(Minghui.org) Había estado practicando Falun Dafa desde hace muchos años cuando, de repente fui diagnosticada con “cáncer terminal”. Esta experiencia fue bastante milagrosa de principio a fin.

Una noche de invierno, hace unos años, recibí una llamada telefónica de una vieja amiga. Tan pronto como contesté el teléfono, me sentí mal y tuve que ir al baño. Le pedí a mi amiga que me llamara más tarde y corrí al baño.

Mi vientre estaba hinchado y empecé a vomitar. Cuando me miré en el espejo, vi que tanto mi cabeza como la cara estaban hinchadas.

Salí del baño, preguntándome por qué había cambiado tan dramáticamente en unos pocos minutos. Mi amiga me llamó nuevamente, pero tenía mucho dolor y no tenía fuerza para hablar.

Mi hijo vio mi estado y me llevó a un hospital cercano. El médico hizo un ultrasonido y dijo que mi vientre estaba lleno, pero era demasiado tarde que el ultrasonido detectara lo que era.

Me pregunté qué podría haber llenado mi vientre. Le dije al médico que era muy saludable, y que esto había sucedido en pocos minutos. El médico también pensaba que era extraño. Nunca había visto este síntoma, y había progresado muy rápidamente.

Mi hijo le preguntó al médico qué podría hacer y éste le sugirió sacar una muestra TC.

El médico dijo: "Llegaste demasiado tarde. Los resultados son claros. Puedes ver por ti mismo. Parece que tu mamá está en la etapa final". Mi hijo menor comenzó a llorar.

Me pareció todo muy extraño. Me había estado cultivando durante muchos años y había sido muy sana. ¿Cómo era posible que tuviera cáncer en el estadio cuatro? De hecho, todas mis enfermedades y malestares, incluyendo las enfermedades crónicas habían desaparecido después de comenzar a practicar Falun Dafa.

Era imposible que fuera cáncer. Les dije que era solo una ilusión, que no había nada de malo conmigo.

A la mañana siguiente, el médico me dijo: "Generalmente hacemos algunos preparativos antes de la cirugía, pero no tenemos tiempo. Hay que operarla ahora. Si el cáncer se disemina, tendremos que aislarlo rápidamente. También tenemos que comunicarnos con su familia acerca de esta cirugía. ¡Es lamentable que llegaste tan tarde!”.

Tuve un pensamiento incorrecto: ya que estaba teniendo estreñimiento, pensé que éste podría haber provocado que me hinchara, así que estuve de acuerdo con la cirugía. Sin embargo, estaba aceptando que realmente estaba enferma, y que la cirujía iba a solucionar el estreñimiento. No me estaba tratando como a una practicante, y acabé teniendo la cirugía.

El médico empezó a operarme inmediatamente. La cirugía duró 30 minutos, y me quitaron un quiste. Mi hijo mayor estaba muy sorprendido. No creía que la causa de la hinchazón era sólo un quiste sino lo que se mostró en la CT.

Después de la operación, estuve inconsciente durante ocho horas y no daba ninguna señal de recuperar la conciencia. El médico se estaba preguntaba por qué no estaba despertando de la anestesia. No era normal que un paciente permanezca inconsciente tanto tiempo.

Durante ese tiempo, sentí que mi conciencia principal dejó mi cuerpo. Vi a una practicante que ya había muerto, que solía trabajar conmigo mientras hacíamos las tres cosas. Ella caminaba delante de mí. La seguí, curiosa de ver a dónde iba.

Pero ella no estaba contenta de verme siguiéndola, y me estaba mirando enojada. No la entendía. Ella era una señora agradable, ¿por qué se estaba portando así?

La seguí a una habitación grande con un umbral en la entrada. Había muchas personas sentadas adentro y cada una tenía una copia del libro Zhuan Falun. Ella entró en la habitación y se sentó, viendose infeliz.

En aquel momento, un hombre de mediana edad se levantó y me dijo: "Ya que estás aquí, por favor entra. Podemos estudiar juntos".

Ya que era tan cortés, pensé que podría pasar. Empecé poniendo mi pie derecho en el umbral, pero entonces pensé: "Shifu todavía está en el mundo humano. La rectificación del Fa aún no ha terminado. ¿Por qué estoy aquí?".

Rápidamente retiré mi pie y me di vuelta.

El médico del hospital estaba llamando mi nombre y me daba palmaditas en la cara. Abrí los ojos y desperté. Me daba cuenta muy claramente que mi conciencia principal se había ido. ¡Era muy peligroso! Si hubiera atravesado ese umbral, mi cuerpo podría haber muerto, y yo no habría podido regresar.

El médico me dijo que el diagnóstico era incorrecto. Habían quitado un quiste y encontrado que no era cáncer. Sin embargo, él quería que me quedara unos días más.

Pronto presenté fiebre y el médico me recetó una medicina. Uno de mis hijos le preguntó: "La cirugía demostró que no tiene cáncer. ¿Por qué le tiene que dar medicamentos de cáncer para tratarla?".

Él dijo que, aunque no era cáncer, había algunos otros fenómenos desconocidos.

Me di cuenta que estaba interferida por un espíritu malicioso, que perseguía mi cuerpo.

Le dije al médico: "Yo sé qué es. Gracias". Les pedí a mis hijos que aceptaran los medicamentos.

