(Minghui.org) Una practicante se enteró que yo había estado experimentando ye de enfermedad por más de 20 días. Ella y algunos practicantes me pidieron que los ayudara a hacer llamadas telefónicas para aclarar la verdad. Pero mi esposo me pidió que no fuera porque no me sentía bien.

Mi mente estaba inestable, porque no había hecho bien lo que Shifu nos pidió, lo cual es estudiar bien el Fa, enviar pensamientos rectos y contarle a la gente sobre Dafa. Por eso, me levanté medio tambaleando y bajé las escaleras.

Aunque era una distancia corta hasta el auto, me llevó 20 minutos llegar hasta ahí, me faltaba el aire, tosí por más de 10 minutos, y me sentía terrible.

Los practicantes dijeron que todo lo que necesitaba hacer era enviar pensamientos rectos mientras hacía las llamadas y comencé a sentirme aliviada. Sentí un fuerte campo de energía lleno de compasión a mi alrededor y sentí gratitud hacia los practicantes.

Shifu dijo:

Eliminar el mal

“Montando carros de combate a lo largo de cien mil millas
Empuñan la espada y eliminan las perversidades
Las palmas erguidas sostienen al cielo derrumbándose
La rectificación del Fa disipa la oscuridad” (Hong Yin II)

Dos horas pasaron rápidamente y camino a casa solo quería estudiar el Fa. Sentí como si una capa de cosas se hubiera disipado de pies a cabeza. Sabía que había eliminado la cosa mala que estaba controlando mi cuerpo. Hicimos lo correcto y asustamos a la maldad.

Al día siguiente fui de nuevo con los practicantes, pero esta vez ya me sentía mucho mejor.

Un practicante me dijo que las viejas fuerzas se habían llevado la vida de dos practicantes en su trabajo. Se sintieron enfermos, se negaron a salir y ayudar con las llamadas, pero prometieron salir cuando se sintieran mejor.

“Las viejas fuerzas no te dejarán sentirte mejor”, dijo ella. “Su objetivo es arruinar a los practicantes y a los seres conscientes. Sentí mucha pena por la pérdida de esos dos practicantes. ¿Cuántos seres conscientes podrían haber salvado si no hubieran muerto?”.

Siento arrepentimiento por haber causado problemas a Shifu y a los practicantes por no hacerlo bien. De repente entendí los principios de Dafa que me permitieron eliminar los arreglos de las viejas fuerzas. Los síntomas de mi enfermedad casi desaparecieron tan pronto entendí esta verdad del Fa.

Volví a la normalidad al tercer día y por mi determinación en ayudar a los practicantes, me liberé de la interferencia de las viejas fuerzas.

Llamadas para aclarar la verdad

Los practicantes no solo me ayudaron a sobrepasar mi tribulación, sino que también me enseñaron a usar el celular y me uní al equipo de llamadas telefónicas para aclarar la verdad.

Hace un tiempo me compré dos celulares, pero no pude entender qué necesitaba para hacerlos funcionar, porque no tenía el conocimiento técnico. Compré un auto y otro teléfono celular, pero me resultaba complicado ubicarme y me perdí varias veces. Pero, no me preocupé y pensé que Shifu me ayudaría a encontrar un buen conductor.

Una practicante vino a mi casa a buscar material para aclarar la verdad. Ella mencionó que quería unirse al proyecto para hacer llamadas. Ahora hace varios meses que estamos haciendo llamadas telefónicas para aclarar la verdad.

Sin embargo, el olor en el auto me hacía toser y tenía mocos continuamente. Por eso, repetí varias veces las palabras de Shifu: “En la situación aun más difícil tienes que hacer bien las tres cosas”. (Enseñanza del Fa en Gran Nueva York 2013)

Miré hacia dentro y no reconocí la ilusión del ye de enfermedad. Continué haciendo las llamadas telefónicas. Pero, no pude dormir durante varios días. Un síntoma tras otro venía a molestarme y le pedí a los practicantes que siguieran haciendo el proyecto sin mi. Pero ellos no aceptaron un no como respuesta y enviaron pensamientos rectos para eliminar la interferencia. Pensé en Shifu, tuve pensamientos rectos y decidí ser parte del equipo de llamados ese día.

