(Minghui.org) El departamento de policía del condado de Chaoyang en la provincia de Liaoning comenzó otra ronda de arrestos ilegales de practicantes que han entablado demandas criminales contra Jiang Zemin, el ex dictador responsable de lanzar la persecución contra Falun gong en 1999.

A las subcomisarías le fueron asignadas cuotas de practicantes a ser arrestados. Al menos 14 practicantes en el condado de Chaoyang fueron arrestados el 27 de octubre de 2016.

Ellos fueron: La Sras. Li Fengzhen, Hu Qinglian, Zhang Xiuxia, Song Shouyun, Yuan Guifan, Zhang Shuhuan, Feng Huixiao, Wu Junxian, Li Guixia, Xie Baofeng, Liu Yujuan, Tian Yulian, y los Sres. Guo Zhenxue y Lei Jianhua.

Otro practicante, el Sr. Ju Guangge, fue arrestado en la mañana del 21 de octubre, pero fue liberado luego esa noche.

Liang Shiwu, capitán de la división de seguridad nacional del departamento de policía del condado de Chaoyang, persiguió activamente practicantes después que fue asignado a esa posición en octubre de 2015. Ordenó a la policía arrestar a practicantes locales. Saqueó sus hogares y los presionó a que firmaran declaraciones prometiendo no demandar a Jiang Zemin. Si los practicantes se negaban, sus familiares eran presionados a firmar. Si los familiares se negaban, los practicantes eran arrestados. La policía del condado de Chaoyang afirma haber estado involucrada en el arresto o acoso de 360 practicantes.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a los miembros del comité permanente del politburó y comenzó una violenta persecución hacia Falun Gong.

La persecución ha provocado la muerte de muchos practicantes de Falun Gong desde hace 17 años. Muchos han sido torturados por sus creencias e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y la continuación de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano de seguridad ilegal, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización pasa por alto a las fuerzas policiales y al sistema judicial llevando a cabo las instrucciones de Jiang respecto a los practicantes de Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus ingresos financieros y destruirles físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en casos criminales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo su derecho presentando sus demandas criminales contra el ex dictador.