(Minghui.org) Cuando una mujer de mediana edad se encontró con un practicante de Falun Dafa, por casualidad, se emocionó tanto que gritó: "¡He estado esperando durante trece años para encontrarme con un practicante de Dafa!".

Ella nos contó su historia.

Leyendo Zhuan Falun

En 2002, cuando la propaganda del régimen comunista contra Falun Dafa alcanzó un grado extremo, conoció a su marido, un funcionario del gobierno. Él le contó todo acerca de Falun Dafa y cómo el partido comunista chino engañó a la gente al prohibir la práctica. Gracias a su marido, la señora tuvo la oportunidad de leer Zhuan Falun.

Después de leer el libro sintió que era muy afortunada y quiso practicar la cultivación.

Un día, su entonces novio (ahora su marido) le dijo: "Tú sabes cuánto detesto al partido comunista y todas las maldades que hace. Por el solo hecho de ser un miembro, incluso si no hago nada, le estoy dando energía para perseguir a la gente buena, así que decidí renunciar al PCCh. Sin embargo, la decisión podría ser peligrosa y me podría costar mi empleo o la vida. ¿Todavía quieres casarte conmigo?".

Ella le respondió: “Por supuesto. Eres una buena persona. Si estoy contigo, puedo aprender a cultivarme en Falun Dafa".

Se casaron poco tiempo después.

Perdiendo la conexión con Dafa

Pronto después, la predicción de su marido se hizo realidad. Como candidato para el puesto de jefe de departamento, el hecho de renunciar al partido fue visto como escandaloso. Nadie lo entendió, todos pensaron que estaba loco y perdió su trabajo.

Para obligarlo a renunciar a sus creencias, su padre y su primo lo trataron como si estuviera en la cárcel. No sólo lo golpearon brutalmente, también lo pusieron bajo vigilancia 24 horas al día.

Su padre y su primo habían utilizado la misma táctica anteriormente, para obligar a su madre a renunciar a su creencia. Sin embargo, en el caso del marido de la señora, no funcionó. Así que lo enviaron a un hospital psiquiátrico y le inyectaron a la fuerza drogas anti psicóticas.

En cuanto a la señora, ella había esperado que leyera los libros de Dafa y que practicara la cultivación junto con su marido. Sin embargo, ni siquiera tuvo la oportunidad de aprender los ejercicios y pronto también le quitaron los libros. La presión que sufría su marido le preocupaba mucho, pero no tenía a nadie a quien recurrir. Pero, sin importar lo que pensaban los demás de su marido, ella siempre creyó que él era inocente y mentalmente sano.

En los ocho años siguientes, la familia de su esposo lo envió de un hospital psiquiátrico a otro. Cada vez que regresaba a casa, siempre estaba delirando por las drogas que le habían administrado por la fuerza.

El padre y el primo del esposo le quitaron el ingreso a la pareja y lo usaron para pagar los gastos del hospital. La presión económica y emocional de la señora fue inmensa; ella sabía que su marido estaba siendo torturado, y tenía que enfrentar la situación sola.

En su búsqueda por conocer a alguien que los comprendiera, trató de encontrar el sitio Minghui, donde sabía que su marido había leído anteriormente artículos de Dafa. Compró una computadora, la conectó a Internet y le pidió a su esposo que encontrara el sitio web.

Pero, debido a las drogas y el maltrato en el hospital psiquiátrico, su marido ya no era él mismo. Se negó a enseñarle, por temor a que sería perseguida también, y se enojó mucho con ella.

Pensaba en mudarse a otro lugar para escapar de la presión, pero su esposo no estuvo de acuerdo.

Dijo: "El partido comunista está en todas partes. No servirá de nada”.

Un sueño hecho realidad

Decidió lograrlo por su cuenta y buscar a otros practicantes de Dafa.

"¡Definitivamente voy a encontrar Dafa y compañeros practicantes! ¡Sólo espérame!", le dijo a su marido.

La señora alquiló una casa y abrió un pequeño negocio. En su esfuerzo por ayudar a las otras personas a entender la verdad, escribía "Falun Dafa es bueno" en los billetes que circulaban por su negocio. A veces, hablaba con la gente, explicando por qué Dafa es bueno.

Esperó año tras año y así pasaron cinco años antes de que tuviera la fortuna de encontrarse con el practicante mencionado al principio del artículo.

¡Y entonces supo que finalmente consiguió lo que había estado esperando! Sintió que era el mejor momento de su vida. ¡Finalmente podía comenzar a practicar la cultivación!

El primo abusivo de su marido y su suegro murieron de cáncer de garganta y, respectivamente, de una enfermedad del corazón. La señora está convencida de que, pronto, su marido volverá a cultivarse en Dafa.