Más de 10 personas renunciaron al PCCh y sus organizaciones ese día después de los llamados que hicimos. Sentimos la presencia de Shifu con nosotros.

Esposo dice: “No te puedo detener. Simplemente hazlo bien”

Desde entonces mejoré. Fue una prueba de vida o muerte. Me tomó mucho esfuerzo estudiar el Fa, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos, pero estaba determinada a pasar la prueba. Cada momento era una prueba para mí, pero continué recitando las palabras de Shifu y eliminé con el tiempo los arreglos de las viejas fuerzas.

Pero no pasé completamente la tribulación, todavía tenía la tos que me molestaba.

“Deberías hacer las cosas e ignorar la situación de vida y muerte”, dijo mi esposo. “No te puedo detener. Puedes hacer lo que quieras. Simplemente hazlo bien”.

Me sorprendí al escuchar esto. Mi esposo me apoya mucho. Nunca intentó detenerme al estudiar el Fa, enviar pensamientos rectos o hablar con la gente sobre Dafa. Cuando necesitaba el auto para un proyecto, me compró uno. Cuando no pude moverme por unas semanas o dos meses a veces, tuvo mucha paciencia y cuidó de mí. Pero debo recordar todo el tiempo que las viejas fuerzas no se dan por vencidas fácilmente.

Nada puede pararme

Decidimos hacer llamadas durante julio de 2014. No me sentía bien y tosía constantemente. Tenía que conducir porque nuestro conductor no pudo ir y sin importar cómo me sentía, nunca había estado tan determinada en ir y hacer las llamadas.

Arranqué el auto y el sudor cubría mi rostro. Los practicantes enviaron pensamientos rectos y yo le pedí ayuda a Shifu. Comenzó a llover densamente y caían rayos y tronaba. Estacionamos el auto, comimos algo rápido y luego hicimos las llamadas telefónicas. Llamamos a un montón de gente y 17 personas renunciaron al PCCh.

Cuando llegué a casa, mis tos había desaparecido y mi cuerpo estaba liviano. Mi esposo me estaba esperando en la puerta. Estaba sorprendido de verme tan bien. Sabía que Shifu me había dado fuerzas. Shifu me ayudó a eliminar la interferencia que intentó detenerme de salvar seres conscientes. Es justo como dijo Shifu:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”
(Bondades entre el Shifu y los dizi – Hong Yin II)

Dafa me dio el valor, sabiduría y más que nada, salud

Dafa me dio coraje y sabiduría y me he beneficiado enormemente de ello. Me ayudó a sobrepasar la interferencia de las viejas fuerzas y el ye de enfermedad.

Comencé a practicar Falun Dafa cuando estaba en un estado bastante malo. Tuve dos operaciones de cáncer de mamas avanzado en mis 30 y ahora tengo cerca de 60 años. Tenía problemas en el corazón, enfisema, artritis reumática, y múltiples tumores y quistes. No podía pasar un día entero sin una cartera llena de medicamentos y el hospital era mi segundo hogar.

Shifu se hizo cargo de mí, purificó mi cuerpo, sufrió por mí y me protegió. Soportó grandes sufrimientos para cuidarme. Ya no necesito ningún medicamento ni inyecciones.

Dafa es asombroso y es mi única esperanza de tener una vida saludable. No seré pasiva en mi sendero de cultivación, sin importar cuán grande o difícil sea la tribulación que tenga que enfrentar.

Negaré completamente los arreglos de las viejas fuerzas. No reconoceré ninguna prueba impuesta sobre mí por las viejas fuerzas. Haré bien todo lo que un practicante tiene que hacer. Seguiré el sendero arreglado por Shifu y eliminaré la interferencia de las viejas fuerzas.