(Minghui.org) Soy una granjera analfabeta de poco más de sesenta años. Mi vida era muy infeliz y siempre lloraba sobre mis desgracias. Cuando comencé a practicar Falun Dafa en 2005, encontré el significado de mi vida. Mis dolores abdominales, de pierna, mareos crónicos, artritis, protuberancias en la muñeca y líquido en el estómago desaparecieron. Los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia abrieron mi corazón y me ayudaron a deshacerme del resentimiento de toda la vida contra mi suegra.

Mi marido dijo: “Es un milagro”

Mi marido no practica Falun Dafa, pero siempre me recuerda estudiar el Fa y cuando es tiempo de mandar pensamientos rectos. Él personalmente experimentó el milagro de Falun Dafa.

Un día, mi esposo vino a casa con toda la ropa sucia y su brazo herido. Cuando le pregunté si se había caído de su motocicleta, me dijo que estaba bien. Él sabía que el Maestro debe haberlo protegido pues podía haber resultado seriamente herido.

A la mañana siguiente, no se quejaba de ningún dolor, pero volvió a la cama después del desayuno. Le dije que descansara. Cuando se levantó, sus hombros, cuello y brazos estaban con tanto dolor que no podía moverlos. Le pedí que dijera: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”. También le di un par de folletos de Falun Dafa para leer.

Después de leer los folletos por un par de horas, cayó dormido. Cuando se levantó, podía moverse normalmente. Dijo con sorpresa: “¡Estoy bien ahora!”. Levantó los brazos repetidamente con incredulidad y dijo: “Es un milagro! Sólo leí el folleto por un rato y tomé una siesta y todo está bien”. Le pregunté si todavía quería sacarse una radiografía. “No, no, estoy bien. Tengo que agradecerle al Maestro Li (el fundador de Falun Dafa)” y apretó sus manos juntas en frente de su pecho en señal de respeto.

Dafa disipó mi reclamo contra mi suegra

Me casé con mi marido cuando era muy joven. Respetaba a mis suegros y a todos en su gran familia de ocho. Mi suegra me ordenó hacer ropa de verano e invierno para todos en la familia. También tenía que lavar toda la ropa y cocinar tres comidas al día para toda la familia. Nadie me ayudaba. No teníamos máquina de coser ni lavadora. Tenía que hacer todo el trabajo a mano. Trabajaba hasta la medianoche todos los días. No tuve suficiente tiempo para comer durante años, pero igual tenía que trabajar con el estómago vacío.

Aunque hacía todo bien, mis suegros frecuentemente me gritaban y golpeaban sobre la mesa mientras me regañaban. Mi corazón comenzaba a palpitar tan pronto los veía. Todos saben cuán terrible fue la revolución cultural. Ese era exactamente el terror que tenía que vivir todos los días.

Mi marido y yo eventualmente nos mudamos, pero mi suegra se volvió paralítica hace unos pocos años. Mi esposo tenía que ir a trabajar durante el día, así que el deber de alcanzarle su comida y cuidar de ella cayó sobre mis hombros. Estaba tan molesta de tener que atender a alguien que me había dado cuarenta años de miseria.

No recuerdo cuantas veces lloré en agonía. Después de comenzar a practicar Falun Dafa, recordé los poemas del Maestro:

“Cultivador practicante

Busca tú mismo los errores

Elimina todo tipo de corazones humanos

No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer

El que tiene la razón es él

El que está equivocado soy yo

¿Por qué contienden?”

(Hong Yin III –Quién tiene razón, quién no)

El Maestro también nos dijo en otro poema:

“Obtener el estado de fo después de alcanzar la perfección,
tomar las penalidades sufridas como gozo.
Los sufrimientos físicos no pueden ser contados como sufrimientos,
cultivar el corazón de uno es lo más tormentoso.
Cada paso debe atravesarse,
los demonios están en todas partes.
Cientos de penalidades caen a la vez,
para ver cómo uno sobrevive.
Soportados los sufrimientos en el mundo,
del mundo como un fo uno se marchará”.
(Hong Yin - “Templando la mente y el corazón de uno”)

Me di cuenta que era una oportunidad para mí para trabajar mi cuerpo y cultivar mi corazón. Por años, mi suegra me creó una prueba tras otra y me proveyó de una buena base para mi cultivación. ¡Ciertamente debo agradecerle!

Todas mis quejas se fueron, cociné y la cuidé bien todos los días. Cocinaba la comida que le gustaba, la alimenté y le di su medicina con una cuchara, limpiaba su orina y sus heces y me aseguré que estuviera caliente en invierno. Aunque todavía me daba malos ratos, mantuve las palabras del Maestro en mi mente:

“Durante la cultivación-refinamiento, específicamente cuando estás lidiando con conflictos o cuando otros te tratan mal, pueden existir dos clases de situaciones: una es que posiblemente tú hayas maltratado a esa persona en tu vida anterior; sin embargo, tu corazón está muy desequilibrado: «¿Cómo me trata así?». Pues, ¿cómo trataste tú así a esa persona anteriormente? Dices que en aquel entonces no sabías y que en esta vida no importan los asuntos de ese otro tiempo de vida; eso no va de ninguna manera”. (Zhuan Falun – Lección cuarta)

Mi suegra falleció recientemente. Mi marido y yo pasamos más tiempo organizando su funeral que cualquiera de sus hermanos. Estoy orgullosa de seguir las instrucciones del Maestro y no tratar las cuestiones como la gente todos los días.

Los grandes principios de Falun Dafa disiparon mi tristeza. Sé que le devolví lo que le debía. Dafa abrió mi corazón y aligeró mi cuerpo. Estoy determinada a seguir al Maestro y despertar a más gente, mantenerme diligente y retornar a mi verdadero origen.