(Minghui.org) Viví 13 años con parálisis, pero pude caminar nuevamente luego de tres meses de practicar Falun Dafa.

Vivo en un área rural del condado de Ji'An en la provincia de Jilin. Quedé paralizada en el año 1985 y pasé toda mi juventud en cama.

Mis padres intentaron hacer todo lo posible para ayudarme, gastaron todos sus ahorros y tomaron prestada una gran cantidad de dinero, pero mi condición empeoraba. Ellos trabajaban en el campo y venían a casa al mediodía a cuidar de mí. Me encontraba muy débil y tenía cicatrices por pasar tanto tiempo en cama. Estaba muy deprimida y deseaba que la muerte me llevara

Dafa me rescata

Mis padres comenzaron a practicar Falun Dafa en el año 1998, y se volvieron saludables de mente y cuerpo. Mi madre me pidió que aprendiera Dafa, pero yo no pensé que le haría bien a una persona que estuviera tan enferma como yo.

Me ofreció sostener el libro para que pudiera leer, así que para hacerla sentir bien accedí a leer el libro. Leía una página, cerraba mis ojos para descansar un poco y luego continuaba leyendo. Luego de leer una lección, no me sentía cansada.

Mi madre me pidió que descansara y dormí por cinco horas seguidas por primera vez en mucho tiempo. Ella se preocupó y revisó a ver si todavía respiraba. Luego de levantarme, me dio dos cucharadas de agua y pude tragarlas. No había podido comer o tomar nada por varios días. A la mañana siguiente me sentí un poquito mejor.

Luego de haber leído la Lección Tercera pude sostener el libro en mis manos. Luego de terminar las nueve lecciones, pude mover mi cuerpo por yo sola. Cuando logré poder sentarme comencé a hacer la meditación sentada. Mi cuerpo cambió en menos de tres meses y ya no me encontraba todo el día en cama.

Me eché a llorar y no tenía palabras para expresar mi gratitud a Dafa. Hice los ejercicios a diario, y luego de un tiempo pude ayudar con los quehaceres de la casa, tales como cocinar y limpiar. También solía ir a la calle y caminar.

A oficiales de policía les conmueve mi historia

Cuando Dafa fue prohibido en el año 1999, no pude entenderlo. Quería ir a Beijing a apelar por Falun Dafa, pero no teníamos dinero. Así que escribí cuatro cartas a Jiang Zemin, el ex jefe del régimen comunista chino, y le conté que podía caminar nuevamente luego de practicar Dafa.

Mis cartas atrajeron la atención de las autoridades. Directores y oficiales de los departamentos de policía investigaron personalmente mi historia sobre cómo regresé a la buena salud. Algunos oficiales se reunieron en mi casa. Querían confiscar nuestro libro de Dafa, pero mi padre lo sostuvo fuertemente en sus brazos.

Les contamos sobre mi parálisis y les dijimos que nuestra historia podía ser confirmada por todos los que vivían en nuestra aldea. Escucharon la historia entera y luego decidieron dejarnos en paz.