(Minghui.org) Quiero compartir con los practicantes mi experiencia e iluminación de estos varios años pasados de aclarar la verdad para salvar seres conscientes.
Intenté hacer lo mejor posible para cultivarme sólidamente y logré librarme de mi apego al miedo, así que ahora tengo confianza y puedo usar completamente la sabiduría que Shifu me da en mi aclaración de la verdad diaria.
1. Librándome del miedo
El miedo ha sido el mayor obstáculo en aclaración de la verdad. Con mis largos años de practicar la cultivación, siento que me he estado despojando lentamente de mi apego al miedo. No obstante, aun así el miedo ha estado mostrándome constantemente su fea cabeza desde atrás.
Una vez, estaba en la calle aclarando la verdad cuando alguien me denunció y me llevaron a la comisaría.
No sentí miedo. Después que me encerraron por medio día, pude mantener mis pensamientos rectos, y me liberaron de la comisaría sin ningún incidente.
Al día siguiente, regresé para recuperar mi bicicleta que quedó en el patio de la comisaría. Rodeado de cámaras de seguridad en todo el patio, me subí a la bicicleta y salí andando calmadamente.
Pero, dos días después, cuando estaba aclarando la verdad y un coche policial apareció repentinamente y estacionó cerca, el miedo se apoderó de mí, y rápidamente me fui en la bicicleta del lugar.
En el camino, sentí que había ojos vigilándome. Cuando tuve un momento para reflexionar, me pregunté: “¿Por qué saliste hoy?”.
“Para salvar seres conscientes”.
“¿Hiciste algo malo?”.
“No. Lo que estaba haciendo es la cosa más recta. Mi misión es ser parte de la Rectificación del Fa de Shifu…”.
“Entonces, ¿por qué tienes miedo?”.
Mi soliloquio me ayudó a calmarme y limpiar los factores perversos dentro de mi campo dimensional. Mis pensamientos rectos se restablecieron.
Envié fuertes pensamientos rectos: “Salvar seres conscientes es mi misión como Dafa dizi. Nada ni nadie puede detenerme”.
Cuando llegué a casa, aproveché la oportunidad para estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos.
Desde entonces, salgo todos los días a aclarar la verdad sin preocupación o dudas y sin perderme un solo día.
Otra vez, una practicante me dijo que había un cartel difamando Dafa en cierto lugar y me invitó a ir con ella para quitarlo. Decidimos buscar una noche conveniente para quitarlo juntas.
Mientras tanto, mientras pensaba en el cartel, me sentía muy intranquila. Quería sacarlo lo antes posible.
Pensé en cómo esta practicante tiene tantas responsabilidades en su casa, como cuidar de sus nietos.
Decidí que lo mejor era ir sola.
Sin embargo, de repente el miedo se apoderó de mí y mi corazón palpitaba incontrolablemente. No podía dormir.
Repentinamente un pensamiento apareció en mi mente: “Como tengo miedo, debe ser un arreglo de Shifu que me da esta oportunidad para sobrepasarlo de una vez por todas. No esperaré otro momento. Iré de una vez. Cuanto más tiempo está ese cartel, más gente lastima”.
Me levanté de la cama, tomé unas tijeras, monté mi bicicleta, y salí.
Cuando llegué allí, corté el cartel en varios pedacitos. Monté de nuevo la bicicleta y pedaleé de vuelta a casa.
Camino a casa, mi estómago se retorcía como si una bola de fuego estuviera de fiesta dentro de mí y sentí que mi corazón saltó hasta mi garganta.
Me dije: “No les tengo miedo espíritus perversos. Acabo de hacer la cosa más recta”.
Cuando llegué a casa, envié pensamientos rectos por una hora entera y me sentí simplemente maravillosa.
Con estas dos experiencias, sentí que los factores del miedo que me estuvieron controlando todo el tiempo se eliminaban lenta y definitivamente. Sentí profundamente que cuando más eliminamos los malos elementos en nosotros, más Shifu elimina nuestros factores perversos.