Después de que el médico se fue, les dije: "Ya que es un espíritu malicioso, la medicina de la gente común no me sanará. Esta no es una enfermedad y no tomaré esta medicina".

Me di cuenta de que los cultivadores no tienen enfermedades. El espíritu que interfería, se había aprovechado de mis deficiencias en la cultivación. Supe que debía mirar hacia adentro rápidamente y rectificarme.

Cuando la enfermera llegó para verificar mi temperatura, le pedí que me dejara el termómetro para devolvérselo en cuanto terminara. Después le dije a mi hijo que se lo devuelva a la enfermera cinco minutos más tarde.

No tenía ninguna enfermedad. ¿Para qué medir mi temperatura? Había sido causada por un espíritu malicioso. Estos síntomas no deberían existir.

Le dije al espíritu que causó mi fiebre que dejara de hacer lío. "No te molestes en aumentar mi temperatura", le dije. "¡Es inútil! Sé que no lo hice bien en algunos aspectos, y te aprovechaste de eso para perseguir mi cuerpo. Pero soy una practicante y tengo a mi Maestro que me guía. Aunque hay cosas que no he hecho bien, seguiré el Fa de Shifu para rectificarme. Nunca me deberías perseguir. Tendrás que salir de mi espacio. Si continúas metiéndote conmigo, voy a tener una temperatura aún mayor que la tuya, para quemarte".

Les pedí a mis hijos que me ayudaran a levantarme para hacer los ejercicios de Falun Dafa. Era difícil parame porque tenía tubos en mi cuerpo. Así que me apoyé en un gabinete y terminé el primero y el tercer ejercicio. Mi bata de hospital estaba empapada de sudor.

Cuando ya no pude quedarme parada, mis hijos me ayudaron a meterme a la cama. En el tercer día, el médico vino a verme, preguntó cómo me sentía, y si todavía tenía temperatura alta. Le dije que estaba bien y que ya no tenía fiebre. De hecho, mi fiebre había desaparecido media hora después de que hice los ejercicios.

El cuarto día, pensé que ya no debería estar en el hospital, ni en la cama. Puesto que esta no era una enfermedad, debía ir a casa. Pero, ¿cómo podría lograr que me dejaran salir tan pronto después de una cirugía mayor?

Esa noche, vi una escena clara: el cielo estaba lleno de budas, daos y dioses. No había ningún espacio libre. Muchos de ellos me miraban. Estaban observando cómo me comportaba en el hospital, si me daba cuenta de que no tenía una enfermedad, y si podía usar los principios del Fa de Shifu para enfrentar esta ilusión.

Recordé que Shifu nos dijo que los budas y los dioses observan de cerca cada pensamiento y acción de los practicantes. Ellos no se quieren perder nada.

Los budas y los dioses vieron que me había dado cuenta de que era una practicante y que me había iluminado a los principios del Fa para rectificarme, por lo que poco a poco desaparecieron. Sin embargo, los budas, daos y dioses de un área todavía estaban allí, mirándome fíjamente. Entonces, un dios fue derribado de ese nivel del cielo. De repente, me di cuenta de que este era el dios que estaba persiguiendo mi cuerpo.

Vi que estaba cayendo hacia abajo un nivel tras otro. Cada vez que caía un nivel, su ropa y aspecto cambiaban. Cuando cayó en la dimensión humana, su pelo se hizo muy corto y su ropa cambió por el uniforme azul de los trabajadores.

Después de llegar abajo, me miró de una manera resentida. Lo miré también y dije en mi mente: "Yo sabía que eras de las viejas fuerzas. También sabía que estabas persiguiendo mi cuerpo. Por eso caíste. No te tengo miedo. Tengo a Shifu detrás de mí".

Finalmente entendí que no lo había hecho bien en mi cultivación, por lo que las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas. Estuve dedicada a mi trabajo y aflojé en la cultivación. No estaba poniendo mi corazón en estudiar el Fa y sólo hacía lo mínimo en la práctica de los ejercicios. Cuando fui detenida en un centro de lavado de cerebro, no lo hice bien tampoco. Es por esto que pudo ocurrir esta persecución.

Las cosas suceden por una razón. Aún así, siendo discípula de Dafa, el camino es arreglado por Shifu. Cualquier forma de perseguir a un discípulo de Dafa es un crimen enorme.

En el quinto día en el hospital, pensé: "Hoy debo ir a casa". Le dije al médico que me sentiría más cómoda en mi casa. Él contestó que era demasiado pronto para enviarme a casa.

Una enfermera en capacitación preguntó quién quería quitarse los puntos de sutura. Pensé que era una oportunidad perfecta para que me den el alta del hospital, así que ella me quitó los puntos.

Después le pedí a mi marido que hablara con el médico acerca de irme a casa. El médico me chequeó y, aunque estuvo un poco sorprendido, dijo que iba bien y me dejó ir. Desde entonces, he estado muy bien.

Desde ser admitida al hospital hasta ser dada de baja, quedé impresionada por este fenómeno: frente a un síntoma agudo, estuve pensando con la mente de una persona común. La enfermedad se manifestó, y acabé teniendo una operación innecesaria.

Cuando comencé a tratarme de acuerdo a los estándares de una verdadera cultivadora, sané sin tratamiento.

Un practicante es completamente diferente de una ípersona común. Quien se alínea constantemente al estándar de un cultivador, no tendrá esta ilusión.