(Minghui.org) Tengo una granja que tiene más de cuatro acres de melocotoneros. Mis melocotones siempre son los más vendidos del mercado de productos agrarios al por mayor.
Vendo mis melocotones en canastas. Sigo estrictamente los estándares de calidad y me aseguro de que cada melocotón de las canastas sea fresco y esté en buenas condiciones. Pido por ellos un precio razonable. A los compradores le gusta comprar mis melocotones. Cuando descubrieron que practico Falun Gong, los compradores incluso decidieron que mis melocotones quedarían exentos de la inspección del control de calidad.
Durante la temporada de la cosecha, en el mercado al por mayor, los granjeros hacemos una fila larga para vender nuestros melocotones. A veces la atmósfera que se crea entre granjeros y compradores es muy intensa porque los granjeros quieren vender a buen precio pero a los compradores les ponen nerviosos los melocotones que están en mal estado y se encuentran escondidos en las canastas. Cuando los compradores tienen que dedicar mucho tiempo a comprobar la calidad, los conflictos pueden emerger con facilidad.
De hecho, cuando me compraban los melocotones, para los compradores era como tomar un descanso. Nunca los inspeccionaban y los cargaban directamente en sus camiones.
Un cliente me dijo una vez: “Sería genial que todos los que venden melocotones practicaran Falun Gong. Mi trabajo sería más fácil y hasta podría obtener mejores beneficios”.
Mucha gente me decía que mis melocotones eran muy hermosos y que se vendían con mucha facilidad. Que solo querían mis melocotones. Con frecuencia, otros granjeros en el mercado me pedían colarse delante mío en la fila para vender sus melocotones antes que yo. Decía que si sus clientes veían antes mis melocotones, ya no querrían comprar los suyos. Hacía lo posible por ayudarlos.
Una vez, cuando un cliente nuevo llegó al mercado, el director del mercado me lo presentó y le dijo que practicaba Falun Gong, y que no era necesario inspeccionar mis melocotones. Ese cliente compró mis melocotones sin decir nada. El director me dijo después de que se fuera, que este cliente había tomado dos canastas y había revisado los melocotones uno por uno. Después dijo: “Es verdad. Es realmente muy bueno, muy bueno”.
Cuando volví al día siguiente al mercado, el nuevo cliente estaba cargando los melocotones. Paró de trabajar y me saludó con la mano. Se puso de pie sobre su camión y gritó: “¡Falun Dafa es grandioso!”.
Eso tuvo lugar en 2001, cuando la persecución a Falun Gong no era todavía muy grave. No era algo sin importancia gritar eso en frente de tanta gente.
Otro cliente me dijo una vez: “No puedo darte el mismo precio otra vez”. No lo entendí al principio. Continuó: “Tus melocotones sobrepasan mis estándares de calidad. Te pagaré cinco céntimos más por cada jin (0,9 libras aprox.)”.
Durante los años que llevo vendiendo melocotones, mucha gente ha conocido los hechos sobre Dafa. Aprendieron que Falun Dafa es bueno, y que la gente que practica Falun Dafa es muy amable y fiable.
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