Desde entonces, cuando salgo a aclarar la verdad y me encuentro con situaciones peligrosas, el miedo ya no me controla. Puedo estar calmada y enfocada, y me siento verdaderamente libre del miedo.
Hay un barrendero que muchas veces interfiere con los practicantes. Siempre que nos ve aclarando la verdad, nos grita y maldice.
Un día, noté que el barrendero venía corriendo hacia donde estaba yo, moviendo sus brazos y maldiciéndome.
Acababa de aclararle la verdad a un conductor y lo estaba ayudando a renunciar al PCCh y sus organizaciones. Le recordé al conductor que repita “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
El conductor miró al barrendero alocado, sonrió, y asintió con su cabeza agradeciendo antes de irse. Monté mi bicicleta y me fui antes que el barrendero me alcanzara.
Después de llegar a casa, pensaba: “Tiene una vida tan miserable, tan envenenado por las mentiras del partido y controlado por espíritus perversos. Está interfiriendo con la salvación de seres conscientes. Está cometiendo graves pecados. Tengo que intentar salvarlo”.
Al día siguiente, fui a buscarlo y le dije: “Hola, hermano. Me gustaría tener una charla contigo”.
Él replicó: “¿De qué quieres hablar? Vives en un departamento que te lo da el partido. Comes comida que te da el partido. ¡Y estás contra el partido!”.
Siguió vociferando y despotricando, levantando cada vez más su voz.
Yo lo miré a los ojos y envié pensamientos rectos.
Intenté interrumpirlo pero no pude meter ni una palabra en medio.
Decidí que tenía que parar. Le dije con voz seria: “¡Deja de maldecir de una vez! No es bueno para ti. La casa en la que vives se construyó con tu propio dinero. La comida que comes la pagas con tu propio dinero”.
“Puedes preguntarle a los mendigos discapacitados en la calle por qué el partido no les da comida ni bebida”.
“¿Quieres agradecerle a alguien? Agradece a tus padres por darte un cuerpo sano para que puedas estar de pie, vivir en tu propia casa, y comer tu propia comida”.
“El partido comunista nunca construyó una fábrica, y tampoco generó comida. ¿Cómo podría el partido tener dinero para darte comida y casa?”.
“Por favor piensa seriamente en lo que digo”.
Cuando me fui, sabía que había fallado en salvarlo, porque no me escuchó. Me sentí triste y pensé: “¿Por qué fallé en salvarlo? ¿Dónde me quedé corta?”.
De repente, noté que un coche policial venía por detrás, pero no le presté mucha atención. Luego me pasó, redujo la velocidad, y avanzó a mi paso.
La ventana del coche se abrió. Los policías dentro del vehículo me miraron. Yo los miré de nuevo sin miedo.
Me di cuenta que el barrendero me denunció. Mi corazón estaba tranquilo. Pronto, el vehículo se fue.
Otra vez, acababa de aclararle la verdad a un transeúnte. Un coche policial vino directamente a hacia nosotros. Dos oficiales se bajaron.
El transeúnte se asustó y se puso nervioso. Con una sonrisa le dije calmadamente: “Por favor recuerde que Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Dafa lo protegerá en tiempos de desastre”.
Luego, me subí en la bicicleta y me fui andando al lado de los policías.
Luego, pensé para mí: “¿Por qué no tuve miedo?”.
Me di cuenta que fue porque tuve pensamientos rectos amplios y mi corazón estaba tranquilo y sin afectarse, así que Shifu removió el miedo de mi ser. Como el factor del miedo no existía en mí, no tuve miedo.
Shifu dijo:
“Todos ustedes ya son conscientes de la ley de la generación mutua e inhibición recíproca. Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente. Esto no debe ser una acción forzada, pero se logra por medio de renunciarlo calmada y verdaderamente”. (Eliminen sus últimos apegos – Escrituras esenciales para mayor avance (II))
Con la ayuda de Shifu, finalmente logré salir de la sombra del miedo y me libré completamente de ese apego.
