El progreso de los participantes del campamento de verano de Minghui

(Minghui.org) El campamento de verano de la Escuela Minghui duró siete semanas y concluyó el 14 de agosto. Como en años anteriores, los participantes compartieron alegrías y mejoras, tanto en sus cultivaciones como en sus vidas diarias.

Meditación en el Campamento de Verano de la Escuela Minghui en Toronto.

Un deseo tan anhelado se cumple

La madre de Emily, una niña estadounidense de 7 años que participa por primera vez en el campamento, dijo que había leído sobre el campamento. “Me conmovían las fotografías de los niños meditando juntos; es tan hermoso. Siempre tuve la esperanza de que Emily pudiese estar allí”.

La estadía de 6 semanas de esta niña fue una experiencia muy gratificante para Emily y su mamá, quien dijo: “Antes de participar Emily solo reconocía 60 caracteres chinos, y solo hacía tres de los ejercicios; siempre se salteaba la “Estaca-parada Falun” y la meditación sentada. Ahora puede leer una parte de Zhuan Falun, escribir muchos caracteres chinos, recitar Lunyu como los otros niños, y hacer los cinco ejercicios de principio a fin”.

Las antiguas historias chinas que aprendió en el campamento le otorgaron un mejor entendimiento a Emily acerca de la cultivación, como el mejoramiento del xinxing. “Me alegra mucho por ella”, dijo su madre.

“El mejor regalo que puedo hacerte como madre”

Ryan Zhou, de 10 años, es un estudiante esmerado y modesto. Al principio tampoco podía leer muchos caracteres en chino, pero no se sintió frustrado y no se quejó. En cambio, escuchó con atención y se ofreció voluntariamente a ayudar a los más chiquitos.

“Siempre tuvo actitud positiva. Al ver a dos niños discutiendo siempre se acercó e intentó actuar como pacificador. Su sinceridad y sonrisa son contagiosas, y hace que los niños que discuten terminen riéndose”, dijo Echo, el tutor de Ryan.

Su máxima mejora se vio al hacer los ejercicios. Solía moverse mucho durante la meditación, y sus movimientos no eran precisos. “Ahora puede sentarse tranquilo a lo largo de toda la meditación; sorprendente para un niño de 10 años”.

Los padres de Ryan son muy solidarios. Una vez los campistas tenían tarea para el hogar; preguntarle a sus padres por qué practicar Falun Gong es algo bueno. Cuando Ryan le preguntó a su madre, que cada día lo llevaba al campamento conduciendo 40 minutos desde Mississauga, la respuesta fue: “Es el mejor regalo que puedo darte como madre”.

Ejercicio grupal en el campamento de la Escuela Minghui.

Aprendiendo Perseverancia

La perseverancia es un atributo positivo para los niños. “Ver a estos niños extendiendo su meditación sentada de 30 minutos a una hora, me sentí tan orgullosa de ellos”, dijo Cathy, otra tutora.

Una vez vio a Eric, un niño de solo 5 años, con lágrimas por el dolor de estar sentado con las piernas cruzadas en doble loto. “Lo ayudé a descruzar sus piernas, pero el estaba firme y las volvió a cruzar. Eso me conmovió casi hasta las lágrimas”, recordó Cathy.

Otro ejemplo es el de Ella, una niña de 7 años, quien también superó una gran dificultad para hacer la meditación sentada de una hora. “Este no solo fue un ambiente grupal excelente para que los niños mejoraran juntos, sino que también es algo en lo cual a menudo reflexiono; nosotros los adultos, ¿hemos sido tan diligentes como estos niños en nuestra cultivación?”.

Mejorando el xinxing

Además de soportar dolor físico, estos jóvenes campistas también mejoraron su xinxing.

“El grupo de los más pequeños hacía una autoevaluación diaria para ver si habían estudiado los libros de Falun Gong, hecho los ejercicios, mejorado su xinxing mirando internamente, y ayudado a otros”. Les llevó un tiempo entender qué significaban las últimas dos cosas. “¿Significa que si golpeo a alguien luego le pido disculpas?”, preguntó un niño.

“No, eso no cuenta”, dijo Cathy. Luego dio un ejemplo: “Un niño golpeó a Arvin, de 6 años, quien no lloró sino que le devolvió el golpe. El niño le informó a la maestra que Arvin lo golpeó, Arvin vino y se disculpó; siguió pidiendo perdón diciendo que era su culpa, sin mencionar que el otro niño lo había golpeado primero”.

“Si logramos ser más tolerantes con otros y tomar cada oportunidad para mejorarnos, el mundo será un lugar mucho mejor”, explicó Cathy. A medida que los campistas comprendieron esto y actuaron acorde, hubieron menos conflictos en el campamento.

Un grupo de campistas leyendo juntos.

Contarle a otros sobre Falun Gong y la persecución

La última semana de campamento fue residencial y se llevó a cabo con otro grupo de campistas de muchos países, incluyendo China. Qianqian, de 15 años, se volvió rápidamente popular en el nuevo grupo y se hizo muchos amigos. Le contó a sus nuevos amigos acerca de Falun Gong y la persecución.

Cuando aprendieron cosas de las cuales no se habían enterado en China, cinco campistas de China quisieron renunciar a las organizaciones juveniles del partido comunista chino, la liga juvenil y los jóvenes pioneros.

“¿Sabías que Qianqian practica Falun Gong? Creo que está bueno para nosotros también”, dijo un campista chino a otro.

Tutor: es un proceso de incrementar la capacidad de tu corazón

En su primer año de ser tutor, Echo tiene muchas anécdotas para compartir: “Habían 23 campistas de 8 a 11 años de edad en mi grupo. Ya que era difícil explicarles la cultivación en profundidad, reprodujimos materiales audiovisuales de www.minghui-school.org y http://www.mhradio.org. A medida que les fuimos mostrando cómo un practicante de Falun Gong se comporta con un estándar más alto, estas palabras comenzaron surtir efecto.

“Es siempre reconfortante ver el progreso de los campistas, poquito a poco, día tras día. El desafío más grande para mi es la paciencia. Ocasionalmente, al ver a dos docenas de niños jugando durante la clase, he perdido el temperamento. Pero cada vez que recordé que debo considerar esto como una prueba de xinxing y tomarlo con compasión, los niños milagrosamente se calmaron”.

Otros maestros también han sentido lo mismo. “Uno ha estado ayudando en la Escuela Minghui durante 10 años. Una vez me dijo: 'Mientras más compasión tengas hacia estos niños, más milagros verás'. Ahora sé que este es un proceso de incrementar la capacidad de tu corazón”.