmente a la hora de la comida. Observando sus comportamientos anormales recientes, casi me desmoronó el pensamiento que tenía diabetes.
El primo de mi hermana también fue diagnosticado con la enfermedad. Sólo tenía 17 años y estaba muy delgado. Recién había perdido a mi suegra. Mi pequeña niña tenía un largo viaje delante de ella, pero no había tratamiento médico para curarla. Mirando en la oscuridad su pequeña amarillenta cara, sentí tanta presión que era como si mi corazón iba a salir por mi boca.
Como practicante de Falun Dafa, sabía que el único camino para salvar a mi hermana era que ella practicara Falun Dafa. Sólo el Maestro podía salvarla. Tuve otro sueño en el que mi hermana dibujaba un gran carácter chino para la palabra “negar” sobre una pared de ladrillos rojos. Me di cuenta que eso podría ser una ayuda del Maestro, diciéndome que negara la enfermedad. También soñé con un pequeño y lindo niño regordete. Dije que el chico tenía diabetes antes que el Maestro le diera un nuevo cuerpo después que se asimiló a Dafa. Comprendí que debía guiar a mi hermana a comenzar a practicar Dafa.
Desde entonces, ayudé a mi hermana a comenzar a practicar. A menudo estudiamos el Fa y escuchamos juntos las conferencias del Maestro. Hicimos los ejercicios cuando no tenía mucha tarea escolar. También la llevé a un grupo de estudio del Fa para chicos los fines de semana.
No la traté como paciente diabético, así que no limité su dieta. Como la mayoría de los niños, le gustan los dulces y los refrescos. Aunque no fue fácil, de tiempo en tiempo me recordaba que debemos renunciar a los pensamientos convencionales durante la cultivación. Dejé mis preocupaciones y solo permití que el Maestro cuidara de esto ¿Qué más podía hacer?
Mi hermana todavía se sentía sedienta periódicamente. A veces necesitaba tomar una botella de agua antes de ir a dormir. Bebía muy rápido y parecía muy sedienta. Sabía que necesitaba soportar una porción de yeli, aunque el Maestro eliminara una gran cantidad de este para ella. Así que intenté no estar preocupado por estos síntomas. Sólo sabía que debía urgirla a que estudiara el Fa e hiciera los ejercicios más diligentemente. Los síntomas diabéticos gradualmente desaparecieron.
Ahora, mi hermana se ha recuperado totalmente. No se queja de estar sedienta. Y no sólo sanó, sino que además luce luminosa y brillante en su cara. Está en la escuela primaria y mantiene muy buenas calificaciones. Mientras otros compañeros de clase pueden perder la clase por enfermedad, por el momento ella no ha perdido ningún día de clase por razones de salud.
Gracias Maestro, por darle a mi hermana una nueva vida.
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Categoría: Beneficios para la salud