(Minghui.org) Recientemente, cuando he intentado contarle a la gente en China sobre qué es Falun Gong y sobre cómo es perseguido por el régimen comunista, he tenido usualmente experiencias conmovedoras.

Una vez un oficial de policía de un tribunal me dijo: "Ustedes los practicantes de Falun Gong son geniales. Asumen riesgos y consideran a los demás. Cuando hablan con alguien, no saben si esa persona es buena o mala. Pero no tienen miedo de contarle a la gente sobre Falun Gong, y es sólo porque quieren que esa persona conozca la verdad. No es fácil entregar volantes cuando el clima es severo. Aunque soy un oficial de policía de este tribunal, quiero decir que admiro a los practicantes de Falun Gong".

Dijo también: "Sé bien que Falun Gong es bueno. Un practicante me ayudó a renunciar al partido comunista. Hoy en día nadie confía en el partido. No pienso que va a durar mucho. Como oficial de policía de este tribunal, he sido testigo de muchos casos en los que el partido persigue a gente buena y deja ir a gente mala".

Por supuesto, no todo el mundo apoya a Falun Gong de buenas a primeras. A veces me he encontrado con gente que me ha insultado, o ha intentado llevarme a la estación de policía porque le he contado sobre Falun Gong en público. Al enfrentar a este tipo de gente, nunca me he asustado o me he sentido frustrada. Siempre les pido con una sonrisa genuina que no se molesten, y les clarifico que la razón por la cual les cuento sobre Falun Gong es que quiero que sepan la verdad y tengan un buen futuro.

Aclarando a la gente desinformada

Recuerdo una señora de 70 años que solía insultar practicantes en una estación de autobuses. También intentaba evitar que otros nos escucharan. Me sentí mal por ella, porque la propaganda del partido comunista le había lavado el cerebro.

Hablé con ella muchas veces con mucha paciencia. Luego de entender por qué ella tenía sentimientos negativos tan fuertes hacia Falun Gong, aclaré sus malentendidos. Ella vio cómo ayudábamos a los demás en la estación, cómo tratábamos a los otros con paciencia cuando nos insultában, cómo hablábamos con los oficiales sin miedo, y cómo otra gente nos agradecía luego de hablar con nosotros. Finalmente se conmovió.

Se enteró de que usábamos de nuestro propio tiempo y dinero para contarle a la gente sobre Falun Gong. Un día me dijo: "Tu maestro le ha enseñado a mucha gente buena. Veo el poder y compasión de Falun Gong". Ahora siempre nos sonríe y me saluda diciendo: "¡Falun Dafa es bueno!".

Sin miedo

En abril del año pasado, fui a entregar DVDs de Shen Yun en un lugar público. La mayoría de la gente aceptaba mis materiales, pero un señor me agarró del brazo y dijo que me llevaría a la estación de policía.

"¿Por qué andas aquí distribuyendo esas cosas de Falun Gong?" me preguntó. Le sonreí diciéndole: "Es una bendición para usted tener una oportunidad de aprender sobre qué es Falun Gong. Tenemos una relación predestinada. Gente con menos suerte no se encontrará conmigo".

Me dejó ir. Le sonreí a otras personas que estaban alrededor y dije: "El señor no bromeará de esta forma de nuevo". El sonrió también. Aproveché la oportunidad para entregar DVDs a otras personas. Algunas tomaron más copias para entregar a sus amigos y vecinos.

Una vecina amargada cambia

Una vecina mio solía causar problemas. Nadie la quería, pero yo siempre la ayudaba. Me di cuenta sobre cómo trataba a los otros vecinos. Tengo habilidades de costura, así que suelo ayudar a los vecinos haciéndoles ropa gratuitamente. Los vecinos suelen a veces utilizar mi patio y casa con sus cosas, pero nunca me he molestado ni les he cobrado dinero.

Luego de hablar con la vecina varias veces, ella dejó de insultar a los demás. Solía decirle a la gente que Falun Gong le enseña a la gente a ser bondadosa. Cuando se enfermó, organicé a los vecinos para que la ayudaran y yo también pasé tiempo cuidándola.

Antes de que falleciera, se disculpó con todas las personas a quienes había insultado o herido antes. Luego algunos vecinos me dijeron que la razón por la cual la señora se disculpó con la comunidad es porque había aprendido los principios de Falun Gong.