(Minghui.org) Un día me encontré muy cansada cuando llegué a casa después del estudio del Fa. Sentía que mi nivel de tolerancia había alcanzado su límite, y que ya no quería ir a estudiar más los libros de Falun Dafa con los demás practicantes.
Recostada en la cama, me sentía mareada y apenas podía moverme.
Me pregunté por qué me sentía así. Sentí que había una sustancia sobre mi cabeza, que casi podía tocar. Tan pronto como descubrí que era yeli de pensamiento, desapareció mi mareo, aunque seguí encontrándome débil.
Cuando vi que mi hijo estaba jugando alrededor en vez de estar estudiando, me encontré tan agotada que no me sentí con fuerzas para decirle que parara, que tenía que concentrarse en sus estudios. También pensé que había hecho lo mejor para ayudar a uno de los practicantes, y que ya no quería continuar ayudándolo.
Miré adentro y vi que detrás de la sensación de agotamiento yacía mi falta de firmeza. Me di cuenta que este era el resultado de sentirme pasiva e impotente, y que estos sentimientos estaban impidiéndome progresar en mi cultivación.
Quería superar mi estado pasivo mental y elevar mi nivel de cultivación. Además de tener fe en el Maestro y en Dafa, tenía que elevar mi nivel de xinxing y mi entendimiento de los principios del Fa.
Sabía que tenía que mirar aún más adentro para poder avanzar.
La sensación de agotamiento gradualmente desapareció, y mi nivel de energía se incrementó. Ya había leído dos capítulos de Zhuan Falun aquel día, así que pensé que debería leer otras conferencias del Maestro.
Acabé de leer una conferencia que ya había empezado con anterioridad, y continué leyendo otra conferencia. Los principios del Fa me fueron siendo revelados lentamente, y una imagen tomó forma en mi mente. Vi un mundo gigantesco e ilimitado. Quise dar un paso y entrar en este mundo pero sentí miedo.
Cuando busqué dentro para ver por qué me entró miedo, ¡descubrí que era porque carecía de fuerza de voluntad y de tolerancia! Me di cuenta de que necesitaba ser firme para continuar mi camino de cultivación.
La siguiente vez que asistí al estudio del Fa en grupo, me sentí como un niño aprendiendo a caminar, que avanzaba tambaleándome bajo la benevolente guía del Maestro, hacia un inmensurable y altruista campo de benevolencia.
Durante los días siguientes, mi corazón se abrió y se tranquilizó, y mi mente se aclaró. Sentí que poseía numerosas capacidades. Los principios del nuevo Fa me fueron mostrados, y mis pensamientos rectos se ampliaron. Cuando sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y me cultivo verdaderamente, emergen la benevolencia infinita y la sabiduría.
Quisiera compartir las siguientes palabras del Maestro para que nos alienten a todos. El Maestro dijo:
“Pues, ¿quién puede salir de esto? ¡Sí, se puede! ¿Acaso no está Dafa? ¿Acaso el Dafa del universo no se está transmitiendo? Otros lo obtienen, ¡¿por qué tú no puedes obtenerlo?! Otros pueden cultivarse bien, ¡¿por qué tú no puedes cultivarte bien?! ¿Acaso esto no es un problema individual?”. (Fahui de Nueva York 2016 )
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Categoría: Mejorándose uno mismo