2. Estudiar el Fa bien para aclarar mejor la verdad
Me di cuenta de que para poder aclarar bien la verdad, tengo que estudiar bien el Fa con un corazón tranquilo.
Todos los días, paso medio día estudiando el Fa en grupo y medio día aclarando la verdad. Encuentro tiempo cada noche para memorizar el Fa. También hago lo mejor para hacer los ejercicios todas las mañanas.
Todos los días, también intento revisar los artículos de Minghui para aprender de las ideas y experiencias de los practicantes, enriquecerme y fortificarme.
Shifu y Dafa siempre me dan sabiduría. Muchas veces, cuando estoy andando en bicicleta o cocinando, me surgen pensamientos sobre asuntos específicos acerca de los cuales no estaba clara, y encuentro iluminación que me ayuda a resolver estos temas.
De esta forma, cuando aclaro la verdad y valido Dafa, tengo una mente clara y rápida, y puedo reaccionar bien ante diferentes personas para que estas entiendan fácilmente y acepten lo que digo.
En el proceso de aclarar la verdad, puedo eliminar mis nociones y apegos humanas incorrectos.
3. Salvando seres conscientes con todo mi corazón
Cuando aclaro la verdad, normalmente empiezo diciendo: “Hola, ¿cómo estás? Me gustaría regalarte un libro llamado Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista…[u otros libros]”.
Me doy cuenta de que mientras mantenga pensamientos rectos y un corazón bondadoso, la gente es receptiva.
Una tarde, me encontré con un anciano. Le dije: “¿Cómo está señor? ¿Puedo darle un libro para que lea? Es gratis”.
“¿Qué clase de libro?”.
“Es sobre Falun Dafa”.
Noté un cambio en su expresión. Se puso cauteloso.
Le dije: “Está bien si tiene miedo de llevar el libro. Puedo entenderlo”.
No me esperé su respuesta. Sonrió y me dijo: “No tengo miedo. ¿De qué podría tener miedo?”.
Le dije: “Usted debe ser un buen hombre. A la gente como usted le gusta leer cosas buenas. La gente buena también tendrá buenas recompensas… señor, ¿es usted miembro del partido?”.
“Sí, soy miembro hace 40 años”.
Le dije: “A la fecha, más de doscientos millones de personas han renunciado al partido comunista y sus organizaciones, en un movimiento llamado las “Tres Renuncias”.
“Hoy en día, la corrupción dentro del partido está descontrolada, desde los niveles altos a los bajos. El partido está a punto de caer. Los Cielos se asegurarán de su destrucción”.
“Señor, ¿puedo darle un seudónimo y ayudarlo a hacer Las Tres Renuncias?”.
Se rio y dijo: “Claro. Muchas gracias”.
Hubo una vez que le pregunté a un hombre de unos 40 años si le podía dar un libro para leer. Se dio vuelta y se puso serio, demandando: “¿Qué clase de libro?”.
Yo sabía que él sabía qué le iba a ofrecer, así que sonreí y le dije: “Es un libro sobre Falun Dafa”.
“¿Qué? ¿No quiere leerlo? Está bien”.
“No se enoje. Le estoy dando el libro porque le deseo el bien. Lamento si lo molesté”.
Inmediatamente su actitud cambió. “No estoy enojado. Me llevo el libro”.
Tomó el libro y me dejó que le aclare la verdad. Al final, también me dejó que lo ayude a hacer las tres renuncias.
Estos son dos casos fáciles. También tuve los difíciles.
Un día, me encontré con alguien que parecía recién jubilado. Tan pronto como le ofrecí el libro, movió sus manos de lado a lado y dijo: “No voy a leerlo. Soy miembro del partido. Recibo unos 6000 yuanes por mes por mi jubilación. Mi hijo es miembro del partido. Tiene un buen trabajo. El partido es bueno con nosotros. El partido nos da todo lo que tenemos…”.
