(Minghui.org) El otro día salí con una practicante. Algo sucedió y me recordó un problema que los practicantes, incluida yo, tenemos. 

La practicante estaba conduciendo, con su marido en el asiento del copiloto y yo sentada en el asiento de atrás. Como la practicante y yo nos vemos muy pocas veces, fuimos hablando mucho en nuestro trayecto. Su marido era un nuevo practicante. Iba entendiendo y no nos interrumpió. De vez en cuando le recordaba a la practicante que mirara la carretera y señaló el camino que podría tomar. Hacia el final del trayecto su tono sonaba un poco irritado. Creí que él estaría cansado y no pensé mucho en ello, así que continué hablando con la practicante. 

Cuando llegué a casa, no podía parar de pensar sobre el tono y el lenguaje corporal irritado del marido. Sentí que tuve que haber hecho algo mal que lo alteró. Si todo lo que hubiésemos dicho estuviese basado en el Fa eso no tendría que haber pasado.

De repente las palabras del maestro aparecieron en mi mente: 

"El sendero de cada uno, y pienso que todos han visto esto, es ciertamente muy estrecho. Si te desvías aunque sea un poco no podrás estar a la altura de un Dafa dizi. Hay un solo sendero recto por el cual podemos caminar. Incluso la más mínima desviación no es aceptable porque esto es un requisito de la historia, y es un requisito de los seres conscientes en el futuro cosmos". (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York)

El maestro nos dijo que solo hay un camino muy virtuoso que podamos tomar. Un conductor debe estar muy concentrado en la carretera porque él es responsable de la seguridad de todos. No puede permitirse ni una leve distracción. Yo no sé conducir ni estaba interesada en eso el día anterior. Gasté toda mi energía compartiendo con la practicante, sin tener en cuenta que la estaba distrayendo. También ignoré cómo se estaría sintiendo su marido. Él tenía más experiencia al volante y definitivamente estaba preocupado sobre cómo estaba conduciendo su mujer. 

Al mismo tiempo, descubrí que en el fondo de mi mente pensaba que ningún accidente podía pasar porque el Maestro nos protege. Esta noción mía es como la situación que describe el Maestro en Zhuan Falun:

“Hay una persona que lleva mi libro entre sus manos y, mientras camina en la calle, grita fuertemente: «¡Con la protección del Maestro Li, no tengo miedo de ser atropellado por un vehículo!»”.

El Maestro una vez nos contó:

“Si tan solo un pensamiento o idea tuya es extrema, y no consideras las consecuencias, o si no piensas en la seguridad de Dafa, te diré, que entonces no has caminado bien tu camino. Ya que tu camino va a ser dejado para el futuro, tienes que poder abrir camino. La meta de tu cultivación va más allá de la perfección individual, ya que estás salvando seres conscientes, y estás ayudando a las vidas del futuro a establecer ese futuro”. (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York 2004)

El marido de la practicante era todavía nuevo en la práctica. ¿Qué tipo de impresión le causé cuando nos vio siendo tan descuidadas? Nuestro comportamiento irresponsable también pudo haber abierto una brecha para las viejas fuerzas. Shifu pudo haber tenido que atravesar muchos problemas y pruebas solo para protegernos. No pude evitar preguntarme cuántas cosas similares habré hecho que causaron problemas a Shifu. 

Somos practicantes durante la rectificación del Fa, nuestros propios pensamientos y acciones deberían concordar con las enseñanzas de encarnar la bondad y la rectitud. Debemos medirnos con el Fa y caminar bien el camino que el Shifu arregló para nosotros porque no queremos quebrantar la práctica.