(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en el 2002. Con el fin de ayudar a quienes han sido engañados por las mentiras del partido comunista chino (PCCh) acerca de Falun Dafa, me gustaría compartir mis experiencias personales así pueden conocer la bondad de Falun Dafa.
Comportándose diligentemente según Dafa
Después de comenzar a practicar, llegué a entender que, como practicante, uno necesita ser una buena persona en todo momento. Debemos poner a los otros primero en cada situación y mirar hacia dentro en medio de los conflictos.
Encontré un trabajo en una empresa estatal en 2003. Como la empresa estaba recientemente establecida, mi trabajo involucraba hacer muchas cosas. Llegaba temprano a la oficina todos los días antes de las 7 de la mañana. Limpiaba la oficina y entonces comenzaba mi día. En invierno, todo tipo de materiales que se apilaban en el patio necesitaban ser ordenados y reorganizados.
Todos los empleados tenían que unirse a este esfuerzo. El trabajo era sucio y agotador. Mucha gente desistió después de pocos días. En medio del viento frío, yo era el único haciendo este tipo de cosas, incluyendo limpiar, transportar basura, etc. No paraba hasta que todo estuviera ordenado. Mi jefe estaba impresionado por mi trabajo así que les dijo a todos los empleados: “[Mi nombre] trata a nuestra empresa como su propia casa, y él se comporta igual donde quiera que esté”.
Dejé esta compañía en el 2005 y fui a trabajar a otra corporación. Para empezar, había tres meses de capacitación. Terminé la capacitación sólo en un mes por mi trabajo duro. Esto fue un récord en la compañía. La casa central envió a una persona para validar mi entrenamiento. Posteriormente, el subdirector del directorio frecuentemente mencionaba a nuevos empleados el hecho de que pasé el entrenamiento en un mes.
Mi compañía me envió al sur de China en la primavera del 2006 para conocer a potenciales proveedores de equipamiento. Una compañía intentó sobornarme con 20.000 yuanes con el fin de obtener el contrato. Educadamente lo rechacé. Otra compañía me ofreció un servicio gratis. Enseguida también lo rechacé.
Como practicante, necesito ser estricto conmigo. Trato cualquier cosa seria y cuidadosamente en mi vida diaria. He sido responsable por todo lo que hago. Muchas veces, los gastos relacionados con mi trabajo remunerado los cubro con mi propio bolsillo sin que nadie lo sepa.
Practicantes de Dafa demuestran la Verdad
Fui arrestado mientras le hablaba a la gente acerca de Falun Dafa en el 2009 y llevado a un campo de detención. Intenté hacer lo mejor para ayudar a otros detenidos allí. Por ejemplo, ayudé a los ancianos a lavar sus ropas, aconsejé a adolescentes sobre cómo conducir sus vidas y alenté a gente joven en problemas a regresar al camino correcto.
Rápidamente fui transferido a otra celda. Un criminal había estado observándome. Luego me dijo: “Eres diferente de otros practicantes que he visto en televisión”. Noté la oportunidad y le clarifiqué los hechos acerca de Falun Dafa. Le conté acerca de su bondad y por qué uno debe renunciar al partido comunista para no ser asociado con éste cuando caiga.
Eventualmente entendió la verdad. Me dijo que pensaba que Dafa era realmente maravilloso. Nos hicimos buenos amigos y quería enseñarle Dafa a su esposa. Por esta razón recibió buena fortuna: Su veredicto cambió de sentencia de muerte a cadena perpetua, lo cual fue absolutamente increíble para él.
Luego fui sentenciado y transferido a otra prisión. Le declaré al guardia: “No soy culpable de ningún crimen, y no participaré en ninguna actividad relacionada a ser transformado”. El guardia me dijo: “Si te llevas bien con los otros prisioneros, todo estará bien”. Le dije: “Nosotros los practicantes intentamos ser buenas personas en todos lados”.
Un hombre culpable de robo compartía una cama cucheta conmigo. Tenía una muy mala salud. A causa de su enfermedad, no podía pararse, ni podía cuidarse. Al preso que estaba designado para ocuparse no le importaba nada acerca de él. Tuve que cuidarlo. Lo llevaba al baño, le alcanzaba sus alimentos y le conversaba. El estaba muy conmovido.
Un hombre encarcelado por robo estaba cerca de los 80 años. Nadie quería cuidarlo. Le dí mis ropas limpias, lo cual fue observado por todos los internos de la celda. Ellos decían: “Realmente no sabíamos cuán maravilloso es Falun Dafa”.
Muchos prisioneros trataron a los practicantes de forma diferente y de buena manera. No nos insultábamos, ni peleábamos con otros. No le hacíamos ningún daño a nadie. Y pensábamos primero en los demás al hacer otras cosas.
Algunos prisioneros confiaban en mí y me compartían sus secretos. Estaba dispuesto a ayudarlos. En un lugar como una prisión, entre prisioneros, sus relaciones están solamente basadas en intereses personales más que en ninguna otra cosa. Mientras que yo nunca pensaba en esto, pero trataba a cada uno amablemente, como es requerido por el Fa.
Cuando trabajaban horas extras, siempre los ayudaba con la preparación del agua caliente y fideos instantáneos. Una vez, cuando un prisionero recogió su taza después de retornar a la celda, vio que estaba llena de agua caliente. Él estaba tan conmocionado que me miró a los ojos y me dijo: “Seguramente te irá bien, ¡pues eres una persona tan amable!”.
Algunos de los prisioneros con los que tenía conexiones más cercanas me dijeron que si se hubieran topado conmigo antes, no hubieran cometido ningún crimen. Este es el poder de Dafa. Bajo el poder de Verdad-Compasión-Tolerancia todo cambiará. Todos los presos se dieron cuenta que los practicantes que llegaron eran diferentes de lo que les había presentado el PCCh en televisión.
No importa cuán malas sean las mentiras del PCCh, los practicantes expondremos la verdad. Apreciaré el camino de mi futura cultivación y usaré mis palabras y acciones para demostrar la belleza, lo sagrado y lo maravilloso de Falun Dafa.
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Categoría: Caminos de cultivación