(Minghui.org) Tengo más de ochenta años, y comencé a practicar Falun Dafa en el año 1996. Antes de comenzar la cultivación tenía varias dolencias, entre ellas migrañas y artritis reumatoide. Además, sobreviví a dos cirugías grandes. Solía tener mucho sufrimiento a causa de la anemia y problemas intestinales. Luego que comencé a practicar, las enfermedades desaparecieron.

Mi hija y mi nieto quedan exhaustos luego de trabajar todo el día y no tienen el tiempo o energía para ayudarme a cuidar de mi esposo que se encuentra enfermo en cama. Así que suelo cuidarlo y hacer los quehaceres de la casa sin quejarme. Si no fuera por Dafa, no podría soportar esto física ni psicológicamente.

La gente no cree que tengo más de ochenta años. Esto suele crear oportunidades perfectas para hablar sobre Falun Dafa ya que mi apariencia joven demuestra algunos de los beneficios de la práctica.

Hablo con gente sobre Falun Dafa todos los días. Quiero ayudar a que todos sepan la historia verdadera detrás de la persecución.

Ayudando a la gente a renunciar al partido comunista

Mientras visitaba mi pueblo natal, fui al mercado a clarificar la verdad sobre Dafa y la persecución, con la esperanza de que muchas personas renunciarían al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Durante mi visita de 18 días de duración, ayudé a 83 personas a renunciar al PCCh, visité cuatro aldeas, fui a dos mercados, y colgué varios carteles que decían: "Verdad-Compasión-Tolerancia es Bueno, Falun Dafa es Bueno". Colgué estos carteles donde sea que pudiera: en las puertas de los autobuses, en los postes de luz y en árboles. Entregué CDs con información sobre los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista, y otros materiales informativos.

Hay muchos retos que superar cuando uno habla a la gente sobre la persecución, pero no me incomodan las dificultades ya que sé que les estoy dando una oportunidad de posicionarse y tener un futuro maravilloso.