(Minghui.org) El 23 de octubre de 2016, más de 800 practicantes de Falun Gong en el sur de Taiwán participaron en una sesión de estudio del Fa e intercambio en la escuela de Yongkang en Tainan.

Los practicantes de Falun Gong en el sur de Taiwán participan en una sesión de estudio del Fa e intercambio en la escuela secundaria de Yongkang en Tainan.

Estudio del Fa e intercambio de experiencias.

Durante la sesiones de la mañana, los practicantes estudiaron el Fa e intercambiaron en 34 grupos. Tanto practicantes veteranos como nuevos participaron en los intercambios, y aprendieron unos de otros.

Después del estudio del Fa en el grupo grande de la tarde, unos cuantos practicantes dieron discursos sobre sus experiencias en eliminar apegos y trabajar en los proyectos de aclaración de la verdad. Las siguientes son algunas historias compartidas por los practicantes.

Vida ocupada pero feliz aclarando la verdad a los turistas

Lizhu, una practicante anciana de Tainan, ha estado aclarando la verdad sobre Falun Gong a los turistas de China continental en la montaña Alishan por años. Ella dijo: “Me lleva cuatro horas de tren y autobús llegar a Alishan. Normalmente hay niebla y lluvia en la montaña. Tenemos que usar impermeables y sostener carteles todo el tiempo para que los turistas los vean”.

Lizhu dijo que ella y sus compañeros practicantes se sienten cortos de mano de obra ante tantos turistas. Ella se preocupa de perder a cualquier turista, así que tiene los carteles en alto todo el día. Cada vez más chinos se enteran de lo que pasa con Falun Gong y eligen renunciar a las organizaciones comunistas. Muchos practicantes les mostraron los pulgares después de escuchar.

La cultivación hace que Lizhu luzca joven y energética. A pesar del largo viaje y de las cansadoras actividades para aclarar la verdad en el día, disfruta unirse al grupo de estudio del Fa por las noches, donde los practicantes estudian dos lecciones de Zhuan Falun, se siente completa y feliz cada día.

La poderosa energía en la práctica grupal te cambia

Taiyu ha estado practicando Falun Gong ahora por 11 meses. Hace 20 años tuve fiebre de dengue, y su médico le dijo que cualquier picadura de mosquito podría causarle una infección mortal. Por eso tenía miedo de salir. Hacía la meditación en su casa, pero solo podía hacerlo por 30 minutos cada vez.

La esposa de Taiyu comenzó a hacer los ejercicios en un sitio de práctica cercano una vez por día. Sintió muy fuerte la energía la primera vez que fue, y ahora podía meditar con ambas piernas cruzadas por una hora. Sorprendido por los cambios de su esposa, Taiyu intentó romper con su miedo y también se unió al sitio de práctica. Desde el primer día, logró meditar con ambas piernas cruzadas por una hora. Su sistema inmune también mejoró. Incluso si un mosquito lo pica, el punto rojo en su piel desaparece rápidamente. Tiayu finalmente eliminó su miedo y ahora puede salir tranquilo. Atesora cualquier oportunidad para unirse a las prácticas grupales.

Mirando hacia dentro arregla todo

El Sr. Huang Zhengxian, maestro de un escuadrón de policías, se mudó de Kaohsiung a Tainan para cuidar de sus padres. Compartió su experiencia de seguir los principios de Falun Gong en su vida diaria.

Cuando Zhengxian se mudó para vivir con sus padres, se dio cuenta que tenían mentalidades y formas de vivir muy diferentes. Sus padres insistieron en hacer las cosas a su manera, pero él no sentía que tuviera que seguirlos. La comunicación con sus padres se volvió un tema. Zhengxian sabía que era difícil para sus padres cambiar, pero él tenía los requisitos del Fa así que miró hacia dentro para encontrar sus fallas cuando había un desacuerdo. Escuchando pacientemente a sus padres, poniéndose en sus zapatos, logró convertirse en una persona más considerada y afectuosa. Eventualmente la testarudez de sus padres desapareció, y su comunicación ahora es fluida y placentera.

Zhengxian dijo: “¡Gracias a la mágica herramienta de mirar hacia dentro! Me di cuenta que es esencial cultivarme en cada situación, y no esperar que otros cambien. Siempre que siga cultivando mi corazón, se arregla todo”.