(Minghui.org) Mi madre experimentó cambios asombrosos después de aprender Falun Dafa. Mi relación mejoró y nuestra familia ahora vive en armonía.
Niñez infeliz
Tuve una niñez infeliz. Mi madre tenía mal temperamento. Siempre estaba reprimiendo a todos. Su salud era mala y muchas veces se quedaba en la cama quejándose y gruñendo.
Mi padre no sabía cómo complacerla. Así que peleaban. Ella también maldecía a sus parientes políticos frente a todos.
Una vez mi madre estaba enojada y me dijo algo que me hirió profundamente. Después de eso dejé de quererla.
Me fui de mi casa después de conseguir un trabajo. Mi padre no estaba contento de ver cómo me iba pero yo sí estaba feliz. Me casé y tuve niños. Mi madre me visitaba, y siempre se iba infeliz.
Vida armoniosa
Tuve la suerte de aprender Falun Dafa. Sabía que mi madre no estaba bien de salud así que fui a su casa para recomendarle Dafa. No le interesó.
Se peleó con mi padre y vino a quedarse conmigo. Me acompañó al sitio de práctica y aprendió los ejercicios.
Ella tenía presión alta y nunca podía estar parada mucho tiempo sin marearse. Sin embargo, podía hacer el segundo ejercicios sin ningún problema. Estaba sorprendida y le pareció que los ejercicios eran excelentes. Comenzó a practicar Falun Dafa.
Ahora tiene buen humor, puede hablar rápido, trabaja duro, y nunca se cansa. Los vecinos comentaban que era una mujer dura. Su presión alta, problemas de corazón, migrañas, artritis y enfermedad del riñón que alguna vez sufrió, desaparecieron.
Usa el dinero que antes gastaba en medicamentos, para comprarle comida y cosas que le gustan a mi padre. La casa ahora está en armonía.
Mi madre está en sus 80 y durante las festividades cocina para todos.
Mis padres también cultivan vegetales, suficiente para nosotros también. Disfrutamos de pepinos, tomates, arvejas y maíz –todos orgánicos. Mis amigos me envidian los vegetales orgánicos.
Vida como practicante
Todas las mañanas mi madre se levanta a las cinco para hacer los ejercicios, escucha las lecciones de Shifu y las grabaciones de Minghui. Cada vez que tiene la oportunidad, le dice a la gente que Falun Dafa es bueno. Tiene una vida llena.
Desde que comencé a practicar Falun Dafa nuestra relación mejoró, ya no es la mujer mala que solía ser. Primero piensa en otros, y es buena con mi padre. Si hay un conflictos entre ellos, ella admite tener la culpa y así corta la tensión.
Ahora mi madre es una mujer feliz. Dice que Falun Dafa le dio buena salud y le purificó el corazón y la mente. Está muy agradecida con el Maestro Li – fundador de Falun Dafa.
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