(Minghui.org) A medida que el periodo de la Rectificación del Fa llega al final, he notado que varios practicantes se sienten pasivos y sin esperanzas. Algunos comenzaron a perseguir fama y ganancias. Shifu dijo:
“Pero cuando no enseño el Fa frecuentemente, la cuestión que más me preocupa no son las tribulaciones que todos enfrentan en la cultivación, en realidad las tribulaciones no son lo más difícil. Por más dura que sea una tribulación, después que pasa ustedes tienen las cosas en claro. En cambio, cultivarse silenciosamente en soledad, incapaz de ver esperanza, es lo más difícil. Hacer cualquier forma de cultivación supone pasar por una prueba tal y transitar un camino con tales características. Solo si uno puede perseverar y continuamente avanzar con rapidez cuenta como ser verdaderamente diligente. Es fácil decirlo, pero hacerlo bien es lo más difícil. Por eso se dice que al cultivarse como si recién se empezara seguramente se obtendrá el Fruto Recto”. (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009)
Recientemente vi un artículo en Minghui que decía: “Un practicante entró en un espacio enorme y perverso. No había luz, ni sonido ni signo de vida. El practicante sintió que su vida estaba en peligro, y que no podía cambiar nada. A pesar de la desesperación y de la atmósfera de muerte que lo rodeaba, él solo pensó en salvar a los seres conscientes allí. Al final, el lugar se rectificó y un aura bella irradiaba”.
Shifu dijo:
“La cosa más valiosa es poder progresar continuamente en este ambiente penoso, bajo presión e incapaces de ver esperanza. Esa es la cosa más valiosa y extraordinaria”. (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009)
Esto me recuerda a una historia donde Jesús navegaba por el mar con sus discípulos. Mientras Jesús dormía en la cubierta, vino un viento fuerte que tambaleó el barco violentamente. Sus discípulos se asustaron y esperaron que Jesús despertara, pero seguía durmiendo profundamente. Finalmente decidieron despertarlo. Jesús inmediatamente gritó al mar y al viento, los cuales se disiparon instantáneamente. Luego, Jesús miró a sus discípulos y les preguntó: “¿Dónde está vuestra fe?”.
Aplicando esto a nosotros, mientras que la desesperación puede ser atemorizante, puede sacar la grandeza de los Dafa dizi. Nos da una oportunidad de probar nuestra devoción a lo que es recto.
Nota del autor: cómo interpreto mis experiencias está basado en mi entendimiento limitado. Por favor señalar cualquier deficiencia encontrada.
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Categoría: Mejorándose uno mismo