(Minghui.org) El estándar moral en la sociedad se está deteriorando rápidamente todos los días. Sin embargo, hay un grupo de gente que siempre se comporta según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Estas personas son las que practican Falun Gong. Mucha gente se está volviendo consciente de esto y comentan: “Los practicantes de Falun Gong son una brisa fresca de primavera en un mundo donde el agua se está haciendo barro”.

Todas mis enfermedades desaparecieron cuando comencé a practicar Falun Gong. Tengo muy buena salud y me siento bien. Más importante, mi moralidad ha mejorado enormemente. Estos cambios se ven reflejados en mi vida diaria.

Me gustaría compartir dos experiencias que tuve varios años atrás mientras trabajaba como vendedor de materiales para la construcción.

Compraré tus materiales porque confío en ti

Me contrataron para la venta de materiales para la construcción. En estos días hay muchos productos de calidad inferior en el mercado. Esto hace difícil la venta, porque nuestro trabajo es convencer a los clientes que los productos son buenos.

Una vez cuando presentaba los productos a un cliente, le sugerí los productos apropiados después de escuchar qué era lo que él tenía en mente, y el estilo en el que estaba interesado para volver a decorar. También le expliqué las ventajas y desventajas de las diferentes marcas que ofrecíamos. Hizo muchas preguntas y le contesté todas honestamente.

Escuchó atentamente y luego dijo que yo era diferente de los otros vendedores. “¿En qué sentido?”, pregunté. Me explicó: “Usualmente me dicen solo cuán magníficos son los productos. Pero tú por otro lado me has comentado las cosas no tan buenas de los mismos. ¿Por qué eres tan honesto?”.

No pude evitar sonreír cuando dijo esto. Mi respuesta fue: “Soy un practicante de Falun Gong, seguimos Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Así que debo ser honesto y nunca exagerar sobre los productos. Ayudo a mis clientes a escoger los mejores productos para sus necesidades”. Me estrechó la mano y dijo: “Gracias, muchas gracias. Confío en ti y te compraré los materiales porque confío en ti”.

Luego fuimos a completar la venta y tomarle el pago. Usualmente es mi jefe quien se encarga de cobrar. Sin embargo el cliente pidió que fuera yo quien completara la venta y le cobrara. Miré a mi jefe para ver cómo se sentía al respecto y asintió con su cabeza. Todos sonreímos.

Confío cada vez más en ti

Había un cliente que compró un condominio en el centro. Podía notar que quería decorarlo con lo mejor de lo mejor. Le presenté mis productos. Después de decidir qué pintura quería, dijo: “Confío en los practicantes de Falun Gong”. Sin embargo, solo nos pagó el anticipo y dijo que pagaría el resto cuando el trabajo estuviera terminado y él satisfecho.

Esto puso nervioso a mi jefe. Tenía miedo de que se negara a pagar una vez que estuviera todo hecho. Le dije a mi jefe que yo le garantizaba que él pagaría todo al final.

Tenía completa confianza en este cliente porque me dijo más de cuatro veces que confiaba en mí. Sabía que esta era una situación 100% provechosa. Por un lado, el cliente era un hombre de negocios y necesitaba viajar por los negocios, así que no estaría en su casa durante los dos meses que demoraría la decoración.

Me contrató a mí como su representante para escoger los materiales, como contratante y para dirigir el proyecto. Además, mi jefe me dio la responsabilidad total de que el cliente estuviera satisfecho y que pagaría el total al final, de este modo dejándome toda la responsabilidad. Tenía que trabajar más pero después de dos meses el cliente estaba completamente satisfecho y pagó el total del trabajo. Todos estábamos felices.

Luego mi jefe me informó que el anticipo que pagó el cliente antes de iniciar el trabajo, de alguna manera no había sido restado del costo final, así que había que devolvérselo. Al día siguiente estaba haciendo unos trámites y pasé a dejarles el dinero. La familia entera estaba ocupada limpiando la casa. Los ayudé a mover unos muebles.

Cuando terminamos, saqué el dinero y les expliqué lo que pasó. Ellos se habían olvidado y estaban totalmente asombrados de que les regresara el dinero. Mi cliente exclamó: “Maravilloso. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es genial. Cada vez confío más en ti”.

Tengo tantas experiencias en mi vida diaria. Este tipo de cosas son muy comunes entre los practicantes. Sin embargo, en nuestra sociedad actual, es difícil diferenciar lo bueno de lo malo, así que el desinterés de los practicantes de Falun Gong son un ejemplo en un mundo tan corrupto. La luz de los practicantes guiará a la sociedad a un futuro brillante.