Lo dejé hablar y no lo interrumpí. Se cansó después de hablar por un rato.
Luego le dije: “¿Por qué no descansa un rato y me deja compartir mis pensamientos?”.
“China tiene una historia de 5000 años. Nosotros los chinos siempre hemos creído en el confucianismo, budismo y taoísmo. También creemos que el bien y el mal tendrán sus consecuencias”.
“Usted dice que el partido le da 6000 yuanes por mes por su jubilación. No lo creo”.
“El dinero es su trabajo pasado y la virtud de sus ancestros que se la pasaron, y usted se la pasará a sus hijos, y sus hijos a sus hijos. Su agradecimiento debería ser con sus ancestros, no con el partido”.
“El partido no siembra granos ni abre fábricas. ¿De dónde saca el dinero para su jubilación?”.
“Los que pagan impuestos son los que le proveen al partido, no al revés. ¿Está de acuerdo?”.
Continué: “Hoy, todos en el partido están corrompidos. La moralidad se cayó hasta el fondo. Falun Dafa es una práctica de auto-cultivación que enseña a la gente a ser buena”.
“Pero Jiang Zemin está determinado a perseguir a Falun Dafa, usando su poder para crear mentiras y armar la farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen para engañar a la gente e incitar el odio hacia Falun Dafa y sus practicantes”.
“¿Sabe usted los crímenes que Jiang Zemin ha forzado que la gente cometa contra Falun Dafa que está aquí para salvar a la gente? Esos pecados lo llevarán a su propia destrucción en el eventual colapso del malvado partido”.
“¿Por qué el Cielo no ha hecho que Jiang pague por sus actos perversos aún? El compasivo fo está intentando dar tiempo para que la gente entienda la verdad y renuncie al perverso partido”.
“Señor, puedo sentir que usted es una buena persona. Quiero que usted sea salvado. ¿Me daría un alias para usar y hacer las tres renuncias?
El anciano dijo rápidamente: “Sí, por favor. Renunciaré al partido. Ayúdenme a renunciar al PCCh y sus organizaciones”.
Pude sentir que estaba haciendo mejoras constantes en mi aclaración de la verdad.
Antes, no tenía confianza y muchas veces me iba por las ramas, charlando sobre cosas mundanas y diciendo: “Permítame darle un libro para su salud y bienestar…”.
Ahora, voy directamente al punto con rectitud y abiertamente. Con frecuencia siento la presencia de Shifu. Sé que Shifu ha arreglado todos los encuentros que tengo para aclarar la verdad, y que depende de mí hacerlo bien.
Un día, le a un joven algunos materiales de aclaración de la verdad. Los rechazó planamente y me dijo: “Estoy en contra de Falun Dafa”.
Le dije sinceramente: “Si no tienes tiempo de leer los materiales, puedo entenderlo, pero por favor no estés contra Falun Dafa, pues te traerá mala fortuna”.
La actitud del joven cambió: “Perdón, no quise decir eso. No estoy contra de Falun Dafa. Simplemente no tengo tiempo de leer nada”.
Le aclaré la verdad, y eventualmente aceptó hacer las tres renuncias.
Cuando se publicó Hong Yin IV, me di cuenta de cuán pesadas son las responsabilidades de los Dafa dizi y qué rol tan importante desempeñamos en salvar a la gente. Se me llenaron los ojos de lágrimas de gratitud. ¡En qué posición más alta nos ha colocado Shifu! ¡Somos dioses responsables de abrir las puertas del Cielo a todos los seres conscientes!
A veces cuando veo la gente en la calle renegando, mi corazón está lleno de tristeza.
Me doy cuenta que cuanto más cerca del final estamos, mas diligentemente me tengo que cultivar.
En mi futura aclaración de la verdad, tengo que dejar ir todas mis nociones y apegos humanos y salvar tantos seres conscientes como pueda con un corazón lleno de nada más que compasión y bondad.
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