(Minghui.org) Soy un coordinador de grupo en mi región y recientemente participé en el rescate de practicantes arrestados en mi ciudad. A menudo los coordinadores tenemos que reunirnos entre nosotros, estudiar juntos el Fa y compartir con otros practicantes.

Nos animamos para mirar hacia adentro en lugar de hacia afuera y no buscamos las faltas en aquellos que fueron arrestados.

Sin embargo, algunas falencias están profundamente ocultas, de tal forma que se han vuelto una segunda naturaleza.

Percibiendo la desaparición de un apego

Varios coordinadores íbamos a hablar con familiares de practicantes arrestados sobre cómo rescatarlos y también a aclarar los hechos a los fiscales públicos que manejaban estos casos.

Quedamos en reunirnos a las 19:30 H. Llegué temprano, y poco después, otro coordinador llegó. Sin embargo, ninguno de los otros dos coordinadores ni los familiares aparecieron. Esperamos durante más de 20 minutos, pero ninguno llegó. Pensamos que tal vez estaban ocupados y nos fuimos a casa.

Después de llegar a casa, recordé de repente que en el pasado me quejaba de que estos practicantes eran impuntuales y no cumplían con su palabra y, por lo tanto, malgastaban nuestro tiempo.

Me di cuenta que Shifu me había ayudado a remover mi apego por quejarme.

Durante el estudio del Fa supimos que, en realidad, todos habíamos llegado a tiempo. Todos habíamos visto a unos trabajadores instalando unos focos en la calle y regando los árboles de la acera. Sin embargo, no nos vimos entre nosotros.

Las quejas impregnan la vida diaria

Las quejas existen en todas partes de nuestra vida diaria y no nos damos cuenta de que tenemos una naturaleza quejosa. Mi mente comenzó a analizarlas y realice una larga lista de algunas quejas y nociones muy comunes:

1. El destino es injusto: Naciendo en una zona rural, uno no tiene los mismos beneficios que las personas que viven en la ciudad. Uno no puede ascender porque no hay nadie que reconozca nuestros talentos. Por una u otra razón, no podemos unirnos al ejército o ser admitidos en la universidad.

2. Relaciones entre suegra y nuera: Las suegras se quejan de que sus nueras no las respetan y de que no son sensibles. Las nueras se quejan de que las suegras les crean dificultades y de que tratan a otras nueras mejor.

3. En el trabajo: Los jefes se quejan de que sus subordinados no trabajan duro, y los subordinados se quejan de que sus jefes no les prestan atención.

4. Entre padres e hijos: El padre se queja de que su hijo solo quiere jugar, y el hijo se queja de que el padre no le da mucho tiempo para jugar.

5. Entre esposos y esposas: La esposa se queja de que su esposo bebe y juega mahjong en lugar de ayudarla con sus quehaceres domésticos. El esposo se queja de que su esposa es estrecha de miras y no le da tiempo para disfrutar de su libertad.

6. En la sociedad:La clase baja se queja de la desigualdad social y de los funcionarios corruptos en el partido comunista. Las personas de la alta sociedad se quejan de que los pobres son sucios, mal educados y ocasionan problemas.

Cambiando las nociones humanas

En China, debido a que el partido promueve el ateísmo, la cultura tradicional fue severamente dañada. Las personas ya no le prestan atención a las cosas pequeñas ni cumplen con su palabra. Se quejan unos de otros cuando pasa algo desagradable.

Al mirar hacia atrás después de haberme cultivado por un tiempo, resulté impactado. Normalmente, prestamos mucha atención a eliminar apegos como el miedo, envidia, ostentación, exultación, resentimiento y competencia. Pero descubrí que prestamos menos atención al apego de quejarnos. Este apego proviene de ser egoístas y de ponernos siempre en primer lugar, culpando a otros en todo momento por cualquier miseria.

El Maestro nos dice:

“El xiulian genuino requiere cultivarse hacia dentro del corazón, cultivarse hacia el interior, buscar hacia el interior; no hay búsqueda externa”. (Zhuan Falun)

Problema resuelto

Hace unos días, acordamos reunirnos de nuevo con los familiares de un practicante arrestado en un determinado lugar y a una cierta hora, para hablar sobre cómo comunicarnos con un abogado.

Otro coordinador y yo llegamos al lugar antes de tiempo. Esperamos y esperamos, pero los demás no se presentaban. Habían pasado treinta minutos y todavía no llegaban. No tenía el deseo de quejarme, en su lugar, esperé pacientemente.

Entonces pedí al otro coordinador que los buscara en la calle. Los encontró en otro lugar (habían registrado una dirección errada). Cuando nos encontramos, asentimos y sonreímos entre nosotros, hablando sobre lo que haríamos a continuación.