(Minghui.org) Una pequeña aldea en la provincia de Heilongjiang tuvo una excelente cosecha de granos, mientras que las aldeas vecinas solo tuvieron una cosecha regular en las mismas condiciones climáticas.

Los granjeros del vecindario se preguntaban por qué esta aldea tuvo tan buenos resultados. El suelo, el clima, fertilizantes y condiciones en general eran muy similares, pero la aldea de mi esposo tuvo una cosecha excepcional.

Durante el año nuevo chino, mi esposo fue a su aldea y pasó las fiestas con su familia. Yo le había pedido que ayudara a sus amigos y familiares de la aldea a que renunciaran al partido comunista y sus organizaciones.

Cuando regresó a casa, trajo consigo una lista con cientos de nombres de personas que habían decidido renunciar al PCCh. La mayoría eran sus compañeros de la escuela, amigos cercanos y parientes.

Al año siguiente, una cosa extraordinaria ocurrió. Esa aldea tuvo una cosecha extraordinaria. En primavera, los aldeanos sembraron semillas de soja. Para otoño sus campos ya habían levantado una gran cosecha, mientras que las aldeas vecinas solo tuvieron una cantidad regular.

Los 47 trabajadores renuncian al PCCh

Unos ocho años atrás, el hermano menor de mi esposo vino a nuestra ciudad como peón temporal. Los días eran duros y cayó enfermo. Lo llevé a un médico y traté de mejorar sus condiciones de vida.

Luego me presentó a uno de sus amigos cercanos, que era un secretario de la liga juvenil comunista en su aldea (un oficial del partido de nivel bajo). Él conocía a un montón de gente, entonces lo convencí de que me llevara con los aldeanos que también estaban en mi ciudad, para que yo pudiera aclararles la verdad sobre Falun Gong.

Fuimos a la residencia de los trabajadores donde hablé con 47 personas de la misma aldea. Después de hablar unos 15 minutos, la mayoría entendió los hechos detrás de la persecución a Falun gong y aceptaron renunciar al PCCh. Tenían la esperanza de que el PCCh caiga en un futuro cercano y ya no querían ser parte de este.

Había algunos que aún tenían dudas e incluso hacían comentarios bruscos. Expliqué pacientemente los hechos y al final, los 47 renunciaron